Qué pasó con la resolución judicial por el derrame de petróleo ocurrido en Perú hace más de 3 años. Las consecuencias del episodio y lo que dicen los especialistas sobre el resarcimiento que debería hacer la empresa responsable.
En enero de 2022 irrumpió en Perú la noticia de un derrame de petróleo que derivó en un desastre ambiental. Las empresas señaladas fueron Repsol y Fratelli d´Amico, la primera propietaria del crudo y la segunda transportaba los 11 mil barriles esparcidos en el mar peruano.
Tras los hechos se confirmó que durante el derrame no solo se afectaron las áreas protegidas sino también a la biodiversidad y a la economía regional.
Sucede que cientos de animales se vieron afectados y miles de pescadores perdieron sus fuentes de ingresos de un día para el otro. A partir de este caso se inició un proceso judicial que dura hasta el presente.
Mientras tanto, el incidente fue catalogado por los ambientalistas y científicos como la peor catástrofe de contaminación que vivió el territorio peruano en su historia.
La información más reciente es que en abril hubo una audiencia en la que participaron las dos compañías y el Ministerio Público. El reclamo era un pago de 128 millones de dólares para compensar daños medioambientales y a la comunidad.
Sin embargo, no hubo posibilidad de acuerdo porque el juez rechazó el acuerdo. Ante esta decisión el Estado apeló y se espera un nuevo llamado de la justicia a las partes en una próxima instancia.
En lo que puede ser la antesala de un juicio histórico que siente jurisprudencias para otros casos en el mundo, buena parte de la población afectada sigue sin respuestas. En este contexto, los especialistas plantean controversias sobre cómo se debe calcular la compensación económica.
¿Con qué criterios se evalúan los daños generados por la mayor tragedia ambiental de un país? ¿Quiénes intervienen en la decisión? ¿Cuáles son los factores de pérdidas que se tienen en cuenta?
Valoración: La palabra clave para resarcir un derrame ambiental
A la espera del avance de la causa judicial por el derrame de petróleo en Perú considerado el peor desastre ambiental de la historia, voces autorizadas se expresan.
Lo primero que hay que saber es que la primera valoración del caso la hizo una de las partes responsables. Fue justamente Repsol quien presentó una propuesta que incluía una suma de 4800 soles peruanos, aproximadamente 1300 dólares, para cada pescador afectado.
Un dato fundamental que señalan los especialistas es que no solo hay que calcular pérdidas económicas en el momento del hecho sino a lo largo del tiempo.
En relación a esta cuestión, el Banco Mundial, por su parte, hizo un estimado de 10 meses de lucro cesante para los pescadores dedicados a la captura de 8 especies.
La Universidad Nacional de Ingeniería, por su parte, cuestiona el aporte del organismo. La institución académica afirma que son más de 30 las especies dañadas que salieron de circulación por lo cual no es posible que sean utilizadas para la pesca.
El Programa de Gobernanza Marina de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, también conocido como SPDA, se sumó al debate. El ente agrega un concepto central y es que no solo hubo afectación de la fauna sino también de todo el ecosistema en general.
En este punto se agrega un tema crítico ¿Qué sucede con el crudo luego de un derrame de petróleo? La respuesta que aporta el SPDA es simple y contundente ya que todo el material contaminante se acumula en el fondo del mar.
Así las cosas, cada vez que hay un evento meteorológico adverso, lo cual en tiempos de cambio climático es muy frecuente, el oleaje vuelve a remover las sustancias tóxicas y todo vuelve a comenzar.
Por todos estos sub temas es que el debate sobre cómo calcular la valoración para resarcir un derrame ambiental parece interminable. La lista de perjuicios ambientales que, de forma directa o indirecta, afectan la calidad de vida de las comunidades parece ser mucho más extensa de lo que se creía en un primer momento.
Mientras esta conversación se complejiza, el pueblo peruano espera resoluciones sin fechas judiciales en el futuro inmediato.
