La nueva misión en el fondo del mar de un equipo del CONICET que da continuidad a la fascinación de las audiencias por compartir las tareas submarinas de la ciencia.
El fondo del mar desde el 2025 llegó a las pantallas de millones de dispositivos de Argentina y del mundo.
Luego de la transmisión del mes de julio desde El Cañón de Mar del Plata llega una nueva propuesta para visualizar las expediciones marinas.
En esta oportunidad desde el Frente Quiebre de Plataforma, en plano mar Argentino, el buque Falkor recorrerá la costa a la altura de varias provincias. El total del trayecto previsto es de aproximadamente 500 kilómetros a la altura de Río Negro y Chubut. Las regiones corresponden a los Sistema de Cañones Submarinos de Bahía Blanca y Almirante Brown.

Las actividades incluidas en una agenda específica tienen el objetivo de estudiar la morfología del fondo del mar. También se evaluarán los sentidos de las corrientes y el estado actual de los ecosistemas en tiempos de calentamiento global.
Tanto los recursos biológicos como la presencia de potencial para la pesca son algunos de los resultados que se esperan de la investigación con transmisión en tiempo real.
Una vez más, el apoyo del Schmidt Ocean Institute hace posible el despliegue científico. Junto con el Centro de Investigación de Mar y Atmósfera perteneciente a CONICET y UBA, todo el equipo de profesionales se sumergió en las profundidades para conocer más y mejor la región.
Sobre el equipamiento que recorre el fondo del mar
Para la nueva transmisión del CONICET desde el fondo del mar el buque Falkor será la unidad de navegación elegida.
Este laboratorio flotante alojará a los científicos durante su traslado y también facilitará todos los instrumentos de medición.
Con el equipamiento facilitado por el Schmidt Ocean Institute será posible evaluar las corrientes submarinas, en especial las provenientes desde Malvinas.
La temperatura del agua será uno de los objetos de estudio principales. Entre los elementos que se analizarán están los niveles de salinidad y la cantidad de oxígeno. También se realizará observación del fitoplancton y la alcalinidad.
Al igual que en el caso anterior el ROV SuBastian tendrá un rol protagónico. El robot, que ya es conocido por el público desde la experiencia de Mar del Plata, asistirá a lso científicos con su funcionamiento remoto en la recolección de piezas biológicas.
También habrá otro dispositivo de alta precisión, un vehículo que se desplazará por el fondo el mar provisto por el Institut Méditerranéen d’Océanologie de Francia. En este caso a la función será la recolección de agua para su control y revisión.
A las dos embarcaciones se suma un despliegue de 50 boyas derivantes. Algunas de las esferas recorrerán el fondo del mar y otras irán por la superficie, todas equipadas con sensores de rastreo satelital para la detección del estado de los hábitats marinos.
Como cierre del combo se colocarán plataformas submarinas de medición hidrográfica que tomarán mediciones durante toda la expedición.
El interés por las transmisiones no decae
La recordada transmisión del CONICET desde el Cañón de Mar del Plata fue un furor con récord de audiencia en su canal de streaming.
Durante los meses de julio y agosto el proyecto Talud Continental IV colectó muestras ante la mirada de millones de espectadores del país y del mundo.
El evento viral fue clave y significó un antes y un después en el vínculo de la comunidad científica argentina con la audiencia masiva. La experiencia fue tan celebrada que los foros ambientalistas difundieron la información para que circule a modo de ejemplo.
Los resultados estuvieron a la altura de las repercusiones ya que los investigadores informaron que hubo un descubrimiento de más de 40 especies marinas.
Con un alcance de profundidad de más de 3.900 metros, el fondo del mar estuvo presente en medios de comunicación y redes sociales como nunca antes.
Tal fue el éxito de la transmisión en vivo del CONICET que muchos de los integrantes de los equipos se convirtieron en referentes. Los expertos concedieron entrevistas y se presentaron en shows televisivos, siempre aplaudidos y seguidos por el público.
La fascinación por el fondo del mar dejó a la vista la avidez de la sociedad por el contacto con la ciencia, para lo cual la tecnología juega un rol central.
