Científicos descubren más de 50 nuevas especies submarinas en el océano chileno

 Científicos descubren más de 50 nuevas especies submarinas en el océano chileno

Durante una reciente expedición científica, un equipo internacional de investigadores liderado por el Barcelona Supercomputing Center (BSC) descubrió más de 50 especies submarinas desconocidas hasta el momento en las costas chilenas. A principios de abril, este hallazgo sin precedentes fue presentado en la Conferencia del Decenio de los Océanos de la Unesco llevada a cabo en la ciudad de Barcelona y de la que participaron más de mil quinientos expertos. 

Debido a la importancia de este descubrimiento, que podría redefinir la comprensión que los biólogos tienen sobre los ecosistemas marinos, se ha generado un enorme interés entre la comunidad científica global. Y se espera que cuando las muestras recogidas por los miembros del equipo del BSC sean analizadas, el número de especies nunca antes vistas se incremente. 

La expedición para proteger a las especies submarinas de la costa chilena 

Entre la costa chilena y la isla de Pascua, ubicada en medio del océano Pacífico, existe un corredor de 2900 kilómetros de extensión con más de 200 montes submarinos. Esta cordillera acuática, conocida como la Dorsal de Salas y Gómez, alberga uno de los ecosistemas marinos más impresionantes del planeta. 

Es por eso que los miembros del equipo internacional de biólogos marinos y científicos del BSC decidieron navegar esta zona durante más de un mes, con el objetivo de obtener la información necesaria para que los futuros tratados de Alta Mar la designen como una zona marina de importancia ecológica y biológica (EBSA) y sea protegida a nivel internacional por el Convenio sobre la Diversidad Biológica

Nuevos y sorprendentes hallazgos

La expedición fue financiada por el Instituto Oceánico Schmidt, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación y divulgación científica de conocimiento sobre los océanos. A bordo de la embarcación iban veinticinco biólogos marinos y científicos de países como Estados Unidos, Italia, Chile, España y Holanda. 

Pero además, la investigación contó con una presencia estelar: la doctora Emilia Ra’a Palma Tuki, primera especialista en biología marina proveniente de Rapa Nui y egresada de la Universidad Católica de Chile. Pero aunque estos expertos reconocían la importancia de la Dorsal de Salas y Gómez para la biodiversidad marina del planeta, no esperaban encontrar nuevas especies submarinas. 

Es por eso que les sorprendió encontrar que, entre las 160 especies detectadas sobre los montes submarinos, había más de 50 cuya existencia era desconocida hasta el momento para la ciencia, es decir, que nunca habían sido catalogadas por especialistas en biología marina, desde corales de aguas profundas hasta peces y crustáceos nunca antes vistos. 

La implicancia de este hallazgo

Sin dudas, la presencia de estas más de 50 especies potencialmente nuevas para la ciencia resalta la importancia que tienen estas áreas submarinas para el equilibrio ecológico de los océanos. Es por eso que organizaciones ambientalistas como Greenpeace Chile y Oceana han comenzado a trabajar para exigir nuevas medidas que promuevan su conservación. 

Sin embargo, esto no será posible sin una cooperación de todos los países que participaron de la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas y que, hace casi dos años, se comprometieron a invertir al menos mil millones de dólares para sustentar la creación, ampliación y protección de las áreas marinas protegidas del planeta antes del año 2030. 

En el caso de ecosistemas marinos como los de la Dorsal de Salas y Gómez, su conservación no solo es esencial para la salud de los océanos, sino también para el bienestar de las comunidades indígenas que dependen de ellos para subsistir y desarrollarse. 

Es por eso que la designación de estos recursos naturales como zona marina de importancia ecológica y biológica es un gran paso en la dirección correcta. Pero si realmente se quiere garantizar la gestión sostenible de los océanos de todo el planeta, es imprescindible un compromiso de todos los involucrados para hacer frente a problemáticas como la sobrepesca, la contaminación plástica y el cambio climático.