Los riesgos de la exploración offshore en el Mar Argentino

 Los riesgos de la exploración offshore en el Mar Argentino

A comienzos de julio, una exploración offshore devastadora afectó a la plataforma marina en el Golfo de México, utilizada para la extracción de gas y petróleo.

Se conoce como exploración offshore, o mar adentro, a la explotación de recursos petroleros en aguas profundas. En estos momentos, el gobierno nacional está buscando expandir el negocio de la extracción de petróleo al Mar Argentino de la mano de algunas de las empresas de hidrocarburos más importantes del mundo.

Esta búsqueda indiscriminada de ganancias ya viene generando perjuicios en las costas de la Patagonia. Pero ahora, compañías como YPF y Shell buscan extender sus efectos devastadores a 300 kilómetros de las costas bonaerenses. Y es que la extracción de petróleo en alta mar conlleva una serie de peligros tanto para la biodiversidad marina, como para la de todos los seres humanos del planeta, que vale la pena considerar. 

Ejemplos recientes, como el de la explosión de la plataforma marina de la empresa petrolera Petróleos Mexicanos (PEMEX) en el Golfo de México son un ejemplo ineludible de las terribles consecuencias para el medioambiente marino de esta actividad. En especial, en un contexto de crisis ambiental como el que está atravesando el mundo en estos momentos.

Exploración offshore: Mar Argentino en peligro

La empresa petrolera noruega Equinor ya tiene el permiso del gobierno argentino para llevar a cabo la primera perforación en busca de petróleo en aguas ultra profundas del país. Según datos de la compañía, el denominado Pozo Argerich tendrá una profundidad de 4000 metros y los trabajadores comenzarán a perforar a más de 1500 metros bajo el mar. 

Este pozo se encuentra ubicado sobre el Frente Talud, un corredor clave donde se reproducen y alimentan una gran variedad de especies que habitan el Mar Argentino. Es por eso que organizaciones ambientalistas como Greenpeace o Ecos de Mar, entre muchas otras, han manifestado su descontento con el Ministerio de Medioambiente de la Nación, encargado de aprobar la exploración por parte de la empresa nórdica.

Lo peor del asunto es que a fines del año pasado se le exigió a la petrolera que presentara un informe sobre el impacto ambiental que sus actividades provocarán en la biodiversidad del Mar Argentino. Y aunque las pruebas científicas demuestran que la huella ambiental será devastadora, el gobierno dio luz verde para que sigan adelante con la exploración. 

¿Cuáles son las especies que podrían verse afectadas? 

De acuerdo con el propio estudio presentado por Equinor a la autoridades, todas las que conviven en el Frente Talud. Desde microorganismos como el fitoplancton y el zooplancton, hasta los grandes mamíferos y las aves marina, pasando por los peces, moluscos y crustáceos. 

Animales tan característicos de la fauna marina de la región, como la ballena franca austral, los lobos marinos o las tortugas marinas, verían amenazadas sus vidas por las alteraciones en su ecosistema. Los sonidos y las luces generados por el buque de perforación, las descargas de desechos, los derrames de petróleo o los incendios son solo algunos de los peligros latentes de las instalaciones de estas compañías. 

De acuerdo con biólogos del Instituto de Conservación de Ballenas (IBC), las perforaciones en Deep Water como la que se realizará en el Mar Argentino, implican nuevas escalas de peligrosidad. Estos niveles de exploración no solo conllevan un enorme riesgo para la vida silvestre, ya que estas plataformas necesitan de hombres y mujeres para llevar a cabo estas peligrosas tareas. Y sus vidas, cómo ya ha quedado demostrado en otras partes del mundo, no vale nada para las grandes empresas. 

Las lecciones desaprendidas del Golfo de México

A principios de julio de este año, se produjo un trágico accidente en una plataforma de exploración offshore ubicada en el Golfo de México. Una explosión en las instalaciones de la empresa petrolera mexicana PEMEX produjo un derrame de 400 kilómetros cuadrados de extensión. ¡Dos veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires! 

Solo unas semanas antes de este incidente, un oleogasoducto de la misma compañía se había incendiado en alta mar, provocando una fuga de petróleo que afectó de forma terrible a toda la vida marina de la región. Los impactos ambientales no solo contaminaron el agua, sino que degradaron los hábitats marinos. Por si esto fuera poco, en ambas tragedias también perdieron la vida varios trabajadores de la compañía. 

¿Qué hicieron las autoridades de PEMEX? Absolutamente nada. Ni siquiera alertaron sobre el problema hasta que un científico español descubrió lo que había sucedido durante una búsqueda satelital. Este caso es un claro ejemplo del nivel de riesgos que implica la exploración offshore y del descontrol y la falta de monitoreo de las propias empresas petroleras y de los gobiernos sobre sus actividades. Debería ser más que suficiente para ponerle un freno al proyecto en el Mar Argentino. Pero lamentablemente, la rueda sigue girando sin que nadie se preocupe por las consecuencias para el planeta.