Mujer sostiene cartel amarillo con la frase "SALMONES POR AQUÍ NO" frente a un fondo con logos de Greenpeace y History Channel, en el marco de una campaña ambiental.
Durante una acción pública, Greenpeace reforzó su oposición a la instalación de salmoneras en áreas protegidas como el fiordo Comau, alertando sobre su impacto ambiental irreversible.

La industria salmonera continúa contaminando el fiordo Comau

El fiordo Comau, ubicado en la región de Los Lagos, concentra una amplia riqueza biológica que se encuentra bajo amenaza por el accionar de la industria salmonera. Es esta Área Marino Costera Protegida de Múltiples Usos se pueden encontrar desde especies marianas como orcas, hasta distintas clases de peces, crustáceos, babosas y corales. 

Pero a pesar de su importancia para la biodiversidad de toda la región, estudios recientes llevados a cabo por investigadores como Juan Pablo Espinoza y Vreni Häussermann revelaron que ha habido una disminución drástica en la diversidad de especies y en los niveles de oxígeno. ¿Cuál es la causa detrás de esta caída? Los 24 centros de cultivo de salmones instalados allí. 

El pasado reciente que condena a la industria salmonera

Lamentablemente, no es la primera vez que se habla de la contaminación provocada por las salmoneras. Sin ir más lejos, en abril de 2021, hubo una acumulación de materia orgánica (desechos de los peces y alimento no consumido) derivada de la salmonicultura que provocó un florecimiento masivo de microalgas llamadas Heterosigma akashiwo.

A medida que estas algas se reproducían, fueron agotando el oxígeno en el agua. ¿El resultado? La muerte de ¡más de 5 mil toneladas de salmones! Pero a pesar de la magnitud del desastre, no hubo grandes medidas para corregir este flagelo para el medioambiente y la biodiversidad del lugar.  

De hecho quedó claro que no existen protocolos estatales adecuados para limitar el accionar de  las empresas salmoneras. Y las recientes investigaciones demuestran que los daños no se han detenido y que el fiordo sigue siendo utilizado por la industria pese a su condición de área protegida.

¿Por qué el fiordo Comau es más propenso a la contaminación? 

El fiordo Comau tiene una particularidad que lo vuelve más vulnerable a la contaminación. Su intercambio de agua con el océano abierto no es continuo, de hecho, puede llegar a tomar 6 meses en realizar un intercambio completo. Como el agua se renueva mucho más lentamente que en otros fiordos, el ecosistema es mucho más sensible a cualquier tipo de contaminante. 

Es por eso que la acumulación de los nutrientes de heces, alimentos no consumidos y residuos químicos que provienen de las instalaciones salmoneras pone en riesgo la salud de este ecosistema marino en mayor medida que en otras partes del mundo. Pero a pesar de ello, la salmonicultura continúa su expansión sin pensar en las limitaciones ecológicas del área. 

Ecosistemas que ya se están resintiendo

En el fiordo Comau suele ser utilizado por los científicos como una especie de laboratorio marino. Ya que allí habitan especies que difícilmente pueden encontrarse en otras partes del mundo. Los corales de agua fría Desmophyllum dianthus, por ejemplo, suelen habitar a grandes profundidades, pero en Comau pueden verse a solo 15 metros bajo el agua. 

La presencia de estos corales no sólo es un indicador de la salud del fondo marino, sino que además permite mitigar el cambio climático, ya que actúan como sumideros de dióxido de carbono. Pero la disminución del oxígeno disuelto en el agua está afectando a organismos clave del ecosistema, incluidos los corales, que necesitan respirar para subsistir.

Pruebas de una masacre ambiental

De acuerdo con mediciones realizadas en 2023 y 2024, en esos años hubo una caída significativa en la biodiversidad dentro del fiordo, en comparación con la boca del mismo, donde el agua está más expuesta al movimiento de las olas. Esta pérdida de diversidad preocupa a investigadores y miembros de organizaciones ecologistas como Greenpeace Chile, ya que es una prueba directa del deterioro ambiental causado por las salmoneras. 

Sin ir más lejos, los controles del Servicio Nacional de Pesca revelaron casos de anaerobiosis (falta de oxígeno) en tres ocasiones desde 2021. Ante esta evidencia, los científicos recomendaron reducir las densidades de salmones en el lugar y modificar los métodos de cultivo. Pero a pesar del riesgo de perder nuevamente millones de sus peces (y el dinero invertido en ellos), la industria salmonera no ha hecho nada por mejorar sus prácticas.