Investigaciones en todo el mundo dan cuenta del peligro que corren las especies marinas. Su potencial desaparición tiene causas concretas y posibles consecuencias incluso en la vida humana
Los océanos, como recinto natural de las especies marinas, son vitales para que transcurra la vida en el planeta. No se trata solamente de la preservación de los ecosistemas en agua, sino que todos los seres de la Tierra dependen de la existencia oceánica.
De hecho, en la profundidad de los mares se genera la regulación del clima ya que allí se inician los fenómenos meteorológicos. Por otra parte, son fuente natural de energía, proteínas y todo tipo de sustancias minerales.
En los últimos tiempos, distintas voces autorizadas en ambientalismo y fauna alertaron sobre el peligro que corren los océanos respecto a sus equilibrios naturales¿Qué puede suceder si las especies que viven en ellos se extinguen?
La situación actual de las especies marinas
Según recientes investigaciones encabezadas por la Universidad de California las alteraciones sufridas por las especies marinas ya tienen impacto en la vida humana. En concreto, 24.159 variedades de animales que viven en los océanos son las causales de este proceso.
En principio, se confirma que los daños que enfrentan los seres marinos no solo tiene que ver con el calentamiento global y las emisiones de carbono. La afectación por acciones humanas como la pesca indiscriminada también contribuye al cuadro de amenaza. Estos son los conjuntos que enfrenta mayores amenazas:
- Moluscos: calamares y pulpos
- Crustáceos: langostas, gambas y cangrejos
- Equinodermos: erizos y estrellas de mar
En relación a las zonas que presentan mayor peligro para las especies marinas, el equipo de expertos indica que son las siguientes:
- Indo-Pacífico
- Océano Antártico
- Pacífico Oriental
- Pacifico Meridional
- Atlántico Tropical
A estos datos se suma que, según afirmó la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza el 44% de las especies corales están amenazadas.
Dadas las circunstancias, los océanos están bajo la lupa porque ya es un hecho que las especies marinas pueden desaparecer. Por esta razón, ya hay programas específicos que ponen en marcha cuidados y campañas de visibilización y concientización.
Las consecuencias directas del peligro de extinción
La contaminación y el calentamiento global afecta a las especies marinas, pero también a toda la biodiversidad de los océanos. En este escenario, especialistas advierten que los efectos podrían alcanzar a todo el resto de las especies.
Muchas variedades, como por ejemplo los peces, son reguladores climáticos naturales. En este caso, se trata de animales que almacenan carbono en sus cuerpos. Por esta razón, sin su capacidad de absorción de este elemento químico las condiciones climáticas se perjudicarían aún más.
En otro orden de cosas, en los océanos en los cuales viven las especies marinas se genera el oxígeno necesario para la vida de todo el Planeta. El desequilibrio que produce la desaparición de sus habitantes altera esta condición con sus respectivas consecuencias.
Algo que también hay que tener en cuenta es que las primeras especies que están en peligro de extinción son las consideradas como grandes depredadores. Se trata del conjunto compuesto por orcas, ballenas, tiburones, focas y tortugas, entre otras.
Sin estos eslabones de las cadenas alimenticias podrían generarse nuevas plagas con las correspondientes repercusiones en el resto de las especies. Las réplicas que el ser humano puede sufrir a causa de estas transformaciones son incalculables.
El caso de las tortugas marinas
En el contexto de alerta extrema por el peligro de extinción que sufren las especies marinas, el caso de las tortugas es aún más especial.
Durante décadas estos reptiles peligraron a causa de la caza indiscriminada y la falta de regulación en las zonas más sensibles. Fueron años de lucha por parte de los grupos proteccionistas en solicitud de medidas que las protegieran.
En los últimos tiempos, además, se sumó el riesgo que les ocasiona el cambio climático. Sucede que son animales que se reproducen en un momento especifico del año en el cual la temperatura del agua es propicia para engendrar igual cantidad de hembras y de machos.