¿Por qué debemos proteger los océanos? Las cifras clave

¿Por qué debemos proteger los océanos? Las cifras clave

El océano es uno de los ecosistemas más vitales de nuestro planeta. Alberga una increíble diversidad de vida marina y proporciona recursos esenciales para la humanidad. Pero hoy se enfrenta a una serie de amenazas que ponen en peligro su salud y supervivencia.

Los océanos están en la mira de todos los esfuerzos para comunicar y actuar sustentablemente, pues hay una creciente consciencia de que las actividades humanas como la sobrepesca, la contaminación (sobre todo por plásticos) y el cambio climático están teniendo un impacto devastador en los ecosistemas oceánicos.

Aquí, cifras clave que le ayudarán a comprender mejor la importancia del océano en nuestras vidas y, sobre todo, las amenazas a las que se enfrenta en la actualidad.

9 millones de toneladas de plástico en el océano

Nueve es una estimación (¡en millones de toneladas!) de la cantidad de plástico que acaba en el océano cada año.

Estos residuos plásticos tienen consecuencias dramáticas, sobre todo para la biodiversidad marina: algunas especies quedan atrapadas en los residuos de mayor tamaño (redes, bolsas, etc.), mientras que otras confunden las micropartículas producidas por la degradación de los objetos de plástico con alimento (lo que puede provocar su intoxicación y muerte).

La flora también se ve directamente afectada: la mayor parte de los residuos en el océano se hunde, cubriendo los fondos marinos y asfixiando a las plantas (corales, etc.).

Además del impacto sobre la salud, los residuos, en particular los plásticos, tienen un 

impacto financiero real, estimado actualmente en unos 13.000 millones de dólares al año (según la ONU).

El océano regula el clima

El océano desempeña un papel fundamental en la regulación del clima.

Al capturar casi el 30%* del CO2 emitido por el hombre, es lo que se conoce como un «sumidero de carbono» especialmente eficaz.

Desgraciadamente, el aumento de las emisiones de CO2 vinculadas a la actividad humana hace que sea a la vez más caliente y más ácido (en sólo 250 años, se ha vuelto un 30% más ácido), y por tanto menos propenso a absorber CO2.

Este fenómeno de acidificación de los océanos también tiene repercusiones en la biodiversidad marina y, como efecto de arrastre, en las poblaciones que dependen de ella.

Economía azul

En la Unión Europea, 4,5 millones de personas trabajan en sectores relacionados con el océano, el mar y las zonas costeras (la famosa economía azul).

Estos mismos sectores producen alrededor del 40% del PIB de la Unión Europea.

En cuanto a sudamérica, en Argentina

En cuanto a Sudamérica, en Argentina, la «economía azul» es también un sector significativo, aunque menos desarrollado en comparación que en “el viejo continente“.

Allí, el sector pesquero y las actividades relacionadas con los océanos representan una fuente importante de empleo y producción económica. 

Por ejemplo, se estima que alrededor de 500,000 personas están empleadas directa o indirectamente en actividades vinculadas a la pesca, la acuicultura y otras industrias marinas. 

Estas actividades generan un impacto económico considerable, contribuyendo a la economía nacional, especialmente en regiones costeras como Mar del Plata y Puerto Madryn​. Sin embargo, la falta de una gestión sostenible y la presencia de actividades ilegales, como la pesca no regulada, han afectado negativamente el potencial de la economía azul en Argentina. 

Esto resalta la necesidad de una mayor cooperación regional y la implementación de políticas más efectivas para maximizar los beneficios económicos del océano de manera sustentable. 

Especies marinas

El océano alberga una biodiversidad única e irremplazable. Es el mayor ecosistema del planeta y alberga entre 500.000 y 10 millones de especies que viven en aguas profundas de todo el mundo.

Las zonas protegidas sólo cubren el 11,1% del dominio marino. Esto dista mucho de ser suficiente para preservar todas las especies que allí viven.

Para preservar esta riqueza, necesitamos poner en marcha políticas de protección eficaces y sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de proteger el océano y su biodiversidad.

El mar que respiramos

El océano produce más del 50% del oxígeno que respiramos. También regula el clima mundial y actúa como eslabón esencial de nuestro bienestar en la Tierra.

Por desgracia, la contaminación de los océanos también tiene un impacto considerable en nuestra salud. 

Se está estudiando el impacto de la contaminación plástica, microplástica o nanoplástica y bacteriológica en la salud humana, sobre todo en términos de trastornos gástricos, problemas ORL, infecciones cutáneas y patologías más graves.

Así pues, la salud del océano está íntimamente ligada a la nuestra.

Estas cifras clave reflejan una realidad alarmante: el océano es vital para nosotros, pero también está en terrible peligro.