¿La arena está siendo saqueada? ¡Los océanos y sus playas están en peligro! Pero no hay que desesperar sino acudir a soluciones inteligentes.
Si observamos atentamente este mapa interactivo del mundo, veremos líneas rosas en casi todas las grandes masas de agua salada, desde el Golfo de México hasta el Golfo de Bengala.
Las líneas representan el movimiento de los barcos captado por una red de satélites y estaciones de vigilancia en tierra.
Pero no se trata de barcos cualquiera. Los investigadores sospechan que están dragando arena del fondo oceánico, una práctica a menudo mal regulada que está destruyendo los ecosistemas marinos y agotando las reservas mundiales de arena, uno de los recursos naturales más preciados del mundo.
El mapa interactivo que conforma la primera plataforma pública de datos del mundo para vigilar el dragado de arena y otros sedimentos detecta que el dragado de arena puede tener graves repercusiones en la biodiversidad y la pesca.
Hasta hace poco, los buques de dragado operaban en la sombra. Con nuestra plataforma, estamos haciendo visible lo invisible
La Vigilancia de Arenas Marina lanzada en 2023 ha descubierto lo que Peduzzi califica de tendencias preocupantes. Entre ellas, en la última década, cerca del 16% del dragado se ha producido en reservas marinas destinadas a proteger plantas y animales vulnerables.
Dragado, dragado en todas partes
La arena es la segunda materia prima más utilizada del mundo, después del agua. La arena marina es un elemento básico en la construcción, pero las reservas mundiales se están agotando a un ritmo nunca visto. Se calcula que cada año se extraen entre 4.000 y 8.000 millones de toneladas de arena marina. Eso equivale a 1 millón de camiones llenos al día.
El camino que llevamos no es sostenible
La extracción de recursos naturales se triplicó con creces entre 1970 y 2019, impulsada en gran parte por un aumento masivo de la extracción de arena y otros materiales de construcción conocidos como áridos.
El aumento de la extracción de recursos está alimentando el cambio climático, la pérdida de especies y el estrés hídrico.
A finales de este mes, representantes de gobiernos, grupos de la sociedad civil, científicos y empresarios de todo el mundo se reunirán en Nairobi (Kenia) con motivo de la sexta sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el máximo órgano decisorio mundial en materia de medio ambiente.
Se espera que los debates se centren en cómo la ciencia, los datos y las tecnologías digitales, como Marine Sand Watch, pueden apoyar la transición hacia una minería más responsable y el uso sostenible de minerales y metales.
Se llevó a cabo una consulta intergubernamental para determinar las cuestiones prioritarias relacionadas con la gestión de la minería y los metales.
Los países han debatido la creación de un Observatorio Mundial de Arenas más amplio para seguir reforzando los conocimientos científicos, técnicos y políticos.
La “Vigilancia de la Arena Marina“ utiliza un tipo de señal de radio de corto alcance a bordo de embarcaciones mayores para trazar sus movimientos.
A continuación, algoritmos avanzados e inteligencia artificial analizan esos movimientos en busca de señales reveladoras de dragado. Por ejemplo, movimientos cortos hacia delante y hacia atrás.
En sus primeros meses de funcionamiento, la Vigilancia de las Arenas Marinas ha detectado malas prácticas de dragado en todo el mundo. En las costas de Europa, Norteamérica, Asia Occidental y Asia Oriental se han detectado puntos calientes de dragado. En varios lugares, los investigadores creen que la arena se utilizó para apuntalar playas, puertos y construir islas artificiales.
Entre 2018 y 2022, hasta una sexta parte del dragado se produjo en áreas marinas protegidas, zonas que se supone que son santuarios para la vida submarina.
Una de las mayores revelaciones de los últimos meses ha sido lo común que es el dragado en áreas protegidas. Francamente, es un hecho preocupante porque el dragado es muy destructivo y estas zonas suelen ser ecológicamente muy sensibles.
La arena y la grava son partes vitales de los ecosistemas marinos. Sirven de puente entre la tierra y el mar, amortiguan las tormentas y protegen los acuíferos costeros de la salinización. También sirven de sustento a innumerables plantas y animales.
La vida submarina suele verse diezmada por los buques de dragado, a los que compara con aspiradoras gigantes. «Trituran todos los microorganismos de la arena y no dejan nada. Si te llevas toda la arena hasta la roca desnuda, nada se recuperará.
En 2022, los países del mundo firmaron el Marco Mundial para la Biodiversidad, un acuerdo histórico para proteger y restaurar la naturaleza. Uno de los objetivos del acuerdo incluye salvaguardar el 30% de los océanos. La Vigilancia de Arenas Marinas puede ayudar a hacer un seguimiento del grado de protección de esas zonas
Se necesita una norma mundial
Los datos recogidos van más allá del mero seguimiento del dragado en alta mar. También puede identificar los puertos especializados en el comercio de arena y calcular la cantidad total de arena extraída en un país determinado.
Se sospecha que la mayor parte de la arena es dragada legalmente por empresas que operan en concesiones otorgadas por los gobiernos.
La plataforma puede ayudar a los países a asegurarse de que las empresas de dragado se ciñen a las zonas autorizadas que se sometieron a evaluaciones de impacto ambiental.
La Vigilancia de Arenas Marinas supervisa alrededor del 60% de todos los buques de dragado del mundo, con el objetivo de alcanzar una cobertura del 100%.
No existe una norma mundial para la extracción de arena. Pero se confía en que la Vigilancia de la Arena Marina ayude a cambiar esta situación y estimule el debate sobre las mejores prácticas. La plataforma también está diseñada para ayudar a los países en desarrollo a reforzar su capacidad de vigilancia del medio ambiente.
Necesitamos que los países y el sector del dragado consideren la arena como un material estratégico y debemos entablar rápidamente conversaciones sobre cómo crear una norma internacional sobre dragado marino para minimizar su impacto ambiental.
.
