Contaminación oceánica por microplásticos, los hallazgos más recientes

Contaminación oceánica por microplásticos, los hallazgos más recientes

Las más recientes novedades obtenidas por la ciencia sobre la presencia de microplásticos en las aguas de mares y océanos. Qué implican estos descubrimientos y los avances tecnológicos para luchar contra la contaminación. 

Las últimas noticias dan cuenta de la detección de microplásticos en la nieve en la zona de la Antártida. El descubrimiento se realizó en campamentos de investigación ubicados en glaciar Unión y glaciar Schanz

El contexto fue un estudio realizado por científicos del Programa Antártico de Estados Unidos. Por cierto, este equipo se ubica en una estación justamente en el continente blanco a cuenta relevar la zona. 

La confirmación de microplásticos tiene que ver con que esta fue la primera vez que se utilizó una nueva técnica para el relevamiento del territorio. Gracias a esta metodología, es viable reconocer muchas características técnicas de las partículas:

  • Los microplásticos observados tenían medidas de hasta 11 micrómetros, el equivalente al tamaño de un glóbulo rojo.
  • Se contabilizaron entre 73 y 3.099 fracciones por litro de nieve
  • El 50 por ciento de las muestras eran inferiores a 50 micrómetros, algo así como 0.005 centímetros, aproximadamente el paralelo a las células humanas 

A partir de los resultados de esta expedición se llegó a la conclusión que los microplásticos están allí desde hace mucho tiempo. Sin embargo, podría haber sucedido que los métodos previos no los hubiesen detectado. 

Otro dato obtenido es que los plásticos verificados son de tipo común como el polietileno de las botellas y envases plásticos o el caucho sintético. Esta situación se repitió en tres territorios relevados.  

A partir de todos estos indicadores, una de las primeras conclusiones fue que hay contaminación por microplásticos de forma local. Esto significa que podría surgir a partir de prendas, banderas y/o elementos varios de señalización. 

Si bien estos logros científicos son importantes, sólo representan disparadores de interrogantes más grandes. En otras palabras, no es posible al día de hoy determinar las consecuencias de la presencia de estas partículas en la nieve. 

Por estas razones, los especialistas afirman que deberán volver para continuar con la observación y así poder llegar a resoluciones más específicas. Dicho en otras palabras, hay mucho más trabajo por hacer para realmente poder dar respuestas y soluciones. 

La ciencia avanza en modelos para detectar microplásticos en el mar

Al momento de la difusión de la detección de microplásticos en la nieve ya se habían encontrado estos elementos contaminantes, pero de otras formas. 

Según el equipo a cargo de esta investigación, en el pasado habían confirmado la presencia plástica en especies animales. Algunas de las variedades habían sido pingüinos, peces y focas. 

Por lo tanto, esta aparición en el hielo representa un avance en el trabajo de la ciencia. Sin embargo, no es el único….

En Cádiz, España, investigadores españoles y portugueses trabajan en el desarrollo de un modelo matemático que los pueda ayudar con la ubicación de microplásticos en el mar. 

Se trata de un proyecto de un equipo conformado por profesionales de dos instituciones: el Instituto Universitario de Investigación Marina y del Centro Oceanográfico de Cádiz y el Instituto Português de Mar e da Atmosfera de la Universidad de Lisboa.

El objetivo es comprender las razones por las cuales ríos y mares transportan las partículas plásticas y en qué zonas se acumulan. 

Para lograr esta meta se tomaron muestras de diferentes densidades y distintas características. 

A propósito, se comprobó que los plásticos más livianos como bolsas y envases quedan acopiados cerca de las costas. Mientras tanto, los que son más pesados como poliestireno o PVC llegan hasta le fondo del mar hasta 50 metros de profundidad. 

Es pertinente aclarar que desde hace décadas la medicina sostiene una alerta permanente por la afectación de este tipo de contaminación a la salud humana. Dicho esto, no se trata de un problema exclusivo de la biodiversidad, sino que las comunidades están afectadas por esta problemática. 

En concreto, hay evidencia científica de la presencia de microplásticos en órganos de personas vivas desde hace más de una década. Así las cosas, todos los hallazgos difundidos son más que bienvenidos de cara a la espera de una solución para una vida menos contaminada y más saludable.