El Agujero Azul, en el Mar Argentino, es un tesoro marino con una riqueza ecológica invaluable. La urgencia por su protección se ha vuelto crítica, pero ¿qué significa realmente este sitio y por qué su preservación es vital para el ecosistema?
¿Qué es el Agujero Azul?
El Agujero Azul, en el océano Atlántico Sudoccidental, representa una región donde Argentina ejerce soberanía para la gestión de recursos naturales y la conservación marina. Su declaración como Área Marina Protegida Bentónica es vital para salvaguardar no solo sus 148,000 km2 de fondos oceánicos, sino también su variada vida marina.
Compromiso pendiente
A pesar del proyecto de ley que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados en 2022, su aprobación en el Senado argentino es esencial antes del 30 de noviembre para evitar que pierda estado parlamentario. La protección del Agujero Azul es urgente debido a sus ecosistemas únicos y su papel clave en la mitigación del cambio climático.
Ubicación y significado
Situado a 500 km del golfo de San Jorge, entre Chubut y Santa Cruz, el Agujero Azul está en la Plataforma Continental Argentina, parte integrante del patrimonio marítimo del país desde 2019. Su preservación es un acto de soberanía y conservación de nuestra riqueza marina.
Importancia de su creación
La designación de esta Área Marina Protegida frenaría la pesca destructiva de arrastre de fondo, práctica realizada por flotas internacionales sin regulación en el área. Detener estas actividades contribuiría significativamente a preservar la biodiversidad marina y reducir las emisiones de carbono.
El rol de los senadores y su impacto global
Los Senadores argentinos tienen el poder de detener la devastación del Agujero Azul, fortaleciendo la conservación marina y afirmando la soberanía del país. Su aprobación sentaría un precedente no solo nacional, sino también global, en la protección de espacios marinos vulnerables y su biodiversidad.
El Agujero Azul es una zona marítima rica en diversidad biológica, albergando esponjas, corales de agua fría, estrellas de mar, anémonas, gusanos poliquetos y especies pesqueras como la merluza austral, merluza negra, faneca plateada, congrio y calamar argentino. Estos organismos forman parte de un ecosistema único y frágil que enfrenta graves amenazas.
Según han advertido diversas organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, la protección del Agujero Azul no solo conservará estos hábitats, sino que también preservará los valiosos recursos genéticos, facilitará la circulación de nutrientes y contribuirá al almacenamiento de carbono, elementos cruciales en la lucha contra el cambio climático.
S ubicación estratégica en el talud continental lo convierte en un área prioritaria para la iniciativa interministerial del Gobierno, Pampa Azul. Dicha región, además, es respaldada por expertos científicos y organizaciones de la sociedad civil, quienes subrayan su importancia para la biodiversidad marina y la mitigación de impactos ambientales.
La creación del Agujero Azul como Área Marina Protegida no solo detendría la pesca destructiva de arrastre de fondo sino que, además, fortalecería la soberanía argentina y sentaría un precedente en la conservación marina a nivel mundial. Este es un llamado a la acción para proteger una de las joyas ecológicas del país y preservar su diversidad marina para las futuras generaciones.