Ambientalistas y referentes del turismo marítimo mantienen controversias respecto a la contaminación. Sin embargo, ambas partes tienen puntos en común y grandes conversaciones pendientes.
La situación del turismo marítimo tiene dos puntos de vista, en absoluto válidos. Por un lado, desde los sectores ambientalistas se solicita rever con urgencia el volumen de contaminación que esta actividad genera en el ambiente. Por otra parte, se trata de una industria gracias a la cual viven miles de personas y que también requiere preservar la naturaleza para continuar.
Esta discusión se extienden en el tiempo desde hace décadas y este año durante la 29° Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, también conocida como COP29, se expusieron las distintas miradas. A la hora de mencionar un punto en común, sin dudas, es la necesidad de inversión para preservar los ecosistemas.
Lo cierto es que el turismo marítimo funciona si y sólo si la naturaleza tiene su esplendor para ofrecer a los visitantes. En caso contrario, este comercio perdería por completo su atractivo. Mientras tanto, desde las voces proteccionistas denuncian los efectos puntuales que genera la recreación sobre la naturaleza.
¿Es posible reducir la contaminación y, a su vez, sostener el turismo marítimo?
El turismo marítimo en números
Es una realidad que el turismo marítimo es un sector muy importante para la economía global. Por esta razón, y por su incidencia directa en el impacto ambiental, el tema tuvo lugar en la COP29. Hasta allí se sumó el Consejo Mundial de Viajes y Turismo para sentar posición y sumar al trabajo en conjunto.
El foro presentó un informe con cifras detalladas con el propósito de dar cuenta de porqué es tan importante dedicar esfuerzos para rescatar al turismo marítimo:
- Solo en el año 2023 el rubro facturó 1.5 billones de dólares
- En la actualidad 52 millones de personas viven del trabajo que se realiza en el turismo en las costas de todo el mundo
- La mitad de los gastos que realizan las personas en viajes y ocio van dirigidos al turismo marítimo
- Los estados nacionales perciben en concepto de impuestos fiscales 820.000 de dólares por período gracias a esta área comercial
- La inversión estimada necesaria para que el negocio pueda reducir las emisiones de carbono es de 30 a 65 mil millones de dólares
Ahora bien, el otro lado del turismo marítimo son las huellas que deja en el ecosistema. Sobre esto también hay datos específicos provistos por el Consejo:
- Según los registros realizados en 2023 el turismo marítimo es responsable del 0.8% de las emisiones de carbono
- A causa de su impacto en el medio ambiente, las regiones costeras y sus pobladores sufren avatares climáticos como aumento en el nivel del mar, erosión en las riberas y otros fenómenos como tormentas y huracanes
- Las zonas más afectadas están sobre las costas del Pacifico
Así las cosas, la pregunta es qué postura tomarán los estados quienes, por un lado, deben impulsar sus economías y, por otro, establecer compromisos internacionales con el ambiente.
El turismo marítimo y la cuestión del plástico
En los últimos tiempos, desde distintos informes, Naciones Unidas advierte de su preocupación por la contaminación que genera en turismo en todo el mundo. Desde luego, en las zonas costeras se produce la mayor cantidad de consecuencias ya que 8 de cada 10 viajeros eligen un destino de mar.
En este sentido, el turismo marítimo, como muchas otras sub categorías, utilizan una exorbitante cantidad de elementos de plástico descartable para brindar confort a sus visitantes.
Por estos datos surgió la iniciativa Transformando las Cadenas del Valor del Turismo. La propuesta fue impulsada por la oficina ONU Turismo y está orientada a crear conciencia y modificar usos y costumbre en el rubro hotelero.
De este modo, cadenas ubicadas en destinos paradisíacos como República Dominicana y Filipinas, entre otros, ya comenzaron a marcar el rumbo. Estos servicios iniciaron una transformación, suplantando el uso del plástico por otras opciones sustentables.
Algunos ejemplos son la implementación de empaques biodegradables, la purificación y embotellamiento del agua para el consumo, la disposición de dispenser recargables y otros.
A estos programas de cambios los empresarios hoteleros los llamaron “pequeños pasos”. Será cuestión de tiempo evaluar el alcance de este tipo de políticas ambientales para la reducción del impacto climático por parte del turismo marítimo.