El continente blanco en el foco de la ciencia ya que el derretimiento de los hielos afecta el nivel del mar. Cuál es la proyección para los próximos años según los expertos.
Estudios recientes dan cuenta que el nivel del mar está en peligro a causa de los cambios que está sufriendo la Antártida por la crisis climática. Tal es el caso de una investigación realizada por la Australian Antartic Program que reveló como la superficie del continente blanco está bajo amenaza.
Sucede que el deshielo no se detiene y está haciendo estragos. Según comprobaron los científicos que lideran el estudio, este fenómeno de altas temperaturas está acelerando el proceso de levantamiento de la base de toda la zona.
Como es sabido, en los últimos años, los niveles de las emisiones de carbono se dispararon y su incidencia sobre las temperaturas del planeta generan consecuencias. A propósito, uno de los efectos más contundentes en la velocidad estrepitosa con la cual se derrite el hielo y, por lo tanto, se eleva la superficie.
Mientras la ciencia estudia en tiempo real, cabe la pregunta ¿Cómo y cuánto afectará este evento ambiental al volumen y al ecosistema de los mares y de los océanos?
Los datos más contundentes sobre la modificación del nivel del mar
Las consecuencias de la crisis ambiental que ocurren en la Antártida son observadas de cerca por expertos que han mencionado al evento en cuestión como “levantamiento postglacial”. Lo que ocurre es que la tierra que se encuentra debajo de la nieve responde al derretimiento y, por tanto, se eleva.
Toda esta alteración tiene incidencia directa en mares y océanos. Por cierto, según estudios de la Universidad de Delaware difundidos por National Geographic, el nivel del mar asciende a un ritmo vertiginoso comprobado desde el año 2006 hasta la actualidad.
De este modo, los cálculos apuntan a que la Antártida podría cambiar su condición. Esto significa que, en no mucho tiempo, dejaría de ser el agente encargado de descender la temperatura global. En cambio, sucedería todo lo contrario.
Entre los datos más relevantes que se difundieron de forma recién sobre distintos análisis están los siguientes indicadores:
- En el presente la cantidad de hielo que contiene la superficie de la Antártida tiene 1,5 millones de kilómetros menos de lo que contenía en sus orígenes
- El tamaño del sector en el cual el hielo se derritió es similar a cinco veces el tamaño de Gran Bretaña
- Las secuelas del cambio climático en la Antártida son producto de condiciones que se acumularon durante los últimos 40 años
Mientras las observaciones técnicas arrojan cifras y estadísticas, la preocupación por el futuro del nivel del mar se acrecienta. Vale decir que ya se registran eventos que ponen el tema en la agenda climática.
Lo que dicen los expertos sobre las causas y las consecuencias
Si se tiene en cuenta que la Antártida es el regulador natural de la temperatura de todo el planeta, los efectos de su derretimiento no tardaran en llegar. El factor principal es el desfasaje del nivel del mar y eso ya está considerado para los próximos años.
Por supuesto, esta situación repercute en la vida de los seres humanos. De hecho, las poblaciones que residen en zonas costeras se encuentran en alerta. Tal es el caso, por ejemplo, de las personas que viven en la costa este de Estados Unidos. Estos pobladores ya sufren las consecuencias de la ralentización de la corriente del Golfo.
Al día de hoy se calcula que son más de 100 millones de habitantes quienes ocupan zonas plausibles de inundaciones, sólo en el país del norte. Para ellos, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático prevé posibles catástrofes naturales con una eventual frecuencia de una vez por semana para el futuro inmediato.
En relación a lo que produce el “levantamiento postglacial” no se descarta, en principio, una condición natural del planeta. Sin embargo, las causas no naturales están a la vista de los expertos.
La temperatura récord de los océanos por el calentamiento global es un potencial disparador de lo que acontece en la Antártida. A respecto, quienes estudian el fenómeno marcan esta condición como gran incidencia, sobre todo, en el último año.
A esto se suman los cambios en las corrientes oceánicas, en la dirección de los vientos y la corriente del Niño del océano Pacífico. Además, los especialistas subrayan que lo más probable es que el agua que pasó de fría a caliente ya no tenga posibilidad de volver a congelarse.
