De qué se trata esta tendencia que surgió en China y que ya recorre el mundo. Cómo son las intervenciones para evitar inundaciones ante posibles temporales y crecidas del mar que, a su vez, generan formas más sustentables y amigables con el medio ambiente.
Las llamadas “ciudades esponjas” son una tendencia que combina urbanismo, diseño y cuidado ambiental. Sucede que, en contexto de crisis climática, hay cada vez mayores peligros por inundaciones. Ya sea a causa de temporales extremos o por la crecida del mar, los riesgos hídricos se instalaron en la agenda.
Ante esta situación, los expertos comenzaron a trabajar en alternativas. Así surgieron las denominadas soluciones basadas en la naturaleza. Se trata de nuevas estructuras que utilizan recursos naturales e imitan la forma en la cual los ecosistemas resuelven orgánicamente, por ejemplo, los drenajes.
De este modo, aparecieron las “ciudades esponja”, un modelo urbano con mucho verde y adaptación natural para la absorción del agua.
La autoría de esta invención le corresponde al arquitecto y paisajista Yu Kongjia, oriundo de Zhejiang en China, quien puso en marcha estas prácticas ambientalistas. Por su iniciativa no solo ganó premios y reconocimientos, sino que desde muchos lugares del mundo se inspiraron e imitaron su ejemplo de urbanismo ecológico.
Pero ¿Cómo se organiza un espacio urbano para que pueda ser denominado “ciudad esponja”? ¿Cuáles son las principales características de estos modelos? ¿Cuáles son los casos de éxito más conocidos de implementación de estas propuestas ¿Cómo pueden evitar estas creaciones las inundaciones por temporales o crecidas del mar?
Ciudades esponjas, desde China para todo el mundo
Lo primero que hay que decir es que, según expertos ambientalistas las “ciudades esponja” ya no son una tendencia sino más bien una obligación, A propósito, Naciones Unidas en uno de sus informes ambientales indica que para el año 2030 el 80% de las construcciones seguirán este paradigma.
En la actualidad, además de las localidades chinas que iniciaron este camino siendo Shanghái la principal, hay otros puntos claves que se inspiraron en estos conceptos. Nueva York, Murcia, Berlín y Copenhague son solo algunos de los casos.
Con este impulso de las grandes capitales y primeras regiones a nivel global la pregunta es ¿Cómo se convierte una ciudad en esponja? Estos son algunos de los ítems principales:
- Pavimentación permeable: Lo principal es el reemplazo de los materiales de construcción tradicionales por recursos naturales. Para ello, se sugiere instalar en todos los espacios que sea posible tierra y vegetación. Por supuesto, esto incluye la organización estratégica de esta forestación para que absorba mayormente el agua allí donde la acumulación pudiera ser un problema mayor.
- Techos verdes: La propuesta es colocar plantas no solo en los suelos sino también aprovechar superficies colgantes y/o aéreas. Además, del efecto de absorción esta incorporación tiene el propósito de contribuir con la captación de las emisiones del efecto invernadero. De este modo, también se oxigenan las ciudades de manera más sustentable.
- Jardines pluviales: Se estimula a la instalación de espacios verdes con capacidad de absorción para embellecer todo tipo de lugares públicos y privados. Se invita a la arquitectura a incorporar opciones sostenibles también para la estética.
- Conservación de humedales: Es vital que en las “ciudades esponja” se preserven estos ecosistemas naturales. Su eliminación altera el ecosistema y puede ser motivo de desastres ambientales:
- Biorremediación: Saneamiento de los cauces hídricos mediante la aplicación de agentes orgánicos para evitar la utilización de agroquímicos y agrotóxicos. Es una reducción al mínimo de todas las formas de contaminación vigentes.
- Reutilización del agua: Tanto para el riego como para todos los consumos hídricos en los que sea viable se fomenta un uso responsable y también su reutilización. Ahorros de formas eficientes y acopio para evitar desperdicios.
- Mantenimiento: Desde luego, se invita a toda la población a contribuir con la conservación de los espacios verdes para que, llegado el momento de una emergencia, los drenajes estén en condiciones. Además, se trata de instaurar una cultura de la sostenibilidad en las nuevas generaciones.
Tal como se puede verificar en toda esta información, no se trata solo en dirigir las energías hacia evitar inundaciones. Si bien la prevención es un tema importante, la idea general consiste en que toda la lógica urbana esté orientada hacia la conservación y el cuidado general de la biodiversidad y el medio ambiente.