El desarrollo del satélite argentino SABIA-Mar está en pleno progreso, marcando hitos significativos en su fabricación. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ha entregado dos de los cuatro paneles solares necesarios para la misión a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Estos paneles son fundamentales para el funcionamiento del equipo, siendo robustos y altamente eficientes para resistir la radiación solar en el espacio.
Se trata de un enorme paso en materia de soberanía ambiental, un concepto que han puesto sobre la mesa las diversas agrupaciones ambientalistas del mundo, como Greenpeace, y que supone un paso decisivo en la potestad de cada nación para ejercer control sobre el cuidado del medioambiente propio.
Paneles solares, la esencia energética
Estos paneles solares representan una pieza crítica para misiones espaciales como SABIA-Mar. Su capacidad para transformar la radiación solar en energía eléctrica es crucial, asegurando el funcionamiento continuo de los instrumentos a lo largo de la vida útil del satélite. Además, el equipo cuenta con una batería que almacena energía para su uso durante los períodos en los que el satélite queda en la sombra terrestre.
Según Hernán Socolovsky, jefe del Departamento de Energía Solar de la CNEA, estos módulos fotovoltaicos son parte del proyecto más grande en el que la institución está trabajando. La misión SABIA-Mar se enfoca en estudiar los océanos a nivel global, con especial atención en las regiones costeras de Argentina y Sudamérica. Se prevé su lanzamiento para principios de 2025.
Tecnología avanzada para estudiar los océanos
El sistema en el SABIA-Mar consta de cuatro paneles, cada uno midiendo 1,80 x 1,20 metros y pesando 12 kilos. En conjunto, ofrecen una superficie de 10 metros cuadrados y están equipados con 2400 celdas capaces de generar 2400 watts de potencia.
La CNEA ha estado desarrollando tecnología fotovoltaica espacial desde hace más de dos décadas. Los paneles utilizados en el SABIA-Mar incorporan tecnologías de mayor eficiencia, ofreciendo un ocho por ciento más de potencia en comparación con modelos anteriores. Estos paneles están siendo sometidos a pruebas de ciclado térmico en vacío en el Centro Espacial de la CONAE en Córdoba, simulando las condiciones del espacio para asegurar su resistencia y comportamiento adecuado.
Desarrollo local y perspectivas internacionales
Aunque actualmente la CNEA utiliza celdas solares comerciales para la construcción de paneles, el objetivo a largo plazo es producir celdas nacionales para uso espacial. Estas celdas deben cumplir con requisitos estrictos de eficiencia y resistencia a la radiación espacial, y la CNEA está investigando semiconductores III-V, como el arseniuro de galio, para este propósito.
Además, la CNEA ha estado colaborando con empresas privadas en el sector espacial, como Satellogic e Innova Space. Esta última ha lanzado cinco satélites al espacio, con paneles solares fabricados por la CNEA. También se han realizado exportaciones de tecnología espacial a la Comunidad Europea, marcando un paso importante en el plano internacional para la CNEA.
El trabajo en la CNEA abarca desde el desarrollo de tecnologías esenciales para el funcionamiento de satélites hasta la exportación de dichos componentes, evidenciando una sólida presencia en la vanguardia de la investigación espacial y energética a nivel global.