Los océanos presentan una variedad de factores que derivan en diferentes tipos de contaminación. Algunas de ellas son la contaminación química, lumínica, acústica
Entre los tipos de contaminación de los océanos, se encuentra la contaminación química que se sustenta en el ingreso de contaminantes nocivos. Entre los cuales están los de origen humano que llegan al océano como los pesticidas, herbicidas, fertilizantes, detergentes, petróleo, productos químicos industriales y aguas residuales.
Muchos de estos contaminantes oceánicos se liberan luego en el medio ambiente en aguas del interior, muy lejos ya de las costas.
Por ejemplo, los fertilizantes cargados de nutrientes que se aplican en los suelos productivos suelen acabar en los arroyos locales hasta depositarse en estuarios y bahías.
Esta presencia desmedida de nutrientes provoca una proliferación masiva de algas que roban oxígeno al agua, dejando zonas muertas en las solo pueden vivir organismos marinos.
Algunos contaminantes químicos se introducen en las redes tróficas, como el insecticida que incluyó al águila calva en la lista de especies en peligro de extinción del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. Si bien se retiró de la lista hace algunos años, continúa estando protegida por la Ley de Protección del Águila Calva y Dorada y la Ley del Tratado de Aves Migratorias.
Los especialistas están comenzando a entender mejor cómo afectan a la fauna marina ciertos contaminantes que se filtran en el océano a partir de otros materiales. Los PFAS, una sustancia química incorporada a muchos productos domésticos, se acumulan en la sangre humana y en los mamíferos marinos. Es más, los productos farmacéuticos consumidos por los seres humanos, pero no totalmente procesados por el organismo, terminan en las redes tróficas acuáticas.
Contaminación lumínica
Desde la invención de la bombilla, la luz se ha extendido por todo el planeta, llegando a casi todos los ecosistemas. Aunque a menudo se considera un problema terrestre, los científicos empiezan a comprender cómo la luz artificial nocturna afecta a muchos organismos marinos.
La contaminación lumínica está bajo el agua, generando un mundo muy distinto para los peces que viven en arrecifes poco profundos cerca de entornos urbanos.
En estos casos, la luz altera las señales normales vinculadas a los ritmos circadianos, a los que las especies han evolucionado para programar su migración, reproducción y alimentación.
La luz artificial nocturna puede contribuir a los depredadores en la búsqueda de presas más pequeñas y afectar a la reproducción de los peces de arrecife.
Contaminación acústica
Es un tipo de contaminación invisible. En grandes masas de agua, las ondas sonoras pueden propagarse sin reducir a lo largo de kilómetros. La existencia de sonidos fuertes o persistentes provenientes del ruido de buques, dispositivos de sonar y plataformas petrolíferas perturba los ruidos naturales del medio marino.
Para muchos mamíferos marinos, como ballenas y delfines, la escasa visibilidad y las grandes distancias hacen que la comunicación subacuática no visual sea esencial.
En el caso de las ballenas dentadas, éstas utilizan la ecolocalización para poder «ver» en el océano. Los ruidos no naturales interrumpen la comunicación, provocando trastornos en los patrones de migración, comunicación, caza y reproducción de muchos animales marinos.
Contaminación por plástico
La contaminación por plástico ingresa al océano mediante la escorrentía e incluso mediante vertidos intencionados. En los últimos años, la cantidad de plástico en el océano Atlántico se ha triplicado. La mancha de basura que flota en el Océano Pacífico, de casi 1,6 millones de kilómetros cuadrados es una poderosa imagen de nuestro problema con el plástico.
Uno de los principales responsables son los plásticos de un solo uso, es decir aquellos que se utilizan una vez y se tiran a la basura o directamente al océano. Estos elementos de un solo uso son consumidos accidentalmente por muchos mamíferos marinos. Por ejemplo, las bolsas de plástico se parecen a las medusas, alimento habitual de las tortugas marinas, mientras que algunas aves marinas comen plástico porque libera una sustancia química que hace que huela como su alimento natural.
Los trozos de plástico se juntan en la columna de agua y llegan a las profundidades del océano.
Los científicos han encontrado fibras de plástico en los corales del océano Atlántico y, lo que es más alarmante, es que han descubierto que los corales optan por el plástico en lugar de la comida. Otro dato preocupante es que los mamíferos marinos moribundos que llegan a la costa también contienen plástico en sus estómagos.
En líneas generales, muchas leyes nacionales y acuerdos internacionales han establecido una prohibición explícita relacionada al vertido de materiales nocivos en el océano, aunque garantizar el cumplimiento de estas normas sigue siendo todo un desafío.
Hoy en día, muchos contaminantes todavía persisten en el medio ambiente y es difícil eliminarlos por completo. A menudo, los contaminantes químicos no pueden descomponerse durante largos periodos de tiempo y aumentan su concentración a medida que ascienden por la red trófica.
Es por esto que es necesario aplicar determinadas prácticas que colaboren con la limpieza del agua de los mares y los océanos. Como así también, incitar a los gobiernos a que impulsen políticas que contribuyan con el cuidado de los recursos naturales.