Biodiversidad, un tejido vivo para nuestro planeta

Biodiversidad, un tejido vivo para nuestro planeta

Cuando hablamos de biodiversidad no solamente nos referimos al océano sino que todo aquello que está vivo, tiene grandes y fundamentales funciones para la salud del planeta. 

Aunque sin dudas, la biodiversidad marina juega un rol clave para la salud del planeta, lo que es claro es que toda la extensión de lo que conocemos como biodiversidad, término derivado de las palabras biología y diversidad, está en el centro de las preocupaciones medioambientales actuales. 

Esta palabra se refiere a todo el tejido vivo de nuestro planeta, abarcando las relaciones forjadas entre todos los seres vivos, por microscópicos que sean.

Los tres niveles de biodiversidad

Antes de profundizar en las distintas facetas de este complejo fenómeno, conviene recordar que existen tres niveles de biodiversidad:

  • La diversidad genética: se refiere a la variedad del patrimonio genético de una especie o población determinada.
  • Diversidad específica: está representada por todas las especies que conviven en un ecosistema o en el conjunto de la Tierra.
  • Diversidad de los ecosistemas: engloba los distintos tipos de ecosistemas y sus interacciones e interdependencias.

Las principales amenazas para la biodiversidad

Hay que decir que, desde hace varias décadas, la biodiversidad está sometida a una serie de amenazas que tienden a debilitarla o incluso a destruirla. Entre ellas cabe citar:

  • La destrucción de hábitats naturales: como consecuencia de la creciente urbanización, la expansión de las infraestructuras y la reconversión de tierras con fines agrícolas, los ecosistemas se ven a menudo profundamente transformados y sus habitantes desplazados.
  • La introducción de especies invasoras: ciertos organismos de reciente aparición en un entorno determinado pueden perjudicar a las especies locales, ya sea ahuyentándolas, compitiendo por los recursos o alterando el equilibrio ecológico existente.
  • La sobreexplotación de los recursos: ya sea mediante el comercio ilegal de animales salvajes, la pesca excesiva o la extracción masiva de minerales, el uso abusivo de los recursos naturales conduce irremediablemente al empobrecimiento general del tejido vivo.
  • Cambio climático: con el aumento de las temperaturas y su impacto en las condiciones meteorológicas, los ecosistemas se ven alterados y algunas especies tienen dificultades para adaptarse rápidamente a estas nuevas limitaciones.

Producción de recursos

De los innumerables beneficios que aporta la biodiversidad, la producción de recursos es sin duda el más conocido. 

Ya se trate de alimentos (frutas, verduras, pescado, etc.), de medicamentos (muchos de los cuales proceden de plantas o animales) o de materiales (madera, caucho, etc.), una gran parte de la riqueza de que dispone la humanidad procede directamente del tejido vivo.

Regular los ecosistemas

Pero la biodiversidad no se limita a lo que podemos obtener de ella: también desempeña un papel crucial en la regulación de los ecosistemas. 

En efecto, gracias a las complejas interacciones entre los organismos y su entorno, los medios naturales consiguen a menudo autorregularse para mantener condiciones favorables a la vida. La polinización de algunos insectos, la dispersión de las semillas por diversos animales o la purificación del agua por algunas especies vegetales son ejemplos convincentes.

La inspiración que nos da

Por último, conviene recordar que la biodiversidad es también una fuente inestimable de inspiración para el ser humano, en varios sentidos:

  • Descubrimiento de nuevas moléculas: como ya se ha dicho, los recursos naturales son un laboratorio al aire libre para los científicos que buscan principios activos con propiedades medicinales, cosméticas o de otro tipo.
  • Biomimetismo: derivado del griego «bios» (vida) y «mimesthai» (imitar), este concepto nos lleva a considerar la naturaleza como una formidable base de datos de la que es posible copiar o adaptar ciertos logros excepcionales para su uso en la tecnología moderna.
  • Maravilla: por último, admirar las innumerables maravillas del mundo vivo es una experiencia eminentemente enriquecedora, tanto personal como culturalmente. Desde una perspectiva más amplia, también contribuye al desarrollo del turismo y de las actividades de descubrimiento relacionadas.

¿Por qué preservar la biodiversidad?

Como ya se ha dicho, esta riqueza natural proporciona beneficios tangibles y esenciales tanto para los seres humanos como para el planeta.

Sin embargo, es urgente actuar, ya que está en juego nuestra propia supervivencia: sin estas interacciones estabilizadoras entre las distintas especies y su entorno, el equilibrio de los ecosistemas se vería amenazado.

Tomando conciencia de los problemas que rodean la preservación de la biodiversidad, todos podemos aportar nuestro granito de arena para proteger este tejido vivo tan valioso para el futuro de nuestro planeta.