Las claves de la pesca sostenible

Las claves de la pesca sostenible

La pesca sostenible es fundamental para la preservación de los océanos y la biodiversidad marina. En los últimos años, ha habido un incremento en la demanda mundial de pescado, lo que ha puesto en jaque los ecosistemas marinos. Con la reducción de las poblaciones de peces y los hábitats marinos amenazados, la pesca sostenible emerge como una solución que garantiza que los recursos marinos continúen siendo una fuente de alimento y empleo para millones de personas alrededor del mundo sin comprometer el equilibrio ambiental.

¿Qué es la pesca sostenible?

La pesca sostenible consiste en mantener las poblaciones de peces a largo plazo y proteger los ecosistemas donde viven. A diferencia de la pesca convencional, que a menudo conduce a la sobreexplotación, la pesca sostenible fomenta prácticas responsables para garantizar la reproducción y la estabilidad poblacional de las especies en el océano.

Garantizar la sostenibilidad en la pesca implica no solo proteger a las poblaciones de peces, sino también reducir al mínimo los daños causados a otros organismos marinos y al medio ambiente en su conjunto. Esto implica evitar que especies no deseadas, como tortugas o tiburones, sean capturadas accidentalmente en redes de pesca comercial y mueran como resultado.

¿Por qué es necesario pensar en alternativas sostenibles?

La sobrepesca ha tenido consecuencias devastadoras en varios ecosistemas marinos. La sobreexplotación pesquera ha causado una disminución significativa en las poblaciones de ciertas especies, como el bacalao del Atlántico y el atún rojo. La pesca excesiva no solo amenaza a las especies que son capturadas, sino que también perturba las cadenas alimentarias y los equilibrios ecológicos.

Si no se practica la pesca de forma sostenible, podríamos acabar con las poblaciones de peces y causar un daño irreversible a los ecosistemas marinos. Esto tendría un impacto no solo en la diversidad de vida marina, sino también en las comunidades humanas que necesitan del pescado para alimentarse y trabajar. En muchísimas zonas costeras, la pesca es fundamental económicamente, y la disminución de los peces puede provocar una crisis social y económica.

Los principios y las claves

Para que la pesca sea realmente sostenible, es necesario que cumpla con diversos principios esenciales:

  • Garantizar la sostenibilidad de las poblaciones de peces. Es necesario mantener un equilibrio en las tasas de pesca para permitir la reproducción y la estabilidad a largo plazo de las especies. Esto quiere decir que se debe pescar solo la cantidad de peces que la naturaleza puede reponer.
  • Reducir la influencia en el ecosistema. Es necesario que las técnicas de pesca sean respetuosas con el entorno natural. Esto significa no emplear métodos dañinos, como la pesca de arrastre de fondo, que devastan el fondo marino y eliminan hábitats necesarios para la vida marina.
  • Disminuir la captura accidental. La pesca sostenible tiene como objetivo minimizar la captura de especies no deseadas. Para alcanzar esta meta, se emplean técnicas selectivas de pesca, como redes con mecanismos de liberación de especies no deseadas o anzuelos que atraen sólo a ciertas especies.
  • Seguir las normativas. Es necesario que los pescadores cumplan con las regulaciones y cuotas impuestas por las autoridades pesqueras. Estas reglas se han establecido con el propósito de asegurar que la actividad sea llevada a cabo de forma responsable, evitando exceder los límites autorizados.

Certificaciones de pesca sostenible

Una manera de asegurar que los productos provenientes del océano que compramos son sostenibles es mediante certificaciones. La más famosa a nivel global es la del Consejo de Administración Pesquera (MSC), que verifica si las técnicas de pesca respetan los criterios de sostenibilidad. Los productos que llevan el certificado MSC aseguran su origen en pesquerías que respetan el medio ambiente y las comunidades locales de forma responsable.

Otra certificación importante es la otorgada por el Aquaculture Stewardship Council, la cual se aplica a la acuicultura, es decir, a la cría de peces en cautiverio. Esta certificación asegura que la cría de especies marinas se realiza de forma sostenible, evitando la sobreexplotación de los recursos y minimizando el impacto en el ecosistema.

¿De qué manera se puede respaldar la pesca sostenible?

Como compradores, podemos ayudar a mantener la sostenibilidad de los océanos al seleccionar con conocimiento los productos de pesca que adquirimos. Elegir pescado con certificaciones como MSC o ASC es una manera de asegurar que estamos respaldando prácticas de pesca responsables.

También es fundamental variar la ingesta de pescado. Algunas especies populares, como el atún y el salmón, están siendo fuertemente afectadas por la alta demanda. Al elegir variedades menos populares, como la caballa o las sardinas, se puede disminuir la sobreexplotación de especies más frágiles y equilibrar la demanda en el mercado.

Los retos de la pesca responsable

Aunque se intenta impulsar la pesca sostenible, todavía hay importantes retos por delante. La pesca no autorizada continúa siendo uno de los principales riesgos para los océanos. En numerosas partes del planeta, los gobiernos no tienen suficientes recursos para supervisar y regular adecuadamente las actividades de pesca.

Asimismo, el cambio climático está perturbando los ecosistemas marinos, lo que complica aún más la gestión sostenible de la industria pesquera. Los cambios en la temperatura del agua, la acidificación de los océanos y el deshielo de los polos están impactando en las rutas migratorias y los patrones de reproducción de las especies.

¿Qué depara el futuro?

Garantizar el futuro de los océanos y las comunidades que dependen de ellos es crucial a través de la pesca sostenible. A medida que crece la conciencia sobre los problemas ambientales, cada vez más consumidores y empresas eligen productos que cuiden el equilibrio ecológico marino.

No obstante, la pesca sostenible sólo será exitosa si hay cooperación internacional, cumplimiento de normativas y compromiso de todos, desde pescadores hasta consumidores, para cuidar y conservar nuestros océanos. Actuando en este momento, podemos garantizar que los recursos marinos seguirán siendo una importante fuente de comida y trabajo para las generaciones futuras.