Las áreas marinas protegidas (AMP) son regiones salvaguardadas de los mares o los océanos en las que las actividades humanas como la pesca o la extracción de petróleo están restringidas. En 2019, Fundación Chile creó el programa «Caletas Sustentables» con el propósito de crear áreas marinas protegidas y respaldar a las asociaciones de pescadores artesanales en todo el país.
El objetivo principal de este programa es impulsar la actividad pesquera sostenible y promover la preservación de los ecosistemas marinos de Chile. Además, sus miembros han desarrollado una red de colaboración que ayuda a las comunidades de las zonas costeras a alcanzar una mayor estabilidad económica sin vulnerar el medioambiente.
Nuevas áreas marinas protegidas en Guaitecas
Desde hace tiempo, los pobladores del Archipiélago de Guaitecas, ubicado en el sur del país (más precisamente en la región de Aysén), han demostrado su preocupación por preservar los ecosistemas marinos de la zona. Esta inquietud ha llegado a oídos del equipo de “Caletas Sustentables”, quienes decidieron darse una vuelta para compartir con ellos sus propias experiencias y conocimientos sobre la pesca sostenible.
Así fue como visitaron la comunidad de Melinka con el objetivo de ilustrar a los lugareños sobre los pasos a seguir para crear un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP MU). Entre los visitantes estuvieron Ludovic Burns Tuki, quien lideró la creación de un área marina protegida en Rapa Nui, Julio Chamorro, quien hizo lo propio en el Archipiélago Juan Fernández y Patricio Merino, instigador del AMP ubicada en Puerto Raúl Marín Balmaceda.
Entre las actividades desarrolladas por el equipo de Caletas Sustentables durante la jornada se destacó el concurso fotográfico, que invitó a la comunidad a capturar imágenes del archipiélago para incentivar el cuidado de sus ecosistemas naturales. Además, se realizaron reuniones informativas con organizaciones de pescadores, así como con estudiantes y emprendedores de la zona interesados en la sostenibilidad.
Los logros pasados del programa Caletas Sustentables
Desde su inicio en el año 2019, el programa Caletas Sustentables ha demostrado una y otra vez su compromiso con la promoción de la sostenibilidad de los recursos marinos en Chile. En un momento en que los perjuicios que ocasiona la pesca industrial han quedado de manifiesto en todo el planeta, Caletas Sustentables ha logrado sacar adelante 12 iniciativas de áreas protegidas a lo largo y ancho del país, beneficiando a más de 4 mil personas.
Esto se debe a que el programa no solo se encarga de impulsar prácticas sostenibles entre las comunidades costeras, sino que además fomenta la colaboración entre organizaciones públicas y privadas que contribuyen a la pesca artesanal. Sin ir más lejos, la directora de Caletas Sustentables, Claudia Razeto, considera que las mejores iniciativas suelen partir de los habitantes de las zonas costeras que dependen del océano para sobrevivir.
¿Cómo perjudica la pesca industrial a la vida oceánica? La pesca industrial se basa en métodos devastadores para la vida marina. La pesca de arrastre, por ejemplo, utiliza enormes redes que se trasladan por el fondo marino arrasando con todo lo que encuentran a su paso. Desde peces y grandes mamíferos o el plancton que estos consumen, hasta la vegetación, los arrecifes y los sedimentos que conforman el suelo marino son extirpados de sus hábitats destruyendo los ecosistemas marinos.
La sobrepesca de especies hasta niveles cercanos a la extinción, la contaminación del agua y la captura incidental de especies amenazadas, como tiburones y mantarrayas, son prácticas comunes de la industria pesquera. De acuerdo con datos provistos por la organización ambientalista Greenpeace, más del 55% de la superficie oceánica está cubierta por sus redes insaciables.
Para hacerse una idea de la magnitud de este fenómeno, basta con comparar este dato con el de los territorios dedicados a la agricultura, que solo ocupan un 38% de la superficie de la Tierra. Ya en el año 2015, un tercio de las poblaciones de peces del planeta estaban siendo sobreexplotadas, mientras que un 60% había alcanzado su límite de explotación.
Pero además, la pesca industrial ha amenazado la vida de un tercio de los mamíferos que habitan en los océanos y del 33% de los arrecifes de coral. Esto no solo afecta la biodiversidad marina, sino que también pone en riesgo la vida de hasta 300 millones de personas que dependen de los océanos para su alimentación y otros recursos.
Ante este escenario aterrador, la colaboración de organizaciones como Caletas Sustentables se vuelven en herramientas esenciales para garantizar un futuro sostenible tanto para las comunidades costeras, como para la biodiversidad marina.