El cambio climático está haciendo estragos en la disponibilidad de agua de todo el planeta. Pero de acuerdo con una investigación reciente publicada en la revista científica Science, el hemisferio sur se ha visto mucho más afectado que el hemisferio norte. Se estima que en las últimas décadas, la parte inferior del globo ha perdido hasta un 95% del agua dulce disponible.
Este desequilibrio ha sorprendido a los científicos, ya que el hemisferio sur posee una menor masa continental. Sin embargo, el hidrólogo Yongqiang Zhang (principal autor del informe), ha advertido que variantes como los niveles de evaporación del agua como consecuencia del calentamiento global influyen para que la vulnerabilidad de regiones como Sudamérica, el noroeste de Australia y el suroeste de África sea mucho mayor.
¿Por qué el hemisferio sur es más vulnerable al cambio climático?
Los expertos del Instituto de Ciencias Geográficas e Investigación de Recursos Naturales de la Academia China de Ciencias, a cargo de la investigación, explican que, si bien el hemisferio austral cuenta con una menor superficie terrestre con respecto al hemisferio norte, existe una enorme disparidad en cuanto a cómo se ve afectado por las consecuencias ambientales provocadas por el cambio climático.
El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) ya había advertido en sus informes que la mayor superficie oceánica de esta región la volvía más propensa a padecer las variaciones climáticas generadas por el calentamiento global. Pero los expertos consideran que la sobreexplotación de los recursos hídricos ha empeorado la situación, en especial en algunas áreas de Sudamérica.
Tércio Ambrizzi, un reconocido meteorólogo de la Universidad de São Paulo, ha manifestado una gran preocupación por las condiciones actuales de grandes cuencas de agua como el río Paraná, en Argentina, o el río São Francisco, en Brasil. Estas fuentes hídricas han mostrado un saldo negativo en sus volúmenes de agua en los últimos años.
¿Cuáles son los motivos detrás de la pérdida de agua en Sudamérica?
En Brasil, la sobreexplotación de acuíferos como el Urucuia, ubicado entre las regiones nordeste y norte del país ha provocado una merma significativa del río São Francisco. ¿Para qué se utiliza el agua? En su gran mayoría, para abastecer las grandes porciones de tierra que solían ser bosques nativos y ahora se usan para la agricultura.
La cuenca del río Sao Francisco es una de las más importantes de la región, superada solo por la del Amazonas. El uso desmedido de su caudal de agua ha generado que las precipitaciones anuales no puedan reponer la cantidad de este recurso natural que se pierde producto de la evaporación. Este desbalance es una nueva prueba de que hacen falta políticas y prácticas agrícolas sostenibles, que promuevan el uso responsable del agua.
Organizaciones ambientalistas como Greenpeace vienen reclamando por esta clase de medidas en diversos países de Sudamérica. Sin embargo, a pesar de las demandas de la población, los gobiernos de la región no parecen preocupados por el impacto de las actividades humanas en la disponibilidad de agua.
La terrible influencia de El Niño y La Niña
Según los científicos involucrados en el estudio, las variaciones de temperatura producidas por los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña alteran de forma directa los patrones de lluvia, tanto en Sudamérica como en Australia. A medida que la atmósfera se calienta o se enfría en el Océano Pacífico tropical, el agua dulce de estas regiones varía notablemente.
Pero además de tener un efecto crucial en la pérdida de agua del hemisferio sur, en algunas regiones, El Niño y La Niña pueden provocar sequías prolongadas, afectando la disponibilidad de agua para la agricultura y perjudicando la economía, los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de las comunidades.
La necesidad de un mayor control de los niveles de agua
Para llevar a cabo su investigación, los expertos debieron comparar datos recabados a lo largo de los últimos 20 años. Pero mientras realizaban su tarea encontraron muchas dificultades para obtener estimaciones precisas de la disponibilidad real de agua en Sudamérica. Por eso han expresado su preocupación ante la falta de recolección de datos sobre el nivel de precipitaciones y el caudal de los ríos de la región.
Si se quiere contribuir a conservar el agua dulce en los países del hemisferio sur, es fundamental que se comiencen a tomar medidas para mejorar su gestión. De igual manera, los gobiernos deben intensificar sus esfuerzos para optimizar las mediciones de los niveles de lluvias y para invertir en métodos y tecnologías sostenibles que permitan utilizar este recurso tan importante de forma criteriosa.