La contaminación en los océanos está alcanzando niveles preocupantes. Se estima que hay entre 5 y 50 mil millones de trozos de plástico en el mar, y esta cantidad podría duplicarse o incluso triplicarse para 2040 si no se toman medidas de prevención y mitigación de daños.
Ante este pronóstico, las naciones que dependen de los recursos oceánicos han tomado medidas para prevenir los efectos negativos de la actividad humana y preservar la biodiversidad del mar.
¿Qué es la economía azul?
La economía azul es una política económica vital en los países y regiones costeras que dependen de los recursos marinos para su sustento y desarrollo. Este modelo no se trata sólo de preservar el océano, sino de restaurar y revitalizar los ecosistemas marinos e impulsar la economía de la pesca, el turismo, la energía y la biotecnología.
La iniciativa más relevante de este movimiento es la pesca sostenible. En lugar de sobreexplotar las poblaciones de peces, este enfoque fomenta la captura responsable, la reducción de la captura incidental y la promoción de la salud a largo plazo de los ecosistemas marinos. A su vez, apoya a las comunidades costeras garantizándoles una fuente de ingresos estable y sostenible.
Así también se implementan políticas de desarrollo sostenible en distintos sectores, incluida la acuicultura, el transporte marítimo, la energía renovable del mar (por ejemplo, parques eólicos marinos), el turismo costero y la biotecnología marina.
¿Por qué las comunidades costeras cambiaron el rumbo de su economía?
La pesca indiscriminada, la contaminación y el cambio climático son algunos de los factores que amenazan los recursos marinos. En regiones donde gran parte de la población depende directamente del océano, estas problemáticas tienen consecuencias devastadoras.
Los ecosistemas sobreexplotados se ven cada vez más empobrecidos, lo que impacta en la biodiversidad marina y reduce las oportunidades económicas de los países. Ante esta situación de emergencia, algunas naciones están implementando tácticas basadas en la economía azul para asegurar que los mares continúen siendo fundamentales para la vida y el crecimiento.
Uno de los países pioneros en este enfoque es Noruega, que exhibe una historia de éxito en la gestión de la pesca sostenible y una correcta administración de los desechos. Este caso, así como el de otras naciones costeras, demuestran que es posible preservar los ecosistemas marinos al mismo tiempo que se impulsa una industria pesquera pujante.
¿Qué países la implementan?
Dos casos de éxito son representados por Noruega y Seychelles. En el caso de Noruega, se implementaron límites de captura específicos a barcos pesqueros y pescadores particulares. Esto previene la sobrepesca y garantiza la sobrevida de poblaciones de peces.
A su vez, utilizan la tecnología a su favor. La industria pesquera noruega adoptó la innovación con tecnología de punta, como GPS, sonar y sistemas de monitoreo de embarcaciones, para pescar especies específicas, reducir la captura accidental y minimizar el impacto ambiental.
En el caso de Seychelles, se implementaron medidas creativas y efectivas. Seychelles renegoció su deuda nacional y consiguió financiación mediante un canje de «deuda por naturaleza». Esto implicó convertir una parte de su deuda en financiación para esfuerzos de conservación marina, estableciendo áreas marinas protegidas.
La isla africana además, implementó prácticas de gestión pesquera sostenible, incluidos cierres estacionales, límites de captura y cuotas específicas máximas para los pesqueros. Estas medidas al igual que en el caso noruego protegen las poblaciones de peces y apoyan los medios de vida de los pescadores locales.
La estrategia de economía azul de Seychelles ha dado resultados impresionantes. La vida marina dentro de las áreas protegidas se ha recuperado, las prácticas pesqueras sostenibles han asegurado la viabilidad a largo plazo de la industria pesquera, y finalmente el canje de deuda por naturaleza redujo la carga financiera de la nación al mismo tiempo que conservó su entorno marino único.
¿Qué dimensiones comprende la economía azul?
Para considerar a un país referente en la economía azul, es necesario que cuenten con políticas de sostenibilidad económica, ambiental y social en torno a estos elementos:
- Pesca
- Transporte marítimo
- Turismo costero, hotelería y cruceros
- Puertos, logística y comercio marítimo
- Biotecnología marina
- Infraestructura costera
- Exploración e investigación oceánica
- Gestión del agua
- Políticas oceánicas
- Seguridad costera y marina
- Conservación y biodiversidad
- La economía azul como modelo para el futuro
Las claves para el futuro
La economía azul ofrece múltiples ventajas, como el aumento del PBI de las naciones, la generación de puestos de trabajo, la implementación de energías sostenibles y la protección de la variedad de especies. Al mismo tiempo, responde a la demanda de alimentos, garantizando la disponibilidad de los mismos frente a una crisis mundial que se espera siga empeorando en las próximas décadas.
Los países en desarrollo necesitan tener planes financieros que fomenten tecnologías y prácticas sostenibles para la transición a una economía más próspera. El Banco Mundial y la ONU se encuentran entre las organizaciones internacionales que brindan programas de financiamiento para ayudar a estos países a implementar prácticas de economía azul y desarrollar sus industrias oceánicas de manera responsable.
El éxito de este modelo se debe a su enfoque integrador, que reconoce la importancia de la salud de los océanos como un componente vital de la economía y la calidad de vida. Una gobernanza sólida, políticas efectivas y la participación de todos los actores, desde gobiernos hasta empresas y comunidades locales, son esenciales para el desarrollo de este modelo.