Los océanos son fundamentales para la supervivencia de la humanidad y desempeñan un papel crucial en la regulación del clima, la producción de oxígeno y la provisión de alimentos. Sin embargo, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero ha puesto en peligro la salud de los océanos, lo que ha llevado a cambios nefastos en la vida marina y en tierra firme. En este contexto, la creación de áreas marinas protegidas se ha convertido en una estrategia clave para mitigar los efectos del cambio climático y preservar la biodiversidad. En Chile, pescadores artesanales han asumido el desafío de proteger áreas en el mar que históricamente han sido su fuente de sustento mediante la creación de refugios marinos.
La importancia de las áreas marinas protegidas
Las áreas marinas protegidas son vitales para mitigar los efectos del cambio climático, ya que al estar resguardadas de presiones como la pesca, permiten que las poblaciones de especies puedan estar sanas y ser más resilientes a los efectos adversos del cambio climático. Estas áreas son especialmente necesarias en las zonas costeras, donde se concentran actividades humanas como la pesca, la acuicultura y el turismo.
Chile y la protección de sus aguas
Chile posee una extensa superficie marítima, pero la mayoría de las áreas marinas protegidas se encuentran en lugares alejados de la costa. En la zona costera, que alberga a la mayor parte de la población chilena, las áreas marinas protegidas representan menos del 1 % del mar territorial protegido. Esto pone de manifiesto la necesidad de aumentar la protección en estas áreas cercanas a la costa, donde se concentran las actividades humanas y se produce un mayor impacto en el medio marino.
Los refugios marinos como alternativa
Ante la falta de áreas marinas protegidas en la costa, los pescadores artesanales de cinco caletas de la región de Valparaíso han decidido crear refugios marinos voluntarios. Estos refugios son áreas dentro de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB) donde no se extraen recursos de ningún tipo. Esta iniciativa, liderada por la Fundación Capital Azul, busca generar núcleos de conservación que promuevan la recuperación de las poblaciones de especies y la protección de los ecosistemas marinos.
Los beneficios de los refugios marinos
Los refugios marinos han demostrado tener efectos positivos en la recuperación de las poblaciones de especies y en la conservación de los ecosistemas. Además, contribuyen a la resiliencia de la zona costera frente a eventos como las marejadas, que son cada vez más frecuentes y violentos debido al cambio climático. Estos refugios también generan beneficios sociales al promover la participación de la comunidad y el desarrollo de actividades turísticas sostenibles.
La creación de refugios marinos es una decisión tomada por la propia comunidad de pescadores, quienes han comprendido la importancia de proteger sus recursos y garantizar su sustento a largo plazo. Estos pescadores artesanales han trabajado en estrecha colaboración con organizaciones ambientales y científicas para establecer normas de manejo y conservación en los refugios marinos.Este compromiso comunitario no solo involucra a los pescadores, sino también a otros actores locales, como los turistas, los habitantes de las comunidades costeras y las autoridades. La educación ambiental y la sensibilización son fundamentales para fomentar la participación activa y el apoyo de la comunidad en la protección de los refugios marinos.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los beneficios y el compromiso comunitario, la implementación de los refugios marinos enfrenta desafíos. La falta de recursos financieros, la falta de capacidad técnica y la necesidad de coordinación entre diferentes entidades son algunos de los obstáculos a superar. Es esencial que el gobierno y las organizaciones relevantes brinden el apoyo necesario en términos de financiamiento, capacitación y asesoramiento técnico para garantizar el éxito a largo plazo de los refugios marinos.Sin embargo, esta iniciativa también abre oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras. Los refugios marinos pueden generar empleos relacionados con el turismo sostenible, la investigación científica y la educación ambiental. Además, promueven la conservación de la biodiversidad marina y la recuperación de los recursos pesqueros, asegurando así la subsistencia de las comunidades costeras a largo plazo.
Un ejemplo a seguir
Greenpeace, una organización internacional dedicada a la protección del medio ambiente, ha señalado que la conservación de los océanos es fundamental para enfrentar los desafíos del cambio climático. En este sentido, los refugios marinos son una estrategia efectiva para proteger los ecosistemas costeros y preservar la biodiversidad marina, mientras se promueve la resiliencia ante los impactos del cambio climático.La experiencia de los pescadores artesanales de Chile en la creación de refugios marinos puede servir como ejemplo para otras comunidades y países que enfrentan desafíos similares en la protección de sus recursos marinos. La participación activa de las comunidades locales y el enfoque de conservación basado en la colaboración son elementos clave para lograr resultados exitosos.