Con su extensa costa atlántica, el país tiene un gran potencial para desarrollar energías marinas. A través del plan de transición energética 2030, se busca integrar estas fuentes renovables en su matriz energética, con la Patagonia como región clave para este avance.
Los océanos de Argentina, con su extensa costa atlántica, poseen un potencial considerable para el desarrollo de energías marinas, aunque este sector aún se encuentra en una fase incipiente.
Transición energética
La transición energética que el país busca implementar hacia 2030, conforme a las directrices del Plan de Transición Energética 2030, incluye la ampliación de la matriz energética con una mayor participación de energías renovables, entre las que destaca la energía marina.
Este plan es fundamental para cumplir con los compromisos internacionales de Argentina de reducir las emisiones de carbono en un 19% para 2030 en comparación con los niveles de 2007.
Uno de los proyectos más prometedores en el país es la evaluación del potencial de la energía mareomotriz y undimotriz en la región patagónica.
La Patagonia, con sus fuertes y constantes corrientes y oleaje, ofrece condiciones ideales para la generación de energía a partir del mar.
No obstante, estos proyectos requieren de una inversión significativa en investigación y desarrollo, así como el establecimiento de políticas públicas que fomenten su implementación.
Hasta la fecha, se han realizado estudios preliminares en varias áreas, especialmente en la costa sur del país, para determinar la viabilidad de estos proyectos.
El avance de la energía marina en Argentina también está ligado al desarrollo de infraestructura, como la expansión de las líneas de transmisión de alta tensión necesarias para integrar la energía renovable en el sistema eléctrico nacional.
El Plan de Transición Energética 2030 establece que, para alcanzar una mayor participación de las energías renovables en la matriz energética, serán necesarias inversiones significativas en la infraestructura de transmisión.
Esto incluye no solo la construcción de nuevas líneas de alta tensión, sino también la modernización y mantenimiento de las existentes para asegurar que la energía generada, incluyendo la marina, pueda ser distribuida de manera eficiente.
A pesar de los desafíos, Argentina tiene la oportunidad de posicionarse como un líder regional en el desarrollo de energías marinas.
Esto no solo contribuiría a la diversificación de la matriz energética del país, actualmente dominada por fuentes térmicas, sino que también representaría un avance significativo en los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático.
La explotación de la energía marina podría jugar un papel crucial en la transición de Argentina hacia una economía más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
En resumen, mientras que el desarrollo de la energía marina en Argentina aún está en sus primeras etapas, el país cuenta con un potencial considerable que, con el apoyo adecuado en términos de inversión y políticas, podría transformar la manera en que se genera y consume energía.
Argentina, con su vasto litoral y recursos naturales, podría convertirse en un referente en la explotación de energías renovables en América Latina, contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático y al desarrollo de una economía más verde y sostenible.