El destino de los acuarios en tiempos de preservación de especies. Los casos del mundo que relatan las nuevas formas de proteger la vida de la fauna marina redefiniendo sus misiones y principios.
¿Pueden sobrevivir los acuarios en épocas de preservación de las especies? Esta inquietud atraviesa los foros ambientalistas y las agendas de proteccionismo animal.
Lo real es que, en paralelo al surgimiento de los nuevos paradigmas ambientales, existe la necesidad concreta de proteger a las variedades de la fauna que se encuentran vulnerables.
De este modo, muchos acuarios del mundo están cambiando sus perfiles y se suman a las causas que tienen que ver con la preservación de las especies.
Hay tres casos en distintos puntos geográficos de los cuales se difundieron sus actividades especiales y que ya son inspiración para otros lugares del planeta.
El caso de Sevilla
En relación a la preservación de las especies el Acuario de Sevilla es un caso especial. Desde sus inicios, hace ya más de una década, fue creado con el propósito de impartir a la población educación ambiental. También difundir los valores de la conservación de la biodiversidad marina.
Con el apoyo de las autoridades locales, este espacio público es considerado uno de los pioneros en España para recuperar variedades animales. Uno de los casos emblemáticos es el de la tortuga boba, la cual se encuentra en situación de vulnerabilidad.
Entre las tareas de los profesionales de la institución se encuentra el cuidado de ejemplares adultos, los cuales han sido recuperados con atención veterinaria.

Por otra parte, todo el personal del acuario acompaña el trabajo de divulgación, concientización y visibilización de preservación de las especies. Se trata de un mensaje que deben recibir todos los miembros de la comunidad sevillana para que la obra perdure en el tiempo.
El caso de Guachochi en México
En el municipio de Guachochi en la Sierra Tarahumara en México este año se inaugurará el primer acuario que albergará a ejemplares típicos de la zona. Entre los nombres que contemplan los especialistas se encuentran la mojarra, lobina, carpa y trucha, muy característica de la región.
El espacio contará con una sección especial dedicada a la vida silvestre para la preservación de especies. También se contemplan áreas de investigación para contribuir con la continuidad de aquellos ejemplares que en su hábitat natural se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
Respecto a las políticas que implementará el acuario las autoridades informaron que solicitarán permiso para poder cubrir todas las variedades de la fauna marina. El propósito es difundir, promover y cuidar y, para eso, se plantean cumplir todos los pasos.
El Gobierno Municipal, por su parte, será el administrador del proyecto y el encargado de supervisar todos los procesos. Se trata de un estado presente en el plan de la preservación de las especies
El caso de Santa Marta
El tercer caso tiene que ver con una transformación total desde las viejas concepciones hacia los nuevos paradigmas. El tradicional Acuario Rodadero ubicado en Santa Marta, Colombia, anunció que pasa a llamarse Centro de Vida Marina.
Luego de 60 años de presencia en la comunidad, no se trata solo de un cambio de nombre. Según se explicó en el anuncio la modificación tiene que ver con un nuevo compromiso con la naturaleza.
Bajo la nueva misión de generar una conexión entre las personas y la fauna marina, el nuevo Centro de Vida Marina se enfoca a exhibir animales, pero también a investigar y rehabilitar. Se trata de un propósito de preservación de especies junto con programas educativos y de sostenibilidad.
Para concretar el proyecto se sumaron instituciones colombianas y del Caribe, tanto nacionales como internacionales. Desde la Alcaldía de Santa Marta hasta organismos como la Fundación CIM, Conservación Internacional y el Banco CAF.
Con todas las expectativas puestas en la recepción de la población a esta nueva propuesta se planea un relanzamiento en el cual la comunicación de estas ideas será central.
¿Podrán todos los acuarios del mundo iniciar un nuevo camino hacia la apuesta por la preservación de especies? Los casos reales en curso o en desarrollo demuestran que es una posibilidad más que viable.
Será cuestión de tiempo y de ver como el recambio generacional genera presión en las autoridades por espacios de interacción con la fauna más sustentables.