El iceberg más grande del mundo se está desintegrando por el cambio climático

El iceberg más grande del mundo se está desintegrando por el cambio climático

Nadie está exento de los efectos devastadores del cambio climático. Ni siquiera el iceberg más grande del mundo ha podido escapar de la suba de temperaturas provocada por los gases de efecto invernadero (GEI) generados por actividades humanas como la ganadería, el transporte o la agricultura. 

De acuerdo con una nueva investigación llevada a cabo por la empresa de expediciones privadas Eyos y publicada por la BBC, el calentamiento global se está cobrando la vida de un verdadero coloso de hielo, el iceberg A23a, anclado desde hace más de 30 años en las aguas del mar de Weddell, en la Antártida.

Para los expertos, este gigante está atravesando sus últimos meses de vida debido al deshielo desproporcionado provocado por el aumento de las temperaturas globales en los últimos meses. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de su desaparición para el resto del planeta?

El cambio climático hace tambalear al iceberg más grande del mundo 

Durante más de tres décadas, el A23a fue una isla de hielo de 400 metros de altura y un peso cercano al billón de toneladas que permanecía estática en el mar de Weddell. Pero según los especialistas de la expedición, ahora mismo este bloque de hielo gigante se encuentra viajando a la deriva en el denominado “callejón de los icebergs” arrastrado por los vientos del oeste y la Corriente Circumpolar Antártica. 

Se estima que durante esta travesía, el A23a se dirigirá hacia las Islas Orcadas del Sur, ubicadas a unos 600 kilómetros al noreste de la punta de la Península Antártica. De acuerdo con Ian Strachan, líder de la expedición de Eyos, una serie de olas de hasta 4 metros de altura han estado chocando de manera constante contra el iceberg, provocando una gran erosión sobre la masa de hielo.

A medida que estas olas forman cuevas y arcos, el hielo comienza a desplomarse sobre las aguas. Cuando estos bloques de hielo quedan sumergidos en el mar, contribuyen a acelerar el colapso del iceberg. Teniendo en cuenta que las temperaturas continúan aumentando en todo el planeta, resulta difícil dilucidar cuánto tiempo de vida le queda al A23a.

¿Qué puede suceder si el A23a se derrite por completo?

Organizaciones ambientalistas como Greenpeace y Oceana destacan que el derretimiento de un iceberg tan importante como el A23a no es un hecho aislado. Por el contrario, se trata de una muestra de la magnitud de los efectos que el cambio climático que atraviesa el mundo puede tener en ecosistemas tan alejados de la civilización como la Antártida.

Cuando estas enormes masas de hielo se desvanecen en el agua, el nivel del mar de la Tierra aumenta significativamente poniendo en riesgo a comunidades costeñas y naciones insulares enteras en regiones como el Pacífico. Pero además, el deshielo acelerado puede modificar la circulación oceánica y desencadenar cambios en los patrones climáticos que afecten a todo el planeta. 

Cuando icebergs como el A23a se derriten, la cantidad de agua dulce en el océano aumenta. Este cambio en el equilibrio salino del agua produce modificaciones en la llamada circulación termohalina, un componente clave en el sistema climático de la Tierra. El clima mundial también puede verse afectado por el ingreso repentino de enormes cantidades de agua fría al océano, lo que podría generar fenómenos climáticos extremos, como huracanes y tifones.

Por último, la desaparición del A23a creará un círculo vicioso nocivo para la estabilidad del clima en el planeta. Esto se debe a que a medida que el hielo se derrite, va liberando dióxido de carbono (CO2) almacenado en el hielo durante milenios. Esto contribuye al aumento de gases contaminantes, empeorando la situación del cambio climático actual y provocando que nuevos icebergs corran peligro de desaparecer. 

El rol de los icebergs en la vida marina

La presencia de icebergs como el A23a en las aguas antárticas es fundamental para la vida oceánica. Su pérdida puede afectar gravemente los patrones de migración de las especies marinas que dependen de estos gigantes de hielo para obtener nutrientes esenciales para su desarrollo. Cuando un iceberg desaparece, la falta de estos nutrientes puede generar un efecto dominó terrible entre las poblaciones de peces, aves y mamíferos marinos que viven en la región o que la utilizan como parada estratégica durante sus migraciones. 

Pero aunque resulte paradójico, la desintegración del iceberg producirá un efecto fertilizante que aportará nutrientes minerales al océano, algo de lo que se podrá beneficiar desde el plancton hasta las ballenas. Pareciera que, incluso ante su inevitable desaparición, el iceberg más grande del mundo busca recordarle a los seres humanos su importancia para la vida en el planeta.