El mundo no alcanzará la meta de proteger el 30 por ciento de los océanos para 2030

 El mundo no alcanzará la meta de proteger el 30 por ciento de los océanos para 2030

En la COP16, conferencia de la ONU sobre biodiversidad celebrada en Colombia, se evalúa el progreso de metas ambientales globales. Durante la COP15 en 2022, se estableció el objetivo 30×30: proteger el 30% de la tierra y los océanos del planeta para 2030, un compromiso acordado por 196 países. Este objetivo busca salvaguardar la biodiversidad y garantizar servicios ecosistémicos fundamentales. Sin embargo, un informe reciente advierte que el ritmo de avance actual es insuficiente, proyectando que solo el 9,7% de los océanos estará protegido para esa fecha.

Cuando se acordó el 30×30, solo el 17% de las áreas terrestres y el 7,8% de los océanos contaban con algún tipo de protección, cifras que ya se encontraban por debajo de los objetivos establecidos en 2010. Aunque el marco actual busca corregir estas deficiencias, el progreso es demasiado lento para abordar de manera efectiva la crisis de biodiversidad, tal cual advirtieron organizaciones ambientalistas, como Greenpeace Colombia, entre otras.

Fallos en la calidad y cobertura de las áreas marinas protegidas

El informe encargado por Bloomberg Ocean Fund destaca que, aunque el 8,3% de los océanos están protegidos, solo el 2,8% cumple con criterios de gestión eficaz. Esto significa que muchas áreas protegidas no brindan beneficios reales a la biodiversidad debido a una financiación insuficiente y a actividades humanas destructivas. Por ejemplo, algunas áreas designadas como altamente protegidas permiten prácticas como la pesca de arrastre y la extracción de petróleo y gas.

En regiones como Australia, el 52% de sus aguas están protegidas, pero solo el 15% de las zonas costeras presentan medidas significativas. Esto evidencia un desequilibrio en la distribución y eficacia de las áreas marinas protegidas, lo que pone en riesgo la biodiversidad marina y los ecosistemas.

El desafío de las aguas internacionales

El Tratado de Alta Mar, acordado en 2022, es crucial para proteger el 61% del océano que se encuentra fuera de las aguas jurisdiccionales de los países. Actualmente, solo el 1,4% de estas áreas está protegido, principalmente en la Antártida. Sin un marco legal que permita la creación de áreas protegidas en alta mar, el objetivo 30×30 será inalcanzable.

La implementación del tratado enfrenta retrasos, y su ratificación es fundamental para abordar la protección de las vastas áreas oceánicas que permanecen desprotegidas. Este vacío legal deja expuesta una porción significativa del planeta a actividades no reguladas, como la pesca intensiva y la explotación de recursos.

Acelerar acciones de conservación de océanos y tierra

Para alcanzar el objetivo 30×30, sería necesario crear 85 nuevas áreas marinas protegidas cada día hasta 2030, un desafío titánico considerando el ritmo actual. Además, las áreas protegidas deben contar con financiación suficiente y planes de gestión efectivos para garantizar su éxito.

El informe subraya que no basta con declarar zonas protegidas; es imprescindible establecer medidas concretas que preserven los ecosistemas. Sin esta transformación, los compromisos internacionales seguirán siendo declaraciones vacías, incapaces de detener la pérdida de biodiversidad marina.

Se necesita un enfoque global y coordinado

El fracaso en la protección de los océanos refleja una desconexión entre las promesas internacionales y la realidad de las acciones locales. Países del norte global han avanzado en sus territorios de ultramar, pero no han extendido esta protección a sus aguas nacionales. Por otro lado, naciones con menor capacidad económica enfrentan desafíos aún mayores para implementar medidas de conservación efectivas.

Sin un esfuerzo global y coordinado, respaldado por financiamiento sostenible y la ratificación urgente del Tratado de Alta Mar, el objetivo 30×30 quedará lejos de cumplirse. Mientras tanto, los océanos, que son fundamentales para la vida en el planeta, seguirán siendo vulnerables a la explotación y degradación.