Qué dice la ciencia sobre las alteraciones de la industria pesquera a causa de la crisis climática que altera los ecosistemas. Los casos puntuales de especies que representan rédito comercial y que, en el presente, se encuentran comprometidas.
Son muchos los efectos colaterales que el cambio climático genera en la industria pesquera. Desde el cambio de temperatura en el agua hasta los eventos meteorológicos adversos, la actividad se ve alterada con cuestiones que día a día presentan escenarios adversos.
En este sentido uno de los factores más severos es la incapacidad de las especies de reproducirse por la transformación de los ecosistemas. Este proceso puede terminar, con frecuencia, en su ingreso a la lista de protección e, incluso, de peligro de extinción.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, también conocido como CSIC, ofrecieron una serie de datos en relación a la crisis climática y la pesca.
Podría haber hasta un 40 por ciento menos de variedades de peces en las zonas cercanas a los tópicos durante los próximos 70 años. Además, los polos están subiendo la temperatura hasta un 70 por ciento y eso genera una alteración de la fauna que aún está en proceso de verificación de consecuencias.
Ambos fenómenos producen un impacto negativo para la industria pesquera. Se trata de situaciones en las cuales los animales migran, ya sea por búsqueda de otras temperaturas o por ruptura de las cadenas alimenticias.
De este modo, los puntos geográficos en los cuales tradicionalmente se realizaba un tipo de pesca enfrentan cuestionamientos.
En el presente algunos de los países que más están sufriendo estos fenómenos son China, Japón y Corea del Sur. Sin embargo, por su poderío naviero son quienes cuentan con la mayor capacidad para reinventarse.
En concreto, se trata de naciones con superioridad económica y tecnológica para desplazarse por los océanos para explotar otras regiones. Incluso los nuevos ecosistemas que ya están surgiendo en los polos estarán en manos de quienes lleguen primero y serán los países desarrollados.
Como en tantas otras cuestiones de la crisis climática, los más perjudicados siempre son los países en desarrollo. Allí donde abunda la pesca artesanal habrá cada vez más dificultades no resueltas sobre cómo enfrentar los obstáculos de la actividad.
En general, todo el mapa de la industria pesquera está en proceso de transformación. Como muestra vale observar algunos casos que ya están siendo analizados por los expertos en distintos lugares del mundo.
Los principales desafíos de la industria pesquera en el presente
La crisis de la industria pesquera por los efectos del cambio climático se extiende en todo el mundo. Por cierto, algunos casos ya son referencia en las conversaciones ambientales respecto a cómo el calentamiento global puede amenazar la seguridad alimentaria global.
Una de las situaciones más apremiantes es la del atún rojo del océano Atlántico. Se trata de un pez de aguas frías que se encuentra en pleno proceso de migración por el aumento de las temperaturas. Según los especialistas se dirige hacia el norte y ya se lo puede observar presente en el mar de Barents en el océano Ártico.
De forma reciente también hubo varias investigaciones sobre lo acontecido en Baja California Sur. Allí la tradicional pesca de la langosta se ve afectada porque la especie se está trasladando hacia el norte. De hecho, la abundancia de esta variedad que supo reinar tiempo atrás ya brilla por su ausencia.
Otro problema es el de los animales que no pueden continuar con su normal reproducción. Tal es la condición del bacalao oriundo del Mar Norte. Según los expertos quedan cada vez menos ejemplares que llegarán a la etapa adulta sin ser capturados. De continuar así, la especie va camino a ingresar en peligro de extinción.
Otro capítulo es el de la caballa del Atlántico Nororiental. En esta oportunidad las anomalías comenzaron en el 2007, cuando en su sector específico comenzaron a subir las temperaturas. Desde ese momento la especie se traslada también hacia el norte.
En este último caso ya se manifestaron controversias entre actores de la industria pesquera y cancelación de operaciones en algunas empresas. Por lo pronto, al igual que en los dos anteriores tampoco hay una estrategia clara de cómo generar una restauración para su regreso.
