Los retos técnicos y de diseño que tiene el proyecto que podría revolucionar el cultivo de algas marinas

Los retos técnicos y de diseño que tiene el proyecto que podría revolucionar el cultivo de algas marinas

En esta nota y de frente a la extracción responsable de algas para producir medicamentos y alimentos humanos, te contamos todo lo que hay que saber sobre este proyecto noruego. ¿Cuáles son los principales retos técnicos y de diseño del proyecto y cómo se están superando?

Entre los principales retos de la extracción sustentable de algas figura el desarrollo de soluciones que garanticen una manipulación y un transporte eficaces de las algas, asegurando al mismo tiempo la conservación de la calidad y una buena salud, seguridad y medio ambiente.

La combinación de conocimientos y experiencia del consorcio del proyecto es clave. 

Además, el proyecto colaborará estrechamente con los cultivadores noruegos de algas marinas y los proyectos de investigación pertinentes en curso.

El equipo noruego no es el único que explora nuevas técnicas de cultivo. Un proyecto financiado por la UE en 2014, ATSEA, desarrolló tejidos innovadores diseñados para cultivar macroalgas en las costas europeas.

Al igual que el proyecto de diseño del nuevo buque, la fuerza motriz de ATSEA era explorar el potencial de las algas marinas para satisfacer las demandas de alimentos y energía renovable de una población mundial en constante crecimiento.

Impacto profundo: el cultivo de algas y el medio ambiente

SINTEF también señala los beneficios potenciales para el medio ambiente. Percibido como uno de los tipos de acuicultura más benignos, el cultivo de algas no requiere piensos ni fertilizantes adicionales y puede haber reducido indirectamente la sobrepesca al proporcionar a las comunidades costeras, muchas de ellas en Asia, un medio de vida alternativo.

Aún no conocemos el alcance de las consecuencias del cultivo comercial, que se ha realizado más o menos a escala experimental en Noruega, utilizando plantas locales para reducir el impacto genético.

Aún no conocemos el alcance de las consecuencias del cultivo comercial, que ha sido más o menos a escala experimental en Noruega.

Ahora que el cultivo de algas avanza hacia la industrialización, es importante investigar el impacto ambiental de la producción a gran escala. 

Un informe de la Universidad de las Naciones Unidas advertía de que el rápido crecimiento de la industria comercial de algas implica que el sector debe estar en guardia frente a posibles escollos, como plagas y patógenos no autóctonos, y promover la diversidad genética de las poblaciones de algas y la concienciación sobre buenas prácticas de gestión de las explotaciones.

El cultivo comercial de algas es una industria relativamente incipiente en Noruega. Por ello, se pretende llevar el sector al siguiente nivel creando un barco que pueda cultivar y cosechar algas de forma segura y eficiente para satisfacer la creciente demanda nacional y mundial.

El proyecto lleva muchos años trabajando en el cultivo de algas marinas y alberga el Centro Noruego de Tecnología de Algas Marinas, una plataforma de conocimientos para el desarrollo tecnológico en el ámbito del cultivo industrial, la recolección, la transformación y la aplicación de algas marinas en Noruega.

Los socios industriales del proyecto van desde proveedores de equipos de a bordo hasta usuarios finales del buque. El gran potencial de valor añadido de la investigación contribuirá a la fundación de un negocio industrializado de cultivo de algas marinas en Noruega que se espera se expanda como caso emblemático a otros países.