microplástico
microplástico

Microplásticos: una plaga invisible para nuestro planeta y nuestra salud

Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros que se encuentran por todas partes en nuestro entorno. Lamentablemente, las consecuencias van saliendo a la luz a raíz de los últimos informes. 

Los océanos, y el planeta en general, sufren la contaminación por microplásticos. Hasta en las nubes se detectaron estos pequeños fragmentos de plástico que pueden tener origen múltiple: desde el maquillaje glitter hasta micro fragmentos de residuos productos de plásticos más grandes. 

Informes preocupantes

En esta nota, te contamos acerca de un informe publicado en 2022 que detecta la presencia de microplásticos en las aguas embotelladas más vendidas en Francia, un país que es emblema de la industria del agua pura embotellada. 

Los resultados son sorprendentes: el 78% del agua embotellada contiene microplásticos. 

Por eso, sin dudas, tanto los datos que los detectan en las nubes como éste último nos gritan una sola cosa: Tenemos que cambiar nuestros hábitos para reducir su presencia en nuestra vida cotidiana.

Es más, el estudio japonés sobre microplásticos presentes en las nubes asegura que probablemente estén afectando el clima de maneras que todavía no pueden llegarse a comprender completamente.

Fuentes de microplásticos en nuestro entorno

Los microplásticos están presentes en nuestro entorno por diversas fuentes. Bajo el efecto de la luz o del tiempo, por ejemplo, grandes trozos de residuos plásticos pueden fragmentarse en microplásticos. Pero no es el único ejemplo:

La ropa sintética (poliéster, nailon, etc.) puede deshacerse al lavarla a máquina y acabar en las aguas residuales, y luego en ríos y océanos.

Los neumáticos de los coches se degradan con el uso y pueden liberar microplásticos en las carreteras, que luego son arrastrados por el agua de lluvia hasta ríos y océanos.

Algunos productos cosméticos, como exfoliantes y dentífricos, contienen microperlas de plástico que se van por el desagüe y acaban en los ecosistemas acuáticos.

Por último, los envases de plástico para alimentos, como bandejas, bolsas y, sobre todo, botellas de plástico, pueden descomponerse y liberar microplásticos al medio ambiente. 

Como recordatorio, sólo el 20% de estos residuos se recicla realmente; el resto se entierra o acaba en el medio ambiente.

El impacto de los microplásticos

Como puede imaginar, los microplásticos tienen repercusiones en la vida humana. Ya sea en nuestra salud o en el planeta, el impacto es considerable: es hora de cambiar las cosas.

Sobre la salud

Los microplásticos pueden tener efectos nocivos en nuestro organismo. En particular, pueden inducir inflamación en los pulmones y otros órganos, lo que puede afectar al sistema inmunitario y causar enfermedades. 

También es posible que se acumulen en el cerebro y causen efectos adversos en el sistema nervioso. 

En segundo lugar, aunque los estudios sobre los efectos de los microplásticos son aún limitados, algunas investigaciones han demostrado que pueden ser cancerígenos en animales.

Los microplásticos también pueden contener aditivos químicos que pueden afectar al sistema hormonal y provocar infertilidad, malformaciones congénitas y problemas de desarrollo en los niños. 

Por último, los microplásticos pueden ser ingeridos por los organismos marinos, en particular los peces. Los peces son luego ingeridos por los seres humanos: los microplásticos pueden irritar las paredes del estómago y del intestino, provocando problemas gastrointestinales.

Estos resultados subrayan la importancia de tomar medidas para limitar la exposición humana a los microplásticos.

En el ecosistema

Además de los efectos nocivos para nuestra salud, los microplásticos tienen un enorme impacto en el ecosistema y en nuestro planeta. Veamos algunos ejemplos:

Como ya se ha mencionado, los microplásticos pueden ser ingeridos por organismos marinos y terrestres, lo que puede provocar su acumulación en los tejidos animales y su transferencia a la cadena alimentaria.

Los microplásticos son un importante contaminante del agua y de nuestros océanos.

También pueden tener efectos sobre la fauna, ya que pueden dañar a los organismos al obstruir sus sistemas digestivos, alterar su metabolismo y afectar a su capacidad para alimentarse con normalidad.

Por último, los microplásticos pueden tener un impacto en los suelos, los ecosistemas acuáticos y los ecosistemas terrestres: esto puede afectar a la disponibilidad de nutrientes para las plantas y los organismos.

¿Cómo podemos reducir la producción de microplásticos?

Obviamente, la solución más obvia es reducir nuestro uso de plástico en general. Es hora de poner fin a los productos de un solo uso, como las botellas de agua y las bolsas de plástico, y optar por alternativas más sostenibles. 

También te aconsejamos que utilices ropa natural como el algodón o la lana en lugar de prendas sintéticas como el poliéster y el nailon, que desprenden microfibras al lavarse.

En cuanto a los productos del hogar, utilice productos naturales en lugar de químicos. Estos últimos pueden contener microplásticos. Y en cuanto a los productos cosméticos, como el champú y el gel de ducha, por ejemplo, elige productos sólidos en lugar de líquidos para reducir el número de botellas de plástico.

Reduciendo nuestro uso de plástico y tomando medidas para evitar la liberación de microplásticos, podemos ayudar a proteger nuestro medio ambiente.

Iniciativas ciudadanas para combatir los microplásticos

Para luchar contra estos minúsculos fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros, que se han convertido en un grave problema medioambiental, es posible poner en marcha varias iniciativas ciudadanas.

Recoger la basura

Una de las iniciativas más populares para combatir los microplásticos es la recogida de basura. Es una forma sencilla pero muy eficaz de recoger los residuos que contaminan playas, ríos y otros espacios naturales. 

Los microplásticos son uno de los tipos más comunes de residuos recogidos durante estas operaciones, ya que suelen estar mezclados con otros residuos como envases de alimentos, botellas de plástico y bolsas de plástico.

La recogida de residuos puede ser organizada por grupos de ciudadanos, asociaciones ecologistas o incluso empresas.

Apoyar a las asociaciones comprometidas

Algunas asociaciones están comprometidas en la lucha contra la contaminación por plásticos. 

Por ejemplo, la asociación No Plastic in My Sea o Greenpeace. Ambas actúan para concienciar a los consumidores sobre la contaminación por plásticos en los océanos y animarles a reducir el uso de plástico de un solo uso. Apoyando a estas asociaciones, puede contribuir a reducir los microplásticos.