Te contamos por qué el estado del océano es clave para nuestro futuro: su rol en el clima y nuestra alimentación hasta su impacto en la economía y el empleo.
El océano tiene graves problemas. El calentamiento, la contaminación, la acidificación y la pérdida de oxígeno suponen graves amenazas para la salud del océano y para todos los seres vivos que llaman hogar a este vasto recurso planetario. ¿Por qué debería importarte? Aquí 5 razones:
El océano regula nuestro clima y proporciona el aire que respiramos
Nuestro océano mitiga la contaminación de la industria no renovable absorbiendo el 25% de todas las emisiones de carbono, al tiempo que genera el 50% del oxígeno que necesitamos para sobrevivir.
No sólo funciona como los pulmones del planeta, proporcionándonos el aire que respiramos, sino también como el mayor sumidero de carbono del mundo, ayudando a combatir los efectos negativos del cambio climático.
Además, el océano ha absorbido más del 90% del exceso de calor del sistema climático ayudando a regular las temperaturas en tierra. Así pues, la acción climática depende de un océano sano, y un océano sano requiere una acción climática urgente.
El océano nos alimenta
El océano y su biodiversidad proporcionan a nuestra comunidad mundial el 15% de las proteínas animales que comemos. En los países menos desarrollados, el marisco es la principal fuente de proteínas para más del 50% de la población.
Por lo tanto, es fundamental proteger la biodiversidad del océano y practicar estrategias de pesca sostenibles para un consumo continuado.
En la actualidad, más de 10 millones de toneladas de pescado se desperdician cada año debido a prácticas pesqueras destructivas. Esto es suficiente para llenar 4.500 piscinas olímpicas. Sin un cambio significativo, la UNESCO predice que más del 50% de las especies marinas del mundo pueden enfrentarse a la extinción en 2100.
Proporciona empleo y medios de subsistencia
El océano proporciona medios de vida a 3.000 millones de personas, casi el 50% de toda la población mundial. La pesca marina proporciona 57 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
La economía azul es una industria fuerte que permite a muchos ganarse la vida y mantener a sus familias.
Sin embargo, más del 60% de los principales ecosistemas marinos del mundo que sustentan estos medios de vida se utilizan de forma insostenible, y una parte significativa está completamente degradada.
Además, la contaminación provocada por los 11 millones de toneladas de plástico que entran en el océano cada año supone un coste estimado de 13.000 millones de dólares, incluidos los costes de limpieza y las pérdidas financieras de las pesquerías y otras industrias basadas en el océano. Es fundamental que dejemos de contaminar nuestro océano.
El océano es una herramienta de desarrollo económico
El océano es una importante herramienta económica. Las economías oceánicas se encuentran entre las de más rápido crecimiento del mundo.
Se calcula que el valor de mercado de los recursos marinos y costeros y de la industria en desarrollo asciende a 3 billones de dólares anuales, lo que supone alrededor del 5% del producto interior bruto mundial total.
Así, el acceso de los países en desarrollo al océano y a las costas les permite desarrollar y atraer inversiones extranjeras directas y producción industrial directa dentro del Estado. Además, el 80% del turismo tiene lugar en zonas costeras.
Además, se estima que la industria turística relacionada con el océano genera 134.000 millones de dólares al año.
Sin embargo, para que los estados utilicen sus recursos oceánicos, debemos trabajar juntos como comunidad global para proteger el océano.
En cuanto a los cálculos sobre la pérdida de turismo estima que, si se debida únicamente a la decoloración de los corales, asciende a 12.000 millones de dólares anuales.
Con la subida del nivel de los océanos a medida que aumenta la temperatura de nuestro planeta, las industrias turísticas y energéticas específicas de las costas están en peligro junto con los 680 millones de personas que viven en zonas costeras bajas, una cifra que se espera que aumente a mil millones en 2050.
Necesitamos un océano sano para sobrevivir
El océano nos afecta a todos de forma positiva, no importa si vives en la costa o en el desierto.
Nos proporciona regulación climática, alimentos, puestos de trabajo, medios de subsistencia y progreso económico.
Por tanto, debemos trabajar juntos para proteger y salvar el océano por el bien de nuestra futura supervivencia en este planeta.