El océano desempeña un rol fundamental en la sostenibilidad del planeta, ya que actúa como el principal sumidero de carbono, absorbiendo aproximadamente el 25% de todas las emisiones de carbono generadas. Este vasto cuerpo de agua también captura el 90% del calor adicional presente en la atmósfera, además de proporcionar más del 50% del oxígeno necesario para la vida en la Tierra. A su vez, el océano sustenta a miles de millones de personas, proveyendo alimentos y medios de subsistencia.
No obstante, fenómenos como el aumento del nivel del mar, el incremento de la temperatura del agua y la acidificación de los océanos representan serias amenazas para sectores como la pesca, el turismo y otras industrias que dependen de un océano saludable. Aunque las zonas costeras son las más afectadas por estas problemáticas, las repercusiones se extienden a nivel global, impactando a diversas comunidades y economías alrededor del mundo.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos
Para abordar estos desafíos, se estableció la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), un foro donde gobiernos, académicos y organizaciones filantrópicas se unen para discutir la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 14, que se centra en la protección de la vida submarina. La próxima edición de esta conferencia se celebrará en junio de 2025 en Niza, Francia, y será coorganizada por los gobiernos de Francia y Costa Rica. El enfoque de este encuentro será «Acelerar la acción y movilizar a todos los actores para conservar y utilizar de manera sostenible el océano».
Desde la primera conferencia celebrada en 2017, se han alcanzado logros significativos para visibilizar la problemática oceánica. Sin embargo, el Foro Económico Mundial (WEF) señala que la financiación sigue siendo insuficiente para enfrentar los desafíos planteados. Se estima que se requieren alrededor de 150.000 millones de dólares anuales para cerrar la brecha necesaria para cumplir con el ODS 14.
Avances y acuerdos en favor de los océanos
En los últimos dos años, se han producido importantes acuerdos y avances en la defensa de la salud de los océanos. Entre ellos se destacan el Acuerdo sobre la Diversidad Biológica Marina Fuera de las Zonas de Jurisdicción Nacional, conocido como el Tratado de Alta Mar, y la intención del Marco Mundial para la Diversidad Biológica de proteger el 30% de las áreas terrestres y oceánicas del planeta para 2030. No obstante, los especialistas advierten que es crucial definir sinergias entre los diferentes acuerdos para acelerar su aplicación, consolidando esfuerzos que beneficien al océano en su conjunto.
El WEF resalta varias áreas clave de acción para avanzar en este sentido. Entre estas, se sugiere movilizar a líderes políticos para que reconozcan las interrelaciones entre las prioridades oceánicas y los beneficios derivados de un océano en buen estado. También se propone priorizar la transparencia y la comprensión de los océanos para abordar mejor los desafíos que enfrentan. Además, es fundamental desarrollar diálogos e iniciativas que abarque desde lo regional hasta lo global, involucrando a diversos actores de la sociedad civil, tanto públicos como privados.
Fortalecimiento de la ciencia oceánica y financiación
Otro punto destacado por el WEF es la necesidad de fortalecer la ciencia relacionada con los océanos. Esto implica ofrecer soluciones basadas en el conocimiento para los problemas actuales y desarrollar nuevos campos de investigación que permitan anticiparse a los desafíos emergentes, al tiempo que informen y empoderen a los tomadores de decisiones. Además, se hace un llamado a desbloquear la financiación necesaria para abordar a gran escala los problemas que enfrentan los océanos, priorizando el acceso de comunidades locales y grupos vulnerables a estos recursos.
Según el WEF, existen oportunidades significativas para avanzar en la agenda de protección marina en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos. Encuentros como la COP16 en Colombia, la COP29 en Azerbaiyán, las negociaciones para el Tratado Global sobre el Plástico en Corea del Sur y el Foro Económico Mundial en Davos, representan plataformas estratégicas para generar compromisos y acciones concretas que ayuden a mitigar los problemas oceánicos.
El futuro de la protección del océano para la sostenibilidad global
El camino hacia la protección de los océanos es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración activa de todos los sectores de la sociedad. Desde gobiernos hasta comunidades locales, cada actor tiene un papel crucial que desempeñar en la lucha por un océano saludable y sostenible. Con el compromiso adecuado y una estrategia integral que una esfuerzos globales y locales, es posible avanzar hacia un futuro donde los océanos no solo se preserven, sino que también prosperen.
La sostenibilidad del océano está intrínsecamente ligada a la salud del planeta y al bienestar de millones de personas que dependen de sus recursos, tal cual han destacado las organizaciones ambientalistas del mundo, como Greenpeace Colombia. El tiempo apremia, y las acciones que se tomen ahora serán determinantes para asegurar un futuro viable tanto para las generaciones actuales como para las futuras. Por lo tanto, es esencial que todos, desde líderes mundiales hasta ciudadanos comunes, se unan en esta causa urgente y trabajen hacia un océano que pueda seguir proporcionando vida y sustento para todos.
