Desde la bahía de Gazi, en Kenia, hasta la de Maputo, en Mozambique, pasando por la de Dale, en Gales, los proyectos de recuperación de las praderas marinas están cobrando impulso
Las praderas marinas, que evolucionaron hace más de 70 millones de años a partir de hierbas terrestres, son uno de los ecosistemas marinos más diversos y valiosos del planeta.
Su ecosistema desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, la seguridad alimentaria, la protección de las costas, el enriquecimiento de la biodiversidad, el control de enfermedades y la filtración del agua.
Praderas marinas
Las praderas marinas -extensiones de brotes verdes parecidos a la hierba y flores- son una solución basada en la naturaleza enormemente eficaz contra el cambio climático. Sólo cubren el 0,1% del fondo oceánico, pero almacenan alrededor del 18% del carbono oceánico.
También albergan pesquerías que no sólo proporcionan alimentos y medios de vida a los residentes costeros, sino que contribuyen a aumentar la biodiversidad oceánica.
El cambio climático, el aumento de la población costera, el dragado y la pesca no regulada han contribuido a este declive.
Tenemos que ser conscientes del impacto que estas actividades tienen en nuestros ecosistemas costeros, afirma la Jefa de la Subdivisión de Agua Dulce y Marina del PNUMA.
Tenemos que asegurarnos de prevenir, detener y revertir los daños a las praderas marinas siempre que sea posible.
Las praderas marinas se encuentran entre un número creciente de ecosistemas, como bosques, sabanas y montañas, sometidos a la presión del desarrollo humano.
Cada año se pierden en el mundo árboles suficientes para llenar la República de Corea y, desde 1970, ha desaparecido el 30% de los ecosistemas naturales de agua dulce.
Un esfuerzo mundial
Mientras el mundo se prepara para iniciar el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, una iniciativa mundial para recuperar los espacios naturales, los expertos afirman que para invertir el declive de las praderas marinas será necesario un esfuerzo internacional.
Las praderas marinas se encuentran en las regiones costeras de 159 países de seis continentes y cubren una superficie de unos 300.000 km2.
Necesitamos trabajar juntos como comunidad global para asegurar que reconocemos y apoyamos la restauración de las praderas marinas como una acción importante que ayuda a reducir el calentamiento global.
Este tipo de programas apoyan varios proyectos de praderas marinas, entre ellos el de Mikoko Pamoja, en la bahía de Gazi (Kenia).
Mikoko Pamoja, que en kiswahili significa «Manglares juntos», también incluye la restauración de manglares y está diseñado para luchar contra el cambio climático, conservar la biodiversidad y mejorar los medios de subsistencia de la comunidad.
A medida que aumentan las poblaciones costeras, la contaminación, el dragado y la pesca, tenemos que ser conscientes del impacto que estas actividades tienen en nuestros ecosistemas.
El proyecto se ha financiado parcialmente mediante la venta de créditos de carbono y muestra cómo la colaboración entre organizaciones locales, nacionales e internacionales puede conducir a una restauración satisfactoria de los ecosistemas.
Los ingresos del proyecto sirven para seguir desarrollando el ecosistema y la comunidad. Mikoko Pamoja ha proporcionado agua potable, mediante la excavación de pozos, a 3.500 personas y 700 niños han recibido material educativo.
Además, se han reparado y mejorado escuelas locales.
El proyecto ha tenido tanto éxito que fue galardonado con la Iniciativa Ecuatorial para soluciones comunitarias al cambio climático.
También ha propiciado el desarrollo del proyecto más amplio Vanga Blue Forest, aunque éste se centra principalmente en los manglares. Ha recibido financiación inicial de la Fundación Leonardo Dicaprio.
Proyectos como Mikoko Pamoja demuestran que los enfoques comunitarios de conservación y restauración pueden ser muy eficaces para proteger ecosistemas únicos y garantizar que las comunidades se beneficien directamente.
Es posible restaurar y reparar ecosistemas y, al mismo tiempo, beneficiar a las comunidades de su entorno.