La ciencia avanza en las investigaciones sobre la comunicación sonora entre los seres humanos y las ballenas. El camino recorrido por los expertos hasta dar con esta confirmación y los progresos de la técnica para lograr estos diálogos.
Científicos de distintas partes del mundo, desde hace mucho tiempo, estudian la posibilidad de conversar con las ballenas. En esta oportunidad sucedió que, en realidad, la búsqueda no se orientaba hacia el reino animal, sino que se trataba de una exploración en cuanto a la vida en otros planetas.
Lo cierto fue que un grupo de expertos pertenecientes al Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestres, conocido como SETI, se encontraban realizando una expedición en el fondo del mar. Cabe aclarar que este tipo de prácticas ya habían sido implementadas por la NASA desde la década de 1960 en adelante y se estima que así fue el ensayo del alunizaje. En este caso, sucedió en la zona de Alaska, en Estados Unidos, cuando recibieron una respuesta. Pero no se trató de una señal proveniente de otro planeta sino de una reacción de un espécimen de ballena jorobada. A posteriori, los investigadores informaron que el intercambio con el animal duró unos veinte minutos en total.
Ya hubo en el pasado antecedentes de comunicación entre ballenas y humanos. Es por eso que para los especialistas esta posibilidad existía, pero en este caso fue un hallazgo sin precedentes.
A propósito, está comprobado que las ballenas tienen la capacidad de comunicarse entre sí mediante sonidos que emiten en el fondo del mar. Esta es una de las razones por las cuales se conmina a revisar los estándares de contaminación sonora en los océanos, la cual las perjudica ya que altera su comportamiento.
Respecto a cómo ocurrió el episodio el instituto informó que se utilizó un altavoz submarino. Lo que se hizo fue reproducir mediante el dispositivo llamadas de ballenas grabadas previamente. Si bien hubo muchos ejemplares que circularon cerca de la embarcación en la que estaban los científicos hubo una en particular que respondió.
La ballena con la cual se produjo la interacción fue llamada Twain y con ella se sostuvo un diálogo con intervalos. Para sostener esta conversación se utilizó inteligencia artificial que contribuyó en tiempo real a identificar los mensajes.
Según los miembros del SETI las semejanzas entre los cantos de las ballenas y las señales espaciales son extremadamente parecidas. Por esta razón, el avance en relación al contacto con estos animales también implica un avance sobre la posibilidad de hacer contacto con la vida extraterrestre.
Las ballenas jorobadas y su capacidad de comunicación
Las ballenas jorobadas son una especie de cetáceo que habitan en los océanos Pacífico, Atlántico y Ártico. También es posible encontrarlas en la Antártida. Esto quiere decir que su hábitat puede ser las aguas tropicales como así también las aguas heladas ya que migran según la estación del año.
Estos mamíferos viven y se trasladan en grupos, por lo cual se los puede considerar seres sociales. De hecho, se reproducen en los trópicos ya que allí tienen sus crías y luego vuelven hasta los polos helados donde permanecen la siguiente temporada.
Por su comportamiento y robustez son considerados predadores del último eslabón de la cadena alimentaria de los océanos. Entre las especies que consumen se encuentran principalmente el kril, el arenque, el salmón y el capelán.
Durante las expediciones del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestres también hubo observaciones sobre las características de estas ballenas. En este sentido, los investigadores afirman que son animales con una inteligencia destacable.
También subrayaron que su forma de vida consiste en sistemas sociales de complejidad y que tienen formas de subsistencia muy sofisticadas. Además, según pudo verificar el equipo de SETI, cazan su alimento mediante redes submarinas que elaboran con burbujas.
Respecto a las formas de comunicarse aclararon que también es muy abierta con un lenguaje que es muy complejo. En relación a los mensajes que emiten lo hacen mediante sonidos similares a los gritos y gemidos humanos.
Desde luego, toda esta información es el puntapié para más investigaciones que continuarán en el futuro. La intención de la ciencia es saber más, tanto para lograr descubrimientos sobre las aptitudes de las ballenas como para lograr aproximaciones hacia la vida espacial.
