En 2022, la protección de los océanos dio un paso clave: 196 países adoptaron el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal durante la Conferencia de las Partes (COP 15) llevada a cabo en Montreal. Gracias a este acuerdo se estableció la meta de proteger el 30 % de los océanos del mundo antes del año 2030.
Para ello se diseñaron 23 metas estratégicas con el objetivo de revertir la pérdida de biodiversidad que atraviesa el planeta y garantizar el uso sostenible de sus recursos naturales. Las metas van desde la restauración de ecosistemas como los arrecifes de coral y los humedales, hasta la protección de hábitats en peligro crítico como los ecosistemas marinos de alta mar.
Sin embargo, a 2 años de este acontecimiento, menos del 3% de los océanos cuenta con una protección efectiva. Teniendo en cuenta que la superficie terrestre está cubierta en más de un 70% por océanos, y que de ellos depende el sustento de más de 3 mil millones de personas, miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Colombia y Oceana han destacado la necesidad de crear más Áreas Marinas Protegidas (AMP).
Por este motivo, durante la COP16, llevada a cabo en Cali, científicos y líderes mundiales subrayaron la importancia de estos ecosistemas para mitigar el cambio climático, asegurar la seguridad alimentaria global y conservar la biodiversidad del planeta. Lograrlo dependerá del compromiso de los políticos y de medidas que promuevan el desarrollo sostenible.
¿Por qué es imperioso proteger el 30 % de los océanos?
Los océanos albergan ¡más de 2.2 millones de especies! Sin embargo, su importancia para el planeta va mucho más allá de su amplia biodiversidad, ya que los océanos contribuyen a regular el clima global, absorbiendo aproximadamente el 25 % de las emisiones de dióxido de carbono y produciendo más del 50 % del oxígeno que respiran los seres que habitan la Tierra.
Por otro lado, algunos ecosistemas marinos como los arrecifes de coral, los manglares y las praderas marinas son imprescindibles para proteger las zonas costeras del daño que podrían provocar fenómenos naturales como tormentas e inundaciones. Sin embargo, estas funciones corren peligro como resultado del cambio climático.
¿Cuáles son las actividades humanas que amenazan los oceános?
Problemáticas como el blanqueamiento masivo de corales, el aumento del nivel del mar o la contaminación plástica han puesto en riesgo la vida marina, desde peces y tortugas hasta grandes mamíferos marinos como las ballenas. Además, la sobrepesca ha generado un descenso terrible de las poblaciones de peces esenciales para la seguridad alimentaria global.
Por otro lado, los ecosistemas marinos están siendo degradados por actividades contaminantes como la minería submarina y la contaminación química. Por este motivo es primordial que aumente la cantidad de Áreas Marinas Protegidas en cada rincón del planeta para incrementar la inversión en su protección y garantizar un manejo más sostenible a largo plazo.
¿Qué significa que un Área Marina sea Protegida?
Las Áreas Marinas Protegidas (AMP) son espacios dentro del océano que se delimitan con el objetivo de preservar sus ecosistemas marinos, garantizar su sostenibilidad y evitar que en ellos se lleven a cabo actividades que los destruyan. Por ejemplo, en estas áreas se suelen restringir prácticas como la pesca industrial, la minería submarino o la contaminación.
En Colombia, el Parque Nacional Galápagos es un caso emblemático de cómo una AMP pueden favorecer la recuperación de especies icónicas como el tiburón martillo y la tortuga gigante. Pero además, este espacio protegido logró impulsar la economía local mediante el ecoturismo, generando ingresos sostenibles y promoviendo la educación ambiental en la región.
¿Qué pasa con las aguas internacionales?
Tal vez el desafío más grande para las AMP tiene que ver con lo que sucede en aguas internacionales, que comprenden el 64 % de los océanos del mundo. En estas zonas, que carecen de regulación, suele haber falta de supervisión que los inescrupulosos aprovechan para llevar a cabo actividades como la pesca ilegal o la minería submarina.
Por suerte, el reciente Acuerdo sobre Biodiversidad Más Allá de la Jurisdicción Nacional, aprobado por la Organización Naciones Unidas, permitirá establecer AMPs en alta mar, logrando así que ecosistemas críticos como las montañas submarinas o los sistemas de ventilas hidrotermales puedan ser protegidos. Pero solo podrá ser posible si los 196 países firmantes ratifican los compromisos que adquirieron hace 2 años.