Vista aérea de un velero en el límite entre dos masas de agua con colores distintos: una verdosa y otra marrón amarillenta.
Un velero navega en el preciso límite entre dos masas de agua de distinta coloración, testimonio visible del cambio en la composición marina. El cambio climático ya transforma el color de los océanos.

¿Por qué está cambiando el color de los océanos?

Los océanos cubren más del 70% de la superficie de la Tierra y son fundamentales para regular el clima y para la supervivencia de la vida marina. Pero el color azul oscuro que predomina en la mayoría de las regiones oceánicas no es fijo, sino que es el resultado de la interacción entre la luz del sol y los organismos vivos que habitan en el agua.

De hecho, los científicos han podido comprobar que, a lo largo de la historia, los océanos han cambiado drásticamente de color debido a factores geológicos, químicos y/o biológicos. Por eso no sorprende que la actividad humana y el cambio climático estén impulsando un nuevo cambio en su tonalidad.

A medida que el calentamiento global modifica la temperatura de los océanos, se altera también su pH, y como resultado, los microorganismos de los que depende su color se ven afectados. Uno de ellos es el fitoplancton, un organismo microscópico que absorbe y refleja la luz de diferentes maneras según su número y localización. 

Océanos: ¿Qué hay detrás del cambio en su color? 

De acuerdo con un estudio realizado recientemente por expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), más del 50% de los océanos tendrá otro color antes de fin de siglo. Este fenómeno no solo afectará su apariencia, sino que además tendrá graves impactos en la biodiversidad marina y en el ciclo del carbono.

Los científicos explican que hace 3 mil millones de años, las aguas eran predominantemente verdes debido a la alta concentración de hierro y a la presencia de microorganismos con pigmentos. Con el paso del tiempo, estas bacterias fueron liberando oxígeno que se acumuló en la atmósfera y acabó por modificar la química del agua, disminuyendo los niveles de hierro y volviendo a los océanos más azules. 

Hace aproximadamente 600 millones de años aparecieron el zooplancton y especies más avanzadas de fitoplancton que hicieron que el agua se vea como es en la actualidad. Sin embargo, la actividad humana de los últimos 200 años está generando un desequilibrio que cambiará nuevamente su apariencia en las próximas décadas.

Esto se debe a que el color del mar depende de la cantidad de vida que hay en sus aguas. Los mares verdes o marrones suelen tener altas concentraciones de microorganismos y nutrientes. Los azules, por el contrario, son menos productivos. Las emisiones de gases de efecto invernadero y el calentamiento de los océanos están enfermando los ecosistemas marinos al cambiar y disminuir las concentraciones de fitoplancton. 

La importancia del fitoplancton para la vida marina

El estudio publicado en la revista científica Nature Communications demuestra que el cambio climático está modificando la distribución del fitoplancton en los océanos. Esto se debe a que, a medida que las temperaturas oceánicas aumentan, se modifican la disponibilidad de nutrientes y la circulación del agua.

Estas modificaciones condicionan la proliferación de fitoplancton, un microorganismo fundamental para la vida marina (ya que es la base de la cadena alimentaria). Pero además de servir de alimento a cientos de especies marinas, el fitoplancton desempeña un papel esencial en la absorción del dióxido de carbono de la atmósfera. 

Por este motivo, la acidificación de los océanos (que también afecta a los arrecifes de coral y miles de otras especies marinas) es una gran preocupación de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, ya que atenta contra la capacidad del fitoplancton de crecer y reproducirse. Además, perjudica el futuro de las especies que se alimentan de él y es probable que traiga graves consecuencias para la Tierra, ya que podría intensificar aún más los efectos del cambio climático.

Colores que dicen mucho sobre la salud de los océanos

Lamentablemente, la alteración del color de los océanos no solo es un fenómeno visual, sino que sirve de indicador sobre la salud de los ecosistemas marinos. La disminución del fitoplancton en ciertas regiones volvería el agua más azul, reduciendo la disponibilidad de alimento para las especies marinas que dependen de estos microorganismos.

Por el contrario, en otras zonas es probable que haya un aumento del fitoplancton y que el color se torne verde o hasta marrón. Pero este desequilibrio tampoco es positivo, ya que podría generar cambios drásticos en la distribución de los peces, moluscos y mamíferos marinos. De hecho, los investigadores advierten que a través de los satélites ya han detectado alteraciones en el color del agua oceánica, lo que no hace más que confirmar que esta transformación ya está sucediendo.