El año pasado, Argentina enfrentó una compleja encrucijada entre la política, la economía y la preservación ambiental. El reflejo de esta lucha se manifestó en proyectos sin licencia social, la amenaza al ecosistema marino y el persistente avance de la deforestación. Esta crónica detalla los desafíos, contradicciones y algunas luces de esperanza en el escenario ambiental del país.
Política y economía: freno para la conservación
La parálisis parlamentaria y los recortes presupuestarios en 2023 impactaron severamente las iniciativas de conservación. Los comicios presidenciales y las elecciones provinciales sumaron a la parálisis legislativa, afectando proyectos clave como la protección de humedales y regulación de envases.
Impacto económico: urgencia versus conservación
La crisis económica, con una inflación desbocada y la depreciación de la moneda, llevó a recortar presupuestos en áreas estatales. Esto resultó en la desaceleración de programas de conservación y el impulso de prácticas extractivistas sin considerar la licencia social ni los impactos ambientales.
Overshoot Day: desequilibrio ambiental
El Día del Exceso de la Tierra, que marca el excedente en el consumo de recursos, se registró en junio en Argentina, indicando una demanda de recursos superando la capacidad de regeneración. Manuel Jaramillo de la Fundación Vida Silvestre Argentina resume la situación: se necesitarían casi dos planetas si todos explotaran recursos como lo hace Argentina.
Javier Milei: contradicciones en la política ambiental
A pesar del escepticismo sobre el cambio climático, el presidente Javier Milei envió a un representante a la COP28 en Dubai, comprometiéndose a seguir el Acuerdo de París. Sin embargo, su administración fragmentó el ministerio de Ambiente, generando incertidumbre sobre el enfoque ambiental futuro del país.
Proyectos sin licencia social: conflictos y descontento
El incumplimiento de normas de participación pública en proyectos ambientales generó tensiones, como en Jujuy, donde comunidades indígenas rechazaron la explotación de litio. Natalia Morales del Frente de Izquierda y de los Trabajadores destaca que este rechazo impulsó demandas territoriales y consultas previas.
Un mar vulnerable: peligros en las aguas argentinas
La realización de prospecciones sísmicas y la construcción de un puerto petrolero amenazan la biodiversidad marina en el Mar Argentino. La resistencia se enfrenta a proyectos que podrían causar daños irreparables, como la construcción de represas en Santa Cruz.
Deforestación en aumento: un desafío constante
Los datos más recientes revelan una preocupante realidad: entre enero y septiembre de este año, se perdió un considerable volumen de bosque nativo en la región del Chaco argentino, un 21 % más que el año anterior. Este patrón constante de deforestación preocupa a expertos en conservación, quienes alertan sobre la aceleración de este fenómeno desde el segundo semestre de 2021.
La situación ha llevado a la intervención de la Corte Suprema a raíz de un pedido presentado por Greenpeace, entidad comprometida con la protección de especies en riesgo como el yaguareté. Esta pérdida de bosques no solo afecta la biodiversidad, sino que también pone en riesgo áreas protegidas y compromete la asignación de recursos destinados a su conservación.
El incumplimiento de normativas establecidas para la protección forestal y las irregularidades en procesos que buscan integrar la participación ciudadana en asuntos ambientales son puntos críticos señalados por expertos y organizaciones como Greenpeace.
Luces de esperanza: prácticas sostenibles
Se presentan iniciativas prometedoras como el Plan de Manejo de Bosques con Ganadería Integrada y la Ley de Promoción de Producción Orgánica, ofreciendo alternativas para conciliar la producción agropecuaria con la conservación ambiental.
Este panorama revela desafíos complejos y contradicciones profundas en la gestión ambiental argentina, mientras algunas medidas prometedoras apuntan hacia un futuro más sostenible.