Este Día Mundial del Medio Ambiente 2023 se centró en la crisis de la contaminación por plásticos. ¿Por qué? La humanidad produce más de 430 millones de toneladas de plástico al año, dos tercios de las cuales son productos de corta vida que se convierten rápidamente en residuos, acaban en el océano y a menudo terminan en la cadena alimentaria humana.
Los plásticos, y los microplásticos en particular, son un problema para el planeta. Sin embargo, mucha gente ignora que un material que forma parte de nuestra vida cotidiana puede tener un impacto significativo no sólo en la vida silvestre, sino también en el clima y la salud humana.
¿Por qué preocupa tanto la contaminación por plásticos?
Económico, resistente y flexible, el plástico ha invadido la vida moderna y lo encontramos en todas partes, desde los envases hasta la ropa y los productos de belleza.
No obstante, la producción de residuos plásticos es considerable: cada año se tiran a la basura más de 280 millones de toneladas de productos de plástico utilizados durante poco tiempo.
En total, el 46% de los residuos plásticos se deposita en vertederos, mientras que el 22% se gestiona mal y se convierte en basura. A diferencia de otros materiales, el plástico no es biodegradable.
Puede tardar hasta cientos de años en descomponerse, lo que significa que, una vez desechado, se acumula en el medio ambiente de forma crítica. Esta contaminación asfixia a las especies marinas, tiene un impacto negativo en el suelo y envenena las aguas subterráneas, y puede tener graves repercusiones en la salud.
¿Es la contaminación el único problema relacionado con el plástico?
No, el plástico también contribuye a la crisis climática. La producción de plástico es uno de los procesos de fabricación más intensivos en energía del planeta.
Este material se fabrica a partir de combustibles fósiles como el petróleo crudo, que se transforma en polímeros mediante calor y otros aditivos. En 2019, los plásticos generaron 1.800 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, el 3,4% de las emisiones mundiales.
¿De dónde viene todo este plástico?
El sector de los envases es el mayor productor de residuos plásticos de un solo uso en todo el mundo. Alrededor del 36% de todos los plásticos fabricados se utilizan en envases. Esto incluye los envases de un solo uso de alimentos y bebidas, el 85% de los cuales se depositan en vertederos o se gestionan mal.
La agricultura es otro sector en el que el plástico está omnipresente: se utiliza para todo, desde semillas recubiertas de película hasta mantillo de plástico. La industria pesquera también es una gran productora de plástico.
Según estudios recientes, sólo las artes de pesca industriales desechan en los océanos hasta 50 millones de kilos de plástico. La industria de la moda también es una gran consumidora de plástico. Alrededor del 60% de los materiales con los que se confecciona la ropa son plásticos, como el poliéster, el acrílico y el nailon.
He oído hablar de los microplásticos: ¿Qué son?
Los microplásticos son partículas diminutas de plástico de hasta 5 mm de diámetro. Proceden de fuentes muy diversas, desde neumáticos hasta productos de belleza, estos últimos con microperlas, partículas diminutas utilizadas como exfoliantes.
Los tejidos sintéticos también son una fuente importante de microplásticos. Cada vez que se lava la ropa, se desprenden diminutas fibras de plástico llamadas microfibras, que son una forma de microplásticos.
Sólo los detergentes son responsables del vertido de unas 500.000 toneladas de microfibras plásticas a los océanos cada año, el equivalente a casi tres mil millones de camisas de poliéster.
¿Qué se está haciendo para combatir la contaminación por plásticos?
En 2022, los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron una resolución para poner fin a la contaminación por plásticos.
Un comité intergubernamental de negociación trabaja actualmente en la elaboración de un instrumento jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, con el objetivo de concluir sus trabajos a finales de 2024.
Es importante señalar que las negociaciones se están centrando en medidas que abarcan todo el ciclo de vida de los plásticos, desde la extracción de materias primas y el diseño de productos hasta la producción y la gestión de residuos, lo que pone de relieve las oportunidades de eliminar los residuos mediante el diseño antes de que se produzcan como parte de una próspera economía circular.
¿Qué queda por hacer?
Aunque estos avances son un buen augurio, los compromisos actuales de gobiernos y empresas no son suficientes. Para abordar eficazmente la crisis de la contaminación por plásticos, es necesario un cambio sistémico.
Este cambio implica pasar de la actual economía lineal de los plásticos, en la que los plásticos se fabrican, se utilizan y se desechan, a una economía circular de los plásticos, en la que los plásticos fabricados permanecen en la economía con su máximo valor durante el mayor tiempo posible.
¿Cómo pueden conseguirlo los gobiernos?
Los gobiernos deben fomentar la innovación e incentivar a las empresas para que abandonen los plásticos innecesarios.
Se necesitan impuestos para desincentivar la producción o el uso de productos de plástico de un solo uso, mientras que deben introducirse reducciones fiscales, subvenciones y otros beneficios fiscales para promover alternativas, como los productos reutilizables.
También hay que mejorar las infraestructuras de gestión de residuos. Los gobiernos también pueden participar en el proceso del Comité Intergubernamental de Negociación para elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante para combatir la contaminación por plásticos, especialmente en el medio marino.
¿Cómo pueden actuar los particulares contra la contaminación por plásticos?
Aunque resolver la crisis de la contaminación por plásticos requiere una reforma sistémica, las decisiones individuales pueden desempeñar un papel importante. Por ejemplo, las personas pueden cambiar sus hábitos para evitar los productos de plástico de un solo uso siempre que sea posible.
En el caso de los productos de plástico inevitables, deben reutilizarse o reaprovecharse hasta que queden inservibles, momento en el que deben reciclarse o desecharse adecuadamente.
La gente también puede llevarse sus bolsas cuando vaya a hacer la compra y, si es posible, intentar comprar alimentos locales y de temporada que requieran menos envases y transporte de plástico.
¿Hay que animar a los poderes públicos y a las empresas a luchar contra la contaminación por plástico?
Sí, una de las cosas más importantes que pueden hacer los particulares es hacerse oír hablando con sus representantes locales sobre la importancia del problema de la contaminación por plásticos y apoyando a las empresas que trabajan para reducir el uso de productos de plástico de un solo uso en sus cadenas de suministro.
Los particulares también pueden mostrar su apoyo a estas empresas en las redes sociales. Si la gente ve que una empresa utiliza plásticos innecesarios (por ejemplo, envases de plástico de un solo uso en la fruta en una tienda de comestibles), puede hablar directamente con ellos y pedirles que mejoren sus prácticas.
Estar informado y difundir estas verdades es un gran inicio.