Contaminación oceánica por plásticos: datos y estadísticas

Contaminación oceánica por plásticos: datos y estadísticas

El plástico es uno de los materiales más duraderos que ha creado el hombre. Hoy todos sabemos que el plástico puede tardar cientos de años en degradarse, y las investigaciones están demostrando que es posible que ni siquiera se degrade totalmente, sino que se convierta en lo que llamamos microplásticos.

Los microplásticos son diminutas partículas de plástico que pueden ser ingeridas por los animales marinos y acabar en sus cuerpos y tejidos, entrando en la cadena alimentaria y provocando consecuencias desastrosas para la salud de nuestro planeta y de todos sus habitantes.

Aunque los seres humanos son cada vez más conscientes de los peligros que este material supone para la vida, la presencia de plástico en nuestros océanos no deja de aumentar, y la contaminación por plástico sigue siendo una de las principales causas de la extinción de especies marinas, de problemas de salud tanto para los seres humanos como para los animales, y de la destrucción de nuestros ecosistemas.

En este artículo analizaremos la contaminación por plásticos de los océanos y expondremos los datos y estadísticas necesarios para comprender el desalentador problema al que nos enfrentamos. 

Y lo que es más importante, también veremos qué podemos hacer como individuos y como parte de nuestra sociedad para prevenir la contaminación por plásticos y salvar nuestro planeta.

Contaminación por plásticos en el océano: ¿De dónde procede?

Está claro que la contaminación por plásticos es uno de los problemas medioambientales más acuciantes a los que nos enfrentamos actualmente, pero ¿cómo ha llegado a producirse? Además, ¿de dónde procede todo el plástico del océano?

Los plásticos producidos a partir de combustibles fósiles tienen poco más de un siglo, pero revolucionaron nuestra vida por completo. Permitió la invención de muchos dispositivos para salvar vidas y la implantación de nuevas tecnologías que cambiaron el curso de la historia.

Sin embargo, las grandes ventajas que ofrecía el plástico dieron lugar a una tendencia de usar y tirar que nos hizo descubrir el lado oscuro del plástico: la amenaza que supone para nuestro medio ambiente y nuestra vida.

La mayor parte de la contaminación por plástico en el océano se debe a la basura: compramos o utilizamos artículos de plástico desechables (envolturas de alimentos, bolsas de plástico, maquinillas de afeitar, botellas, etc.) y no nos deshacemos de ellos correctamente, lo que hace que acaben en los cursos de agua y, finalmente, en el océano.

Sin embargo, no todos los residuos plásticos del océano son efecto de la basura: muchos plásticos y microplásticos son producto de procesos de fabricación inadecuados y alrededor del 20% de la contaminación por plásticos del océano procede de la pesca industrial.

Contaminación por plásticos: Datos clave

Los residuos plásticos representan el 80% de toda la contaminación marina y cada año acaban en el océano entre 8 y 10 millones de toneladas métricas de plástico.

Las investigaciones afirman que, para 2050, es probable que el plástico supere a todos los peces del mar.

En los últimos diez años, hemos producido más productos de plástico que en el siglo anterior.

La Agencia de Protección del Medio Ambiente ha declarado que básicamente el 100% de todos los plásticos que el ser humano ha creado siguen existiendo.

Por lo general, el plástico tarda entre 500 y 1000 años en degradarse. Incluso entonces, se convierten en microplásticos, sin degradarse completamente.

Actualmente, hay entre 50 y 75 billones de piezas de plástico y microplásticos en el océano.

Este plástico o bien se descompone en partículas de microplásticos, o bien flota y acaba formando parches de basura.

Parches de basura en el océano

La mayor parte del plástico que encontramos en el océano procede de tierra firme: fluye río abajo hasta llegar al mar. 

Al principio, puede quedarse en las aguas costeras, pero pronto puede ser recogido por las corrientes oceánicas giratorias, llamadas giros, y transportado literalmente a cualquier parte del mundo.

Los científicos encontraron plástico procedente de Rusia, Estados Unidos, Europa, Sudamérica, Japón y China en la isla Henderson, un atolón aislado y deshabitado a medio camino entre Chile y Nueva Zelanda.

Normalmente, los residuos plásticos marinos se agrupan en lo que llamamos parches de basura, zonas de acumulación de plástico, en el centro de los giros oceánicos. El más grande es el Gran Parche de Basura del Pacífico, situado entre Hawai y California.

Consecuencias

Hoy en día, la producción y el uso de plástico siguen siendo máximos, pero los datos sobre reciclaje no son nada halagüeños: actualmente sólo se recicla alrededor del 10% del plástico que producimos. El resto o bien se incinera, causando contaminación atmosférica, o bien acaba en nuestros océanos y el medio ambiente.

Daños a la fauna

La contaminación por plásticos en el océano tiene un impacto devastador en la vida marina y los ecosistemas. El más obvio es el daño que los artículos de plástico causan a los animales cuando entran en contacto con ellos o los ingieren, que incluye asfixia, enredo, laceración, infecciones y lesiones internas.

