Científicos del CONICET miden las reservas de carbono azul de las marismas de la Costa Atlántica

Científicos del CONICET miden las reservas de carbono azul de las marismas de la Costa Atlántica

A medida que la crisis climática se intensifica, el carbono azul surge como un elemento vital para luchar contra el calentamiento global. Recientemente, un estudio realizado por especialistas del CONICET ha demostrado en cifras la importancia de las marismas en la captura y almacenamiento de esta clase de carbono en la Costa Atlántica de Sudamérica. 

Los resultados de la investigación fueron publicados en la prestigiosa revista científica Nature Communications, donde los expertos destacaron la importancia de conservar estos ecosistemas para mitigar los impactos del cambio climático. 

¿Cuánto carbono azul albergan las marismas de la Costa Atlántica de Sudamérica?

Las principales marismas ubicadas sobre el Océano Atlántico, en Sudamérica, se extienden a lo largo de unos 3 mil kilómetros de costa. A simple vista, estos ecosistemas se asemejan a los pastizales que pueden hallarse en tierra firme. Pero su biodiversidad única cuenta con cientos de especies de plantas adaptadas a la salinidad y con raíces capaces de estabilizarlas y atrapar partículas de sedimento dentro del agua. 

Solo en Argentina, la costa alberga aproximadamente 210 mil hectáreas de marismas, lo que representa más del 95% de todas las marismas de la Costa Atlántica de Sudamérica. El estudio dirigido por Paulina Martinetto, investigadora del CONICET, reveló que capturan en promedio casi 48 toneladas de carbono por hectárea por año. Pero además son capaces de almacenar ¡más de 4 millones de toneladas de carbono azul en sus suelos!

¿Qué es el carbono azul?

Desde 2009, los científicos han denominado carbono azul al dióxido de carbono capturado por los ecosistemas marinos y costeros con gran presencia de vegetación. Entre ellos se destacan los manglares, los pastos marinos y las marismas. Su capacidad de absorber dióxido de carbono y almacenarlo en forma de biomasa y sedimentos convierte a estos ecosistemas en grandes aliados en la lucha contra el cambio climáticos.

Pero además, las marismas y manglares proporcionan hábitats vitales que protegen las costas de la erosión y sirven de refugio para cientos de especies marinas. Desde hace años, diversos científicos del hemisferio norte han trabajado para cuantificar los niveles de carbono azul presentes en los ecosistemas marinos de esa parte del mundo. 

Lamentablemente, no venía ocurriendo lo mismo en el hemisferio sur. Es por eso que el trabajo de los expertos del Laboratorio de Ecología del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC, CONICET-UNMdP) es de vital importancia para cerrar esta brecha. Por otro lado, su investigación ha brindado datos esenciales para el inventario de las contribuciones nacionales de gases de efecto invernadero a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. 

Cangrejos: protagonistas de la captura de carbono azul 

Los especialistas que participaron del estudio han señalado que la presencia de cuevas de cangrejo entre la vegetación de las marismas es un factor determinante en la cantidad de carbono que estas almacenan. Los cangrejos cavadores, que a menudo pasan desapercibidos en la inmensidad del océano, desempeñan un papel clave en la captura de carbono y en varios procesos ecológicos que regulan el funcionamiento de estos ecosistemas.

Este descubrimiento refuerza la idea de que al analizar qué se debe tener en cuenta a la hora de proteger los humedales es necesario un enfoque integral, que considere no solo la vegetación visible, sino también sus interacciones con los animales y microorganismos que habitan en estos ecosistemas. 

La importancia de proteger las marismas

El cambio climático es una amenaza inminente que pone en riesgo la estabilidad ambiental, económica y social de todo el planeta. Para hacerle frente es imprescindible que los países colaboren reduciendo sus emisiones de gases de efecto invernadero y cumpliendo los objetivos establecidos por la Organización de las Naciones Unidas. 

En este escenario, comprender el potencial del carbono azul de las marismas de la Costa Atlántica de Sudamérica ayudará a que los gobiernos no puedan mirar hacia otro lado. La evidencia científica provista por los expertos del CONICET es un respaldo para organizaciones ambientalistas como Greenpeace u Oceana, que desde hace años vienen reclamando que los líderes sudamericanos tomen medidas que aseguren la conservación de estos hábitats marinos.