Es importante diferenciar los términos de economía azul y economía azul sustentable. El primero corresponde a todas las actividades relacionadas con los océanos y mares. Mientras que el segundo, hace alusión a la economía azul sostenible, que es de la que se menciona actualmente cuando se hace mención simplemente al término de economía azul.
La mezcla de ambos conceptos puede resultar confusa, ya que, si bien la tendencia es ir hacia la sostenibilidad en todos los sectores, actualmente sigue habiendo una gran parte de la pesca, del turismo o de las navieras que no son sostenibles, aunque puedan llegar a serlo en un futuro.
Hoy en día no existe una definición universal de economía azul. De todas maneras, muchos especialistas hacen hincapié en el objetivo de sostenibilidad y hablan de ‘economía azul sostenible’, debido a que los sectores azules tradicionales y los usuarios marítimos no siempre son sostenibles ni respetuosos con el ambiente.
La frase más breve de economía azul puede generar desviaciones, ya que puede aplicarse a empresas oceánicas que en realidad no son sostenibles. De ahí que se está trabajando para dejar en claro esta diferencia entre los conceptos.
¿En qué consiste la economía azul sostenible?
La economía azul sostenible busca fomentar un nuevo sistema económico en el que se reutilicen los recursos que ofrece la naturaleza.
De esa manera, el Banco Mundial suele referirse al término
de economía azul para designar el uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, la mejora de los medios de vida y el empleo y la preservación del medio ambiente.
Los enfoques de la economía azul
Los diferentes puntos de vista de la economía azul se podrían resumir en cuatro modelos:
- Visión más activista: es la que defienden las ONG, centradas en conservar, reparar y cuidar todas las actividades vinculadas al entorno marino.
- Visión de los océanos que se enfoca en la oportunidad de negocio, como es el caso de la industria turística que puede incluir o no criterios sostenibles y medioambientales.
- Visión que ve a los océanos como forma de vida, que integra a las comunidades que viven vinculadas a ellos.
- Visión que toma a los océanos como fuente de innovación, como es el caso de la explotación sostenible del suelo marino.
El financiamiento de los proyectos de economía azul
Los proyectos de economía azul se financian fundamentalmente a través de inversiones privadas y públicas, fondos verdes y organizaciones. En ese sentido, en los últimos 25 años se han invertido más de US$1000 millones para actividades de protección y restauración del océano en alrededor de 100 países.
Asimismo, la ONU lanzó hace algunos años la Iniciativa Financiera del Programa de Medio Ambiente que consiste en una asociación mundial que reúne a la ONU con más de 350 bancos, aseguradoras e inversionistas institucionales para desarrollar la agenda de finanzas sostenibles y que promueven la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible.
El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe forma parte de esta alianza con la ONU. La entidad se comprometió a dedicar por lo menos US$1250 millones entre el año 2022 y 2026 a temas relacionados con economía azul, para apoyar proyectos, por ejemplo, de turismo regenerativo, energía eólica o aquellos vinculados al uso de las algas como fuente de proteína y de la industria farmacéutica.
Un ejemplo de este tipo de proyectos de economía azul sostenible es el caso de aquellos que promueven y apoyan a las comunidades de pesca artesanal a pequeña escala en Costa Rica para construir áreas marinas de pesca responsable.
Es así que los pescadores pueden pedir la delimitación de una zona para designarla como lugar de pesca responsable. De esta forma, además, los pescadores artesanales se liberan del poder de los intermediarios, fomentando así una compensación equitativa y justa y creando nuevas oportunidades de empleo.
Teniendo en cuenta estos aspectos, los términos de economía azul pueden tener diversos enfoques que conllevan a ciertas acciones e inversiones relacionadas con el mar y los océanos. El objetivo es aprovechar los recursos que ofrece la naturaleza y generar mayores rendimientos económicos en las zonas costeras, cuidando el medio ambiente y construyendo una economía más sostenible.
