Desde su llegada al país hace 15 años, la protección de los océanos ha sido una de las misiones más importantes de Greenpeace Colombia. Es sabido que esta nación alberga el ¡11% de la biodiversidad mundial!, algo que sin dudas influyó en la llegada de esta organización ambientalista para preservar sus ecosistemas marinos y terrestres.
En la actualidad, los ecosistemas marinos de Colombia continúan en riesgo por causas como la contaminación, la sobrepesca y los efectos del cambio climático. Y aunque el camino hacia la sostenibilidad es largo, ha quedado demostrado que con el apoyo de la ciudadanía es posible lograr cambios concretos que contribuyan a proteger los océanos y la biodiversidad que albergan.
A lo largo de su trayectoria en territorio colombiano, Greenpeace ha impulsado campañas para reducir el uso de plásticos, defender la biodiversidad costera y presionar a las autoridades para que implementen políticas que prioricen la protección ambiental. Por este motivo, la organización sin fines de lucro busca aprovechar su quinceavo aniversario para que la población reflexione sobre los logros obtenidos hasta el momento y los desafíos que aún quedan por enfrentar.
¿Qué tan importantes son los océanos colombianos para el planeta?
Colombia posee costas tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico. Esto hace que cuente con una riqueza marina incomparable. En el Caribe colombiano, se encuentran hábitats únicos como el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo, hogar de aproximadamente el ¡80% de los arrecifes coralinos del país!
Estos arrecifes albergan una gran biodiversidad, con más de 170 especies de peces, como el pez loro, el pez ángel reina, el mero guasa, y el pez cirujano, entre otros. Estas especies tienen un rol indispensable para mantener el equilibrio ecológico de toda la región, ya que contribuyen a controlar el crecimiento de algas, ayudando a mantener la salud de los corales.
Mientras tanto, en el Pacífico se encuentra otro de los ecosistemas más biodiversos del mundo: el Chocó Biogeográfico. En esta zona del país se pueden hallar manglares que actúan como viveros para peces y mariscos, y que sirven de refugio a especies en peligro de extinción como la tortuga carey o el tiburón martillo.
Plásticos que socavan la biodiversidad colombiana
Se estima que cada año más de 24 mil toneladas de plásticos terminan descomponiéndose en los océanos colombianos, principalmente en las costas del Caribe y el Pacífico. Estos residuos suelen ser confundidos por animales como tortugas y peces con alimentos, lo que en muchos casos desencadena su muerte.
Pero además, los microplásticos (fragmentos diminutos que van quedando al desintegrarse los desechos) afectan a especies que forman parte de la dieta humana. De este modo, también ponen en riesgo la salud de millones de colombianos que consumen estos animales en su dieta cotidiana.
Sobrepesca y un calor sin precedentes
Por otro lado está la sobrepesca. En el Pacífico, la pesca ilegal e insostenible de especies como el atún y el pargo ha hecho que se reduzcan considerablemente sus poblaciones. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), Colombia es uno de los países con mayores niveles de pesca ilegal en el Pacífico.
Esta práctica no solo pone en riesgo la biodiversidad marina del país, sino que además afecta en carne propia a las comunidades pesqueras, que dependen de estas especies para su subsistencia. Los mayores problemas a la hora de combatir la sobrepesca tienen que ver con la falta de regulación y de control sobre las cuotas.
Finalmente, el cambio climático. En el Caribe colombiano, el aumento de temperatura provocado por este fenómeno está blanqueando los arrecifes de coral. En las últimas 3 décadas el coral cuerno de alce ha visto disminuidas sus poblaciones en un 80%. Mientras que el aumento del nivel del mar continúa provocando inundaciones terribles en las comunidades costeras.
Campañas para proteger los océanos y el futuro colombiano
Durante su estadía en Colombia, Greenpeace ha lanzado múltiples acciones para proteger sus ecosistemas marinos. En 2018, la campaña #MejorSinPlásticos permitió que el uso de plásticos de un solo uso en el país disminuya considerablemente, con más de 50 mil ciudadanos que participaron firmando las peticiones para eliminar esta clase de residuos de sus vidas cotidianas.
Gracias a esta iniciativa se logró presionar a las empresas y al gobierno local para que finalmente se aprobara la ley que establece la reducción gradual del uso de plásticos de un solo uso en todo el país. Esta legislación prohíbe productos plásticos como bolsas, popotes y utensilios desechables.
Además, en 2020 la organización promovió la campaña Nuestra Nueva Ciudad, que buscaba resaltar los impactos del cambio climático en el Caribe y el Pacífico colombianos. Esta iniciativa, aún en acción, busca influir en las políticas locales para que las comunidades costeras puedan acceder a medidas que permitan mitigar los efectos del cambio climático, como las inundaciones y la erosión costera.