La industria salmonera enfrenta un nuevo escándalo en Chile

La industria salmonera enfrenta un nuevo escándalo en Chile

La industria salmonera chilena vuelve a verse envuelta en un escándalo medioambiental. Esta vez, la protagonista es Australis Mar, la quinta empresa del rubro más grande del país. Este año, sus propietarios realizaron una “autodenuncia” ante la Superintendencia de Medio Ambiente en la que revelaron la existencia de una sobreproducción de 80 mil toneladas de salmón por encima del número para el que contaban con autorización. 

Este nuevo escándalo no solo demuestra los riesgos asociados a la producción excesiva que es moneda corriente entre las compañías salmoneras, sino que además crea nuevas preocupaciones sobre sus consecuencias en el medioambiente acuático chileno. 

De acuerdo con los expertos en la materia, el agotamiento del oxígeno en el agua, los escapes masivos de salmones y el aumento del uso de antibióticos son solo algunos de los efectos nocivos que esta forma insostenible de explotación de los recursos naturales pueden generar en los ecosistemas marinos. 

Los impactos ambientales de la industria salmonera

Tal vez una de las peores consecuencias de la sobreproducción de salmoneras como Australis Mar para el medioambiente marino tiene que ver con las condiciones anaeróbicas que se generan en el fondo marino. Este término usado por los científicos sirve para identificar aquellas áreas donde la falta de oxígeno en el agua puede resultar letal para diversas especies marinas. 

Cuando se sobreproduce, se multiplica la acumulación de heces y restos de alimento bajo las jaulas donde se crían los salmones. Cuando estos desechos superan la capacidad de las bacterias para descomponerlos, se generan condiciones adversas que producen gases letales para la vida en el océano como el ácido sulfhídrico y el amoníaco.

Este impacto ecológico, reconocido por la Subsecretaría de Pesca en la región de Magallanes y denunciado en varias ocasiones por activistas medioambientales como Greenpeace u Oceana, demuestra la necesidad imperiosa de que el gobierno chileno monitoree de forma más estricta a las industrias salmoneras.

Los riesgos para la biodiversidad marina de los escapes de salmones

Por otro lado, aunque no menos preocupante, los expertos advierten que la sobreproducción aumenta la probabilidad de que se produzcan escapes masivos de salmones al medio natural. Esto puede provocar un desequilibrio tremendo en la fauna nativa, ya que estos nuevos especímenes se convierten en especies invasoras que compiten por recursos como el alimento, el oxígeno o el espacio.

Los expertos han señalado una y otra vez que la probabilidad de que estos escapes masivos ocurran aumenta con la sobreproducción. Y además de convertirse en especies invasoras, los salmones que escapan pueden aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades por las altas dosis de antibióticos que reciben durante la producción. 

La amenaza de los antibióticos para la salud humana

Cuando las empresas salmoneras sobreproducen salmones, inevitablemente aumentan el uso de antibióticos. Esta forma de operar no solo pone en riesgo a los ecosistemas marinos (en el caso de que los salmones escapen), sino que además puede tener efectos colaterales en la resistencia bacteriana de los seres humanos, al contaminar los ríos o los campos de siembra.

A su vez, este exceso de antibióticos puede aniquilar a bacterias indispensables para que se produzcan ciertos procesos naturales de los ecosistemas, como el reciclaje del nitrógeno. Los científicos aún no terminan de estudiar cuáles podrían ser los posibles impactos a largo plazo de este uso desmedido de antibióticos para los ecosistemas. 

¿Existe un modo fiable de fiscalizar a las industrias salmoneras? 

Para empezar, si se quiere poner un freno real a la sobreproducción es necesario que se realicen investigaciones previas a la instalación de salmoneras en áreas marinas protegidas como la Reserva Nacional Kawésqar. Por otro lado, el gobierno chileno debería modificar la forma de estimar la capacidad de carga de los ecosistemas marinos, que ahora mismo solo se basa en indicadores poco fiables. 

Los expertos han propuesto la utilización de marcadores que permitan rastrear el destino de los nutrientes. Además, han formulado la implementación de un sistema de semáforos basado en indicadores ecosistémicos que permitan monitorear de forma efectiva la producción de salmón. Solo a través de esta clase de medidas, será posible detener la sobreproducción y evitar nuevos escándalos como el de Australis Mar.