Un hombre camina por una playa completamente cubierta de residuos plásticos, rodeado de botellas, vasos y envoltorios desechados. Al fondo se ven más personas y palmeras, en un día nublado.
Voluntarios recolectan residuos plásticos durante la campaña de limpieza costera impulsada por la Global Penguin Society en Puerto Madryn, verano de 2025.

La lucha contra los plásticos en las costas patagónicas

En el verano de 2025, la Patagonia fue testigo de una notable campaña impulsada por la Global Penguin Society (GPS) para combatir la contaminación por plásticos en las costas de la región. Este esfuerzo no solo involucró a diversas comunidades y sectores locales, sino que también resultó en un cambio significativo en la legislación ambiental, lo que marca un precedente en las políticas de conservación en el país.

Campaña de concientización y acción

Durante los meses de enero y febrero de 2025, GPS lanzó una iniciativa que evitó el uso de más de 35.000 vasos plásticos y 40.000 sorbetes plásticos, al tiempo que se retiraron dos toneladas de residuos plásticos de las playas patagónicas. Esta campaña se centró principalmente en las costas de Puerto Madryn, un área de vital importancia para la biodiversidad marina, particularmente para los pingüinos, cuyas colonias dependen de estos hábitats para alimentarse y nidificar.

La campaña, bajo el lema “Mirar más allá: un compromiso global para eliminar los plásticos descartables en la Patagonia”, se propuso sensibilizar a la comunidad local y los turistas sobre el impacto negativo que el plástico tiene en los ecosistemas marinos. GPS logró movilizar a diversos sectores de la sociedad, incluidos los comerciantes, al promover alternativas reutilizables o biodegradables para sustituir los plásticos de un solo uso en los balnearios de la zona.

Involucramiento comunitario y sector privado

Además de la acción directa en los balnearios, la campaña incorporó actividades educativas y lúdicas para concientizar sobre la importancia de cambiar hábitos de consumo. GPS organizó charlas en lugares estratégicos, como balnearios y espacios comunitarios, con el fin de informar sobre las consecuencias del uso excesivo de plásticos y promover el uso de materiales más sostenibles. Este enfoque multidisciplinario y colaborativo contribuyó a que la campaña tuviera un impacto real y tangible en la reducción de desechos plásticos.

Recolectando plástico para proteger los hábitats

Una de las principales acciones de la campaña fue la recolección masiva de plásticos a lo largo de las costas patagónicas, justo antes de la llegada de los pingüinos a sus zonas de nidificación. La actividad, que convocó a cientos de estudiantes, docentes, guías turísticos y propietarios de estancias, permitió eliminar dos toneladas de residuos plásticos de las playas. Esta recolección no solo contribuyó a la limpieza de la zona, sino que también fue un gesto simbólico que reflejó el compromiso de la comunidad con la preservación del hábitat natural de estas especies.

Luján Villabriga, directora del Programa Educativo de GPS, destacó la importancia de este trabajo conjunto, señalando que la colaboración de todos los actores involucrados era esencial para proteger “el recurso más valioso”: el hogar de los pingüinos y el atractivo turístico de la región.

Cambios legislativos como fruto de la campaña

Uno de los logros más significativos de la campaña fue la modificación de la Ordenanza N° 11.252 en Puerto Madryn. Gracias al esfuerzo conjunto entre el sector privado, las autoridades municipales y organizaciones como GPS, se logró ampliar la prohibición de plásticos descartables en el frente costero de la ciudad. Este cambio legislativo fortalece el compromiso de Puerto Madryn con la protección del medio ambiente y establece un precedente para futuras acciones de conservación en la región.

Camino hacia la sostenibilidad

El trabajo de la Global Penguin Society demuestra que la conservación de los ecosistemas marinos es posible cuando hay una colaboración efectiva entre comunidades, empresas y gobiernos. Pablo Borboroglu, fundador de GPS, subrayó que la reducción de plásticos en las playas no solo es crucial para la salud de los ecosistemas, sino también para la supervivencia de las especies marinas. Según Borboroglu, iniciativas como esta muestran que el trabajo conjunto es la clave para lograr un futuro más sostenible y menos dependiente del uso de plásticos.

Este tipo de campañas no solo permiten limpiar las playas, sino que también ayudan a cambiar la mentalidad de la población y a fomentar hábitos más responsables con el medio ambiente. Si bien el desafío de la contaminación por plásticos es global, los esfuerzos locales como los de la Patagonia marcan el camino para otras regiones del mundo, mostrando que es posible revertir los daños y crear un futuro más verde y limpio para las futuras generaciones.

Impacto a largo plazo de la reducción de plásticos

El éxito de esta campaña, que celebran Greenpeace Argentina entre otras organizaciones ambientalistas, tiene un impacto a largo plazo que va más allá de la simple recolección de residuos. Al involucrar a la comunidad local, a las empresas y a los gobiernos en la acción de proteger los ecosistemas marinos, GPS ha logrado crear una base sólida para la conservación. La reducción del uso de plásticos y la modificación de políticas públicas son pasos cruciales hacia la creación de una región más sostenible y menos vulnerable a los efectos de la contaminación.

En definitiva, la lucha contra los plásticos no solo es una cuestión de limpieza, sino de compromiso y educación ambiental. Iniciativas como la de la Global Penguin Society son fundamentales para frenar el ecocidio en nuestras costas y asegurar que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de la biodiversidad única de la Patagonia.