Qué está pasando con la contaminación marina en Brasil

Qué está pasando con la contaminación marina en Brasil

Hay nuevas alertas por recientas casos de contaminación marina en las costas de Río de Janeiro. Cuáles son las respuestas de las autoridades y el historial de problemas ambientales de Brasil. 

Una noticia de los últimos días dio cuenta del estado de situación de la contaminación marina que hoy ocurre en Brasil.

De forma reciente se verificó en Río de Janeiro una pequeña isla a algunos metros del puerto en total estado de deterioro. Lo particular de este hecho es que se trata de un territorio totalmente colmado de residuos de plástico. 

En concreto, se reportaron unas 80 toneladas de basura en un islote en la zona de la bahía de Guanabara. Según se pudo saber son 600 metros de largo compuestos por despercicios que son solo una muestra de la condición sanitaria que atraviesa la capital brasileña. 

Si bien desde lejos se percibe como un territorio natural con vegetación silvestre y aves autóctonas desde cerca se observa su verdadera composición: plástico, retazos textiles, neumáticos, piezas de embarcaciones y más. 

El nombre es Ilha de Pombera y se encuentra deshabitada, razón por la cual en sus playas se han acumulado tal cantidad de despojos. 

En relación a la contaminación marina en Río, los testimonios recogidos en la región dan cuenta de que este mismo panorama se repite en otras islas aledañas. 

Al respecto, los expertos han advertido sobre el peligro que corren las especies. Sucede que las mismas están creciendo en ambientes de contaminación marina y se desconoce cuál será su futuro.

A pesar de la gravedad del asunto, no parece haber suficiente decisión política. Por el contrario, hay un largo historial de promesas incumplidas para poner fin a la crisis sanitaria de las costas. 

La contaminación marina en Brasil, un problema de larga data

La contaminación marina que afecta a Brasil no es algo nuevo. Ante la más reciente información del islote surgió la conmoción, pero es un tema altamente discutido por la sociedad de Río de Janeiro desde hace décadas. 

Uno de los últimos gestos políticos fue el anuncio de un plan de saneamiento de cara a la organización de los Juegos Panamericanos que se celebrarán en el año 2031. 

El compromiso consistió en una promesa de descontaminación masiva, entre otras cosas, de las cuencas hídricas. 

Sin embargo, la misma afirmación había sido planteada por las autoridades para los mismos torneos del año 2007 y para los Juegos Olímpicos de 2016.

Lo real es que hubo algunos avances en cada uno de los planteamientos, pero fueron pocos. Por eso, los descensos de los indicadores de contaminación fueron leves.

Algunos de los puntos geográficos destacados que sí recibieron inversiones considerables para reducir la contaminación marina tuvieron buenos resultados. Tales fueron los casos de las playas de Flamengo, Botafogo y Gloria en las que nuevamente los habitantes pudieron disfrutar de las aguas del mar.  

La situación de Brasil y la contaminación marina en los últimos años

Brasil es el país de Latinoamérica con mayores índices de contaminación marina. Así lo han determinado distintos organismos especializados, entre ellos la organización no gubernamental Oceana

A propósito, la ONG difundió cifras específicas que dan cuenta de los niveles problematización ambientales del país sudamericano. Estos son algunos de los datos principales:

  • Se estima que cada año en Brasil se arrojan 1.3 millones de toneladas de residuos plásticos al mar. 
  • La contaminación marina brasilera tiene el 8 por ciento de los plásticos de todas las aguas del mundo
  • A causa de la situación oceánica los microplásticos están presente en toda el agua de consumo humano
  • Estudios verificaron que 9 de cada 10 especies de pescados tiene partículas plásticas en el estómago
  • El 98 por ciento de las especies amazónicas presentan microplásticos en branquias e intestinos

Cabe destacar que la realidad de la contaminación marina de Brasil es reversible. Así lo explica un informe de Naciones Unidas que indica que solo con mejorar los sistemas de reciclaje podría reducirse un 20 por ciento la contaminación por plástico para el año 2024. 

Otro tema no menor es que en Brasil hoy no hay una legislación clara que avance con la crisis de la contaminación marina. En este sentido, el poder político tiene mucho por hacer y una gran cuenta pendiente con la comunidad.