El 17% de las especies afectadas por la presencia de plástico en el océano figuran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Pero hay más problemas relacionados con el plástico: los objetos de plástico flotantes pueden ayudar a transportar especies invasoras, lo que supone una amenaza para los ecosistemas marinos, la biodiversidad y la cadena alimentaria.

Daños a los seres humanos

Como ya hemos explicado, los microplásticos han pasado a formar parte de la cadena alimentaria y se han encontrado en todas partes: en el agua potable, la sal, la cerveza y en la tierra donde cultivamos nuestras verduras.

Los materiales plásticos son cancerígenos y pueden afectar al sistema endocrino del organismo, causando trastornos del desarrollo, neurológicos, reproductivos e inmunitarios. Otro peligro para la salud viene dado por los contaminantes tóxicos que suelen acumularse en la superficie del plástico, y que luego se transfieren a los seres humanos a través del consumo de marisco.

Cambio climático

La contaminación por plástico y el cambio climático son dos caras de la misma moneda: la producción de plástico, al crearse a partir de combustibles fósiles, contribuye en gran medida a la crisis climática.

Además, como ya hemos mencionado, cuando los residuos plásticos se incineran, liberan dióxido de carbono y metano a la atmósfera, aumentando las emisiones y empeorando el calentamiento global.

Efectos económicos

Según las investigaciones, los costes económicos anuales del plástico en el océano se estiman entre 6.000 y 19.000 millones de dólares. Estos costes vienen dados por su impacto en el turismo, la pesca y la acuicultura, y las limpiezas (gubernamentales).

Imágenes de la contaminación por plásticos en el océano

Hemos decidido mostrarle algunas imágenes recientes de la contaminación por plásticos en el océano.

Esto le ayudará a comprender la magnitud de la amenaza que supone la contaminación por plásticos en el océano para nuestro planeta y la vida, tal como la conocemos, y esperamos que le ayude a desarrollar una conciencia más profunda de lo que está sucediendo.

Por qué es vital prevenir la contaminación por plásticos

La contaminación por plásticos es sin duda un problema que requiere la cooperación mundial. Sus consecuencias afectan a todo el planeta y a sus habitantes: amenaza la salud de los océanos, la salud de las especies marinas, la seguridad y calidad de los alimentos, la salud humana, el turismo costero y contribuye al cambio climático.

Reducir la presencia de plástico en nuestros océanos no sólo nos permitirá salvar especies y ecosistemas marinos, sino que mejorará nuestra salud global y la del medio ambiente en general, ayudándonos a luchar contra el cambio climático y a trabajar por un futuro más sostenible.

Cómo detener la contaminación por plásticos en el océano

Es bastante difícil recuperar el plástico del océano una vez que ha entrado en él. Las nuevas tecnologías nos permiten capturar los desechos marinos de mayor tamaño, pero los plásticos pequeños y los microplásticos son prácticamente imposibles de alcanzar, sobre todo cuando se encuentran en las profundidades del océano.

Por ello, muchos científicos y conservacionistas han declarado que la mejor solución es evitar que los residuos plásticos entren en ríos y mares en primer lugar.

Esto podría lograrse con la mejora de nuestros sistemas de gestión de residuos y la implantación del reciclaje. Además, es esencial reconsiderar el diseño y el uso de los envases desechables, y la reducción de la fabricación de plásticos de un solo uso innecesarios.

Qué podemos hacer

Hay muchas maneras de mantener el plástico fuera del océano. He aquí algunas estrategias que puedes adoptar y compartir con tu comunidad:

Reducir el uso de plástico

Piensa en todos los artículos de plástico que utilizas en tu vida diaria. ¿Puedes contarlos todos? Ser más consciente del modo en que utilizas el plástico es un buen punto de partida para reducir los residuos plásticos.

Lo sabemos, los hábitos son difíciles de cambiar, pero incluso un pequeño compromiso individual puede marcar la diferencia, especialmente cuando hablamos de los plásticos de un solo uso que hemos mencionado antes y que, según datos del Parlamento Europeo, son responsables del 49% de toda la contaminación marina.

Aquí tienes algunos nuevos hábitos en los que puedes inspirarte:

  • Cambia las bolsas de plástico por otras reutilizables, de tela o fibra.
  • Reduzca el uso de vasos, platos, cubiertos y botellas de plástico desechables. Por ejemplo, lleva tu propia botella reutilizable al trabajo y un vaso reutilizable para el café que te llevas por la mañana).
  • Compre alimentos y productos de limpieza a granel para evitar envoltorios de plástico inútiles. Hoy en día hay muchas opciones entre las que elegir, y muchos supermercados te permiten llenar tus propios tarros/bolsas.
  • Elige recipientes y opciones de almacenamiento de alimentos de metal o vidrio en lugar de los de plástico.
  • Evita comprar y utilizar cosméticos que contengan microesferas o microperlas de plástico.

Además puedes participar en limpiezas comunitarias, apoyar organizaciones y leyes relacionadas e interesarte en estas temáticas para cambiar el planeta, entre todos.