Del 19 al 29 de octubre se encontraron 21 ballenas muertas en la costa de Puerto Madryn, y hoy la cifra asciende a 70 ejemplares. Se anticipa que en los próximos días este número seguirá aumentando. Los especialistas señalaron que esta situación se debe a la marea roja, un fenómeno habitual en la región, pero que en esta ocasión ha causado un impacto mayor en la fauna marina durante la temporada de reproducción.
En la Península Valdés, en Chubut, se encontraron decenas de ballenas francas australes muertas en las últimas semanas. El número es volátil ya que aparecen más ejemplares encallados en la costa todos los días, pero hasta la semana pasada se habían registrado 71 cuerpos en las playas de la zona.
Este tipo de eventos es normal, lo que preocupa es el aumento significativo en el número de muertes de un año a otro, con un historial de 13 casos en 2022 que ascendió a 30 en 2023. Según un informe reciente de la Provincia de Chubut, de las 71 ballenas muertas encontradas durante este año, 53 son crías y 18 son adultos, esto también representa un cambio de patrón llamativo.
La presidenta del Concejo Deliberante de Puerto Pirámides mencionó que el problema podría estar relacionado con la marea roja. El inicio de la primavera y el aumento de las temperaturas en el agua, provocan la proliferación de algas que producen y liberan una sustancia tóxica. Luego, esta es ingerida por las ballenas a través del consumo de peces y moluscos infectados, quedando expuestas a consumir cantidades mortales de la misma.
Pero a su vez, las autoridades locales se cuestionan que la marea roja sea la principal causa de estos fallecimientos. Según el jefe de Fauna y Flora Silvestre de Chubut, se confirmó que no hay otros animales afectados, lo que sugiere que la marea roja no es responsable de la muerte de las ballenas.
¿Por qué cada año son más las ballenas que mueren en la costa?
El calentamiento global y el aumento de la temperatura de los océanos están incrementando la frecuencia de fenómenos como la marea roja. En 2022, al registrarse 13 ballenas muertas, el Centro Nacional Patagónico del Conicet (Cenpat-Conicet) comenzó a investigar para establecer la causa de su fallecimiento.
Al día de hoy las autoridades de Chubut siguen investigando lo que sucedió para determinar si esta es la única causa del evento o si hay otros factores involucrados. Más allá de la marea roja, las ballenas se enfrentan a un océano cada vez más hostil debido a la influencia humana y los cambios en el clima global.
El aumento de las temperaturas del agua afecta la distribución y abundancia de las especies que forman la base de su alimentación, lo que las obliga a cambiar sus patrones de migración y alimentación.
Además, la contaminación marina por plásticos, productos químicos y derrames de hidrocarburos representa un desafío adicional. Aunque no hay evidencia directa de que estos factores hayan influido en las recientes muertes en Chubut, no hay que ignorar su impacto acumulativo.
Otro aspecto preocupante es el aumento del tráfico marítimo. El ruido subacuático generado por los barcos puede desorientar a las ballenas y alterar su comportamiento, mientras que los choques con embarcaciones son una causa reconocida de mortalidad en muchas poblaciones de cetáceos.
¿Esto representa un peligro para los humanos?
El temor sobre los posibles efectos de la toxina en las personas surge porque en Puerto Pirámides se realiza la desalinización del agua de mar para su consumo, debido a la escasez de agua dulce. Sin embargo, es la purificación que se lleva a cabo en ese proceso la que evita los peligros.
Desde la perspectiva de la salud, el intendente de Puerto Madryn comentó que si las ballenas muertas están alejadas de la zona urbana, no deberían representar un problema, aunque advirtió la posibilidad de que haya otras complicaciones. El principal inconveniente es que los cuerpos quedan varados en la orilla debido al viento y la corriente, lo que provoca un mal olor por los líquidos que expulsan.
Ante esta situación, y considerando que en esta temporada la zona está poblada de turistas por el avistamiento de ballenas, el Ministerio de Turismo de la provincia está colaborando con otros organismos para trasladar los cuerpos.
En el proceso de eliminación de los animales participan la Dirección de Flora y Fauna, la Administración de Vialidad Provincial, la Administradora del Área Natural Protegida Península Valdés, el municipio de Puerto Pirámides, la Red Fauna y los balleneros que ofrecen el avistamiento.
El objetivo principal es reubicarlos y evitar que lleguen a zonas turísticas, ya que la descomposición de sus cuerpos puede generar gases que provocan que los cadáveres estallen.
En este sentido, los expertos advierten que durante el tiempo que dure la remoción de los cuerpos, los turistas no deben acercarse a ellos ni nadar en el océano, y se recomienda no consumir productos del mar como pescado o moluscos mientras se realicen las investigaciones, hasta que las autoridades confirmen que la situación está controlada.