Son muchas las organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, que vienen advirtiendo sobre este fenómeno. El constante zumbido en los océanos se ha convertido en un testimonio de la influencia humana. Desde el transporte marino hasta la exploración de petróleo y la edificación costera, diversas actividades antropogénicas han transformado el paisaje acústico marino. Este ruido, complementado por el impacto del cambio climático, está remodelando la estructura térmica de los océanos, lo que potencialmente afecta la propagación del sonido.
Océanos en transformación
El incremento del ruido en los océanos desde la era industrial se ha atribuido al aumento del transporte marítimo, la explotación de recursos y el desarrollo de infraestructuras que han influido en la vida marina en múltiples aspectos, desde su comportamiento hasta su fisiología. Este ruido antropogénico, junto con el cambio climático, está alterando la temperatura de los océanos, un factor crucial que impacta en la forma en que el sonido se desplaza a través del agua.
Cambio climático y su impacto acústico
Los cambios de temperatura pueden alterar el perfil de velocidad del sonido, creando o deshaciendo conductos para su propagación a largas distancias. Un estudio reciente, publicado en PeerJ bajo el título «Predicting the contribution of climate change on North Atlantic underwater sound propagation», revela que la temperatura del agua del mar ha aumentado y su pH ha disminuido en el último siglo. Esta acidificación disminuirá la absorción del sonido en bajas frecuencias, mejorando su alcance a larga distancia.
Proyecciones reveladoras
Los modelos matemáticos del estudio, en colaboración con la Universidad de Utrecht, indican un panorama inquietante para finales de siglo. El aumento de la acidez del agua marina, junto con su incremento de temperatura debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, proyecta un futuro donde el sonido submarino se propagará mucho más lejos, particularmente en el Atlántico Norte. Luca Possenti, autor principal del estudio, destaca que este escenario podría aumentar el nivel de sonido en esta región en hasta 7 decibeles para finales de siglo, lo que equivale a casi cinco veces más energía acústica bajo el agua.
Ecosistemas bajo presión sonora
El incremento en el nivel de ruido ocasionado por el tráfico marino y otras fuentes puede afectar profundamente a los ecosistemas marinos. La comunicación entre peces y mamíferos marinos a través del sonido podría verse comprometida si estas especies enfrentan dificultades para escuchar a sus depredadores o para comunicarse entre sí, lo que desencadenaría un impacto devastador en la totalidad del ecosistema marino.
Llamado a la investigación
El equipo de investigación señala la importancia de comprender con mayor profundidad los efectos de las condiciones submarinas en la velocidad del sonido. Estos conocimientos resultan esenciales para anticipar las implicaciones del cambio climático en la vida marina. Además del estudio teórico, Possenti y sus colaboradores están llevando a cabo mediciones reales de sonidos submarinos, utilizando esferas de vidrio rotas para generar sonidos a niveles utilizados por los mamíferos marinos en profundidades considerables, grabándolos a distancias de cientos de kilómetros.