El impacto de los vehículos de hidrógeno en el suministro de agua mundial

El impacto de los vehículos de hidrógeno en el suministro de agua mundial

El hidrógeno es un combustible de combustión limpia que podría reducir las emisiones del tubo de escape y ayudar a reducir el calentamiento global, mejorar la salud de nuestros océanos y de nuestro planeta

Hablemos de seguridad hídrica, en medio de un momento en el que los océanos están en la mira y la crisis climática se acelera. 

El hidrógeno es también el segundo elemento más abundante en el universo, lo que significa que está presente en casi todas partes: en la Tierra, en el agua e incluso en el aire.

Se estima que hay aproximadamente 2.000 veces más átomos de hidrógeno que átomos de carbono en la atmósfera. 

Los vehículos propulsados ​​por hidrógeno (HVV) se están volviendo cada vez más populares a medida que los fabricantes de automóviles se apresuran a lanzarlos al mercado antes de que entren en vigor mandatos gubernamentales más estrictos.

Algunos de los fabricantes de automóviles más grandes del mundo ya se han comprometido a apoyar a los vehículos pesados ​​y su impacto en el medio ambiente. Dicho esto, el HVV afecta a la sociedad, tanto positiva como negativamente.

Con tan pocos datos disponibles sobre cómo afectarán a las comunidades humanas, algunos se preguntan si estos nuevos automóviles merecen toda la atención que están recibiendo.

Este artículo explicará qué son los automóviles de hidrógeno, cómo afectan los recursos hídricos y sus implicaciones para nuestra futura seguridad hídrica.

¿Qué es un coche de hidrógeno?

Los coches de hidrógeno utilizan pilas de combustible para producir electricidad y almacenarla como hidrógeno. Luego, el hidrógeno se utiliza para alimentar un motor eléctrico y almacenar energía en una batería.

Los coches de hidrógeno son similares a los vehículos eléctricos de batería en que utilizan un motor eléctrico. 

Pero mientras un motor eléctrico puede utilizar una batería interna o una fuente de electricidad externa para impulsar un coche, los coches de hidrógeno utilizan pilas de combustible de hidrógeno para producir electricidad.

Los coches de hidrógeno no funcionan con hidrógeno. En su lugar, utilizan una pila de combustible que combina hidrógeno y oxígeno para crear agua, y esa agua luego se utiliza para producir electricidad para impulsar el coche.

Esto significa que los coches de hidrógeno no producen emisiones y tienen una vida útil muy larga porque no hay riesgo de fugas de gas.

Vehículos de hidrógeno y seguridad en el agua

Una de las aplicaciones más interesantes de la tecnología del hidrógeno es el transporte. 

Si bien los vehículos de hidrógeno prometen una solución emocionante para reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio climático, su impacto en los recursos hídricos es una preocupación creciente.

La producción y el uso de hidrógeno pueden tener consecuencias significativas para el suministro de agua. 

La producción industrial de hidrógeno a menudo implica la electrólisis del agua, un proceso que requiere grandes cantidades de energía y puede generar aguas residuales contaminadas si no se maneja correctamente. 

Además, la extracción de agua para este fin puede ejercer presión sobre los recursos hídricos locales, especialmente en áreas ya afectadas por la escasez de agua.

Sin embargo, los defensores de los vehículos de hidrógeno señalan que su impacto en el agua es considerablemente menor en comparación con los vehículos convencionales que funcionan con combustibles fósiles. 

Al no producir emisiones de gases de escape, los automóviles de hidrógeno ayudan a reducir la contaminación del aire, lo que a su vez puede beneficiar a los ecosistemas acuáticos al disminuir la lluvia ácida y la deposición de contaminantes en los cuerpos de agua.

Además, el avance en la tecnología de hidrógeno podría tener implicaciones positivas para los océanos. 

La reducción de las emisiones de carbono provenientes del transporte terrestre puede contribuir a frenar el calentamiento global, lo que a su vez puede ayudar a mitigar el aumento de las temperaturas oceánicas y la acidificación del agua, problemas que amenazan los ecosistemas marinos y la vida marina.

En última instancia, la adopción responsable de los vehículos de hidrógeno debe ir acompañada de medidas para garantizar la sostenibilidad de su producción y uso, así como para proteger los recursos hídricos. 

La inversión en tecnologías de producción de hidrógeno más limpias y eficientes, así como en prácticas de gestión del agua sostenibles, puede ayudar a maximizar los beneficios de esta tecnología innovadora para el medio ambiente y la sociedad en su conjunto.

En este marco, uno de los países pioneros está en América latina y es Chile. En próximos artículos abordaremos sus principales políticas para impulsar este movimiento. 

En un contexto en donde la preservación de nuestros océanos y la salud de nuestro planeta dependen de decisiones informadas y acciones responsables, es fundamental abordar tanto los desafíos como las oportunidades que plantea la tecnología del hidrógeno para garantizar un futuro sostenible para las nuevas generaciones.