El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Coalición para la Antártida y el Océano Austral (ASOC) han expresado fuertes críticas hacia el retraso de propuestas para establecer áreas marinas protegidas en la Antártida, tras una reunión en Hobart (Australia) entre representantes internacionales. Un reclamo a tono con lo que diversas organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, vienen exigiendo.
Aplazamiento de áreas marinas protegidas en la Antártida
La comunidad internacional ha pospuesto propuestas para crear áreas marinas protegidas en la Antártida durante la reunión anual de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) en Hobart, a pesar de las amenazas y la gravedad de la situación climática, según la WWF.
Protección marítima en riesgo
La falta de medidas se evidencia en la postergación de decisiones sobre tres áreas marinas vitales en la Antártida, un estancamiento prolongado desde 2010, subraya WWF, lo que agudiza la crítica situación de los pingüinos y la presencia de gripe aviar.
Falta de progreso
Emily Grilly, directora del brazo de conservación de la Antártida de WWF, lamenta la inacción de 26 naciones y la UE durante más de una década, mientras ASOC, representada por Claire Christian, expresa su alarma ante la falta de avances frente a desafíos críticos.
Resistencia en el acuerdo
La resistencia de países como China y Rusia ha obstaculizado la creación de áreas protegidas en la Antártida. Propuestas lideradas por la Unión Europea y Argentina-Chile para áreas de varios millones de kilómetros cuadrados no han logrado consenso.
Crisis en la protección del krill
La CCRVMA enfrenta desafíos debido a las oposiciones de naciones como China y Rusia, impidiendo la creación de áreas protegidas. Además, el tema crucial de la protección del krill, base alimentaria del ecosistema antártico, ha sido amenazado por la pesca y la crisis climática.
La falta de ratificación y consenso entre los países participantes complica la aplicación efectiva de medidas de protección marina, dejando la protección de recursos vitales como el krill en una situación precaria.