Colombia, cuando los océanos son fuente de energía 

Colombia, cuando los océanos son fuente de energía 

Expertos en energías amigables con el medio ambiente apuntan a los océanos. En Colombia ya trabajan sobre un proyecto que genera mucha expectativa en sectores ambientalistas. 

Existen casos en los cuales los océanos son potenciales fuentes de energía que pueden abastecer a las comunidades. A este descubrimiento se lo llama “energía azul” y es presentado como una posible solución sustentable para enfrentar la crisis climática.  

La explicación podría residir en el oleaje y en las características intrínsecas de la zona del Caribe, más aún durante determinada época del año. Al parecer, en las particularidades de la oceanografía que rodea las costas colombianas, con sus velocidades y sus direcciones, estaría la clave. 

Por todas estas razones ya hay grupos de expertos en desarrollo de proyectos que prometen respuestas concretas a la problemática del cambio climático. Pero ¿Qué en que consiste este tipo de energía renovable y qué se puede esperar a futuro de estas investigaciones en curso?

Qué es la energía mareomotriz y porque los expertos en océanos apuestan por ella

Los estudios sobre los océanos presentan a la energía mareomotriz como uno de los grandes hallazgos de cara a la transformación energética. Se trata de la posibilidad de obtener electricidad utilizable por las comunidades a partir de procedimientos realizados en el mar. 

En principio, hay que aclarar que hay dos tipos de formas para producir energía en los océanos. Cada una de ellas es válida y sostenible, pero es bien diferenciada por los técnicos:

  • Energía undimotriz: Se elabora a partir del movimiento de las olas. Por lo tanto, cuando hay fenómenos marítimos de mayor oleaje, son tiempos más propensos para su generación. 
  • Energía mareomotriz: Se obtiene a partir de las mareas naturales. Por esta razón, no es necesario que las olas tengan un caudal o una velocidad específica. 

Estos tipos de energías limpias y renovables no solo no contaminan el medio ambiente, sino que, además, no agotan los recursos con los cuales se las fabrica. Sin embargo, para su transformación en electricidad se requiere infraestructura que no siempre es fácil de ejecutar. 

Más allá de las eventuales complicaciones que puede ocasionar extraer energía de los océanos, desde distintos sectores coinciden que vale la pena el intento. Es por eso que, tanto los referentes ambientalistas como algunos actores privados interesados en invertir, confluyen en que la energía mareomotriz tiene futuro. 

En el caso de Colombia, especialistas verificaron que se dan las condiciones necesarias para apostar a este tipo de alternativa sustentable. En este contexto, ya hay novedades que hacen ilusión de cara a la lucha contra la crisis climática. 

El caso de Colombia 

Científicos especializados en oceanografía han determinado que el mar colombiano de la zona de Pacífico es propicio para producir la denominada “energía azul”. 

Desde hace casi 15 años un equipo de la Universidad del Norte en conjunto con la Universidad Nacional sede Medellín trabajan para desarrollar este tipo de recurso. En el inicio, se trató de llegar al lugar más propicio en el océano para su generación. 

Los investigadores aseguran que se puede lograr el desarrollo con muy bajo impacto ambiental. Esto significa que, con una inversión en infraestructura que no afecte ni contamine, la meta es viable en un plazo alcanzable. 

Un punto no resuelto es el marco regulatorio. En la actualidad no existe en Colombia una normativa explícita para este tipo de producción. Si bien hay un lay sobre energías renovables (Ley N° 1.715), la misma no incluye este tipo de recursos.

En otro orden de cosas, para su puesta en marcha en el futuro, el tema de los costos de inversión pueden ser una limitante. En tal caso, debería existir un interés del sector privado para financiar su implementación a gran escala. 

Al momento, las autoridades colombianas tampoco han definido políticas públicas ni expresaron su intención de considerarlas. En este contexto, solo se trata de una investigación encabezada por una prestigiosa Universidad en la zona de Barranquilla, pero con fuerte repercusión en todo el ámbito académico y en los foros ambientalistas.  

Los océanos son una fuente inagotable de elementos positivos para la vida humana, según estas últimas informaciones, también de energías renovables. Será cuestión de dar seguimiento a la continuidad de estos trabajos científicos.