Icebergs y glaciares son dos tipos de masas de hielo muy estudiadas por la ciencia. En épocas de crisis climática, los ambientalistas tienen su atención puesta en los derretimientos de estos hielos y sus consecuencias.
Luego de la noticia del desprendimiento de uno de los exponentes más grandes del mundo surgieron muchas dudas respecto a los icebergs y sus diferencias con los glaciares.
Sucedió durante 2024 que el llamado A23, un bloque de aproximadamente 3.600 metros, abandonó su lugar de origen y se lanzó a la deriva. Así fue que se lo divisó desprendido, desde el Mar de Weddel, hacia las aguas del Mar Antártico.
Por cierto, fue reportado por última vez en las costas de las Islas Orcadas del Sur, cerca de la provincia de Tierra del Fuego, en Argentina. A partir de allí, se desconoce la continuidad de su recorrido en el futuro inmediato.
Este, como todos los icebergs, en un principio formó parte de bloques congelados que se encuentran en el mar. Dicho de otro modo, en algún momento todos han sido parte de los glaciares y luego, por fenómenos físicos, se separan.
Ocurre que mientras los glaciares se trasladan por su flotación a través del mar, se producen grietas. Con el tiempo, estos resquebrajamientos conllevan a un gran quiebre el cual le da lugar al surgimiento de los icebergs.
Pero ¿Cuáles son las verdaderas diferencias definitivas entre unos y otros? ¿Cuáles son las características de los glaciares que los convierten en factores tan importantes para la vida en la Tierra? ¿Cómo suceden los desprendimientos y cuáles son los fenómenos que transitan hasta llegar a esta separación?
Los glaciares, esas masas de agua fundamentales para la vida
Los glaciares son masas de hielo compacta y gruesa que se encuentran congeladas en la zona de los polos del Planeta Tierra. Los dos puntos geográficos centrales en los cuales se los puede encontrar son la Antártida, también conocida como el continente blanco, y Groenlandia. Entre sus principales características se pueden enumerar las siguientes:
- Se conforman con el paso de mucho tiempo a causa de las bajas temperaturas
- Para que existan se tiene que compactar en un mismo espacio hielo y nieve
- Cada glaciar puede extenderse varios cientos de kilómetros
Ambos territorios son, a grandes rasgos, bloques de agua congelada en inmensas dimensiones. Pero no se trata de estructuras que permanecen inmóviles. Por el contrario, se trasladan por el impulso de las corrientes marinas.
De esta forma, a causa de la presión del agua y de los cambios del clima, los glaciares pueden modificar su ubicación en el mapa. A partir de estos fenómenos, surgen otras figuras como los icebergs.
Durante los últimos años, a causa del calentamiento global, ha surgido una enorme preocupación por el derretimiento que están presentando los glaciares. Al respecto, los científicos advierten que su derretimiento es muy riesgoso ya que de ellos dependen la continuidad de los ecosistemas marinos que oxigenan el agua y la atmósfera.
Mitos y verdades sobre los icebergs
Los mitos populares y el cine han hecho de los icebergs figuras muy poéticas. Lo cierto es que forman parte de la naturaleza y, por eso, los investigadores llevan años analizándolos.
Estas masas de agua congelada son desprendimientos de lo que, en un principio, conformaba los glaciares. Con el efecto del movimiento durante su traslado, el hielo se quiebra y se generan los icebergs.
De variados tamaños, los cuales pueden ser desde 50 metros hasta varios cientos de kilómetros, los icebergs flotan en el mar. Por sus grandes dimensiones y su capacidad de viajar a la deriva es que justamente que se los considera un peligro para las embarcaciones marítimas. Al igual que los glaciares, los icebergs están siendo amenazados por el calentamiento global. En este sentido se estudia si es el caso de A23, considerado como el más grande del mundo, el cual viaja sin rumbo desde hace algunos meses.
Un dato importante, tanto para icebergs como para glaciares, es que el efecto de sus derretimientos acelerados por la crisis del efecto invernadero tiene consecuencias severas. A propósito, la actual crecida en los niveles del mar tiene que ver y mucho con esta cuestión.
Además, son agentes fundamentales para la conservación de la biodiversidad marina y la preservación de los ecosistemas. La cantidad de agua que los integran y el efecto del frío que conllevan los vuelve vitales para la supervivencia de las especies.
Los glaciares y los icebergs forman parte de los océanos y por esta razón son trascendentales para la conservación de las aguas y la continuidad de la vida.
