La pesca ilegal china aumentó 800% su actividad en el Mar Argentino durante la última década
A shark is hauled in as bycatch by crew onboard an Iranian flagged vessel fishing for tuna in the Northern Indian Ocean. These vessels often fish for tuna with 7 mile long gill nets, fishing with a gill net over 1.5 miles is illegal. Greenpeace is in the Northern Indian Ocean to bear witness to the destructive fishing practices of under documented fishing fleets which it is estimated cause the bycatch of 80-100,000 cetaceans per year.

 La pesca ilegal china aumentó 800% su actividad en el Mar Argentino durante la última década

Un informe alerta sobre la preocupante amenaza que representa el crecimiento de la pesca ilegal chinas para los recursos económicos y la estabilidad ecológica en la región.

La flota pesquera china ha estado avanzando en los mares sudamericanos, comprometiendo gravemente los recursos pesqueros de la región y afectando el equilibrio de los océanos. Los datos satelitales proporcionados por la plataforma Global Fishing Watch y analizados por el Círculo de Políticas Ambientales revelan un alarmante incremento del esfuerzo pesquero de la flota de agua distante, principalmente conformada por barcos de bandera china. Esta explotación desmedida amenaza la sostenibilidad de la pesca y podría estar implicada en prácticas ilegales y perjudiciales para los ecosistemas marinos.

El esfuerzo pesquero aparente de la flota china

El concepto de «esfuerzo pesquero aparente» se basa en el monitoreo de las transmisiones del Sistema de Identificación Automática (AIS) de las embarcaciones. El aumento de horas de pesca detectado en las embarcaciones de bandera china en la última década es preocupante, multiplicándose por ocho en este período, una magnitud que pone en relieve la falta de suficientes controles y regulaciones para este tipo de prácticas pesqueras. Además, la pesca ilegal pone en riesgo la sustentabilidad de recursos marinos y perjudica a las comunidades pesqueras locales.

Impacto en los recursos pesqueros

Lo analizado por el Círculo de Políticas Ambientales centró su estudio en el comportamiento de las embarcaciones de bandera china en la región cercana a la zona económica exclusiva de Argentina. El aumento del esfuerzo pesquero aparente es un indicador del riesgo sobre los recursos marítimos, especialmente en el caso del calamar o pota, especies cuya explotación desmedida e ilegal atentan contra los pescadores locales y la seguridad alimentaria de la población.

Prácticas de pesca ilegal e impacto ambiental

Además del aumento del esfuerzo pesquero, la flota china ha sido señalada por realizar prácticas de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), lo que agrava aún más la situación. Esta depredación de los recursos marinos incide en el equilibrio de los ecosistemas, poniendo en peligro a especies vulnerables tales como elefantes y lobos marinos, delfines, tiburones y rayas.

La responsabilidad de China

Incluso cuando la evidencia de las actividades de la flota pesquera china en mares sudamericanos se incrementa sensiblemente, el presunto compromiso del gobierno chino con la preservación no se ha reflejado en medidas efectivas. Los subsidios a la flota de aguas distantes son un obstáculo importante para la sostenibilidad de las poblaciones de peces en todo el mundo, y se requiere una mayor transparencia y regulación en este sentido.

El desafío para los países sudamericanos

Los países del sur de América se enfrentan entonces a un desafío significativo: abordar la depredación de la flota china de manera eficiente. Deben equilibrar la protección de sus recursos marinos con las relaciones bilaterales con China, que a menudo están vinculadas a aspectos comerciales y financieros. Resulta indispensable la toma de medidas políticas, especialmente legislativas, para proteger los recursos pesqueros y garantizar la sustentabilidad pesquera.

La presencia así como la expansión de la actividad pesquera de China en los mares del sur de América representan una auténtica amenaza para los recursos biológicos, tanto como para el equilibrio de los ecosistemas. La comunidad internacional, incluyendo a los países sudamericanos, debe unirse en la búsqueda de soluciones efectivas para regular y controlar estas prácticas pesqueras. Proteger la sustentabilidad de la pesca, apoyar a las comunidades de pesqueros locales y conservar la biodiversidad marina es un compromiso que todos deberíamos asumir de cara a las futuras generaciones. En tal sentido, el esfuerzo de organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, pretende sumar cada vez mayor fuerza civil a este tipo de iniciativas